Ante la suspensión del servicio granaderos resguardan áreas estratégicas del Metro
Respuesta positiva a demandas o habrá paro total, amenaza Espino
El líder priísta se niega a dialogar a pesar de que el gobierno instaló una mesa de negociación
LAURA GOMEZ FLORES Y BERTHA TERESA RAMIREZ
Pese a que las autoridades capitalinas instalaron una mesa de trabajo para resolver el pliego petitorio del Sindicato Metropolitano del Sistema de Transporte Colectivo, su líder, Fernando Espino Arévalo, amenazó con parar el servicio en su totalidad, en fecha aún no determinada, si el próximo jueves no hay una respuesta satisfactoria a sus demandas.
La decisión se tomaría el lunes siguiente en el consejo general de delegados, aunque desde ayer granaderos resguardan las áreas estratégicas de la red, como terminales, puestos centrales de control, talleres, puestos de mando y centrales de energía, para evitar que sean nuevamente tomadas, y se integró el Comité Técnico de Evaluación del Metro para certificar las condiciones técnicas y de seguridad del organismo.
El gobierno local inició además una campaña de información mediante volantes y espots, mediante los cuales aclara que el paro del día 8 no estuvo relacionado con demandas laborales incumplidas o de seguridad, porque hay dictámenes de empresas especializadas, como Systra, que certificó las buenas condiciones de operación de la línea B, por lo que se respondió a fines político-partidistas.
Al término de la reunión de trabajo, que duró cinco horas y media, el subsecretario de Gobierno, Alejandro Encinas Rodríguez, informó que se alcanzaron algunos acuerdos en torno a los 35 puntos del pliego petitorio, en el que se demanda la compactación de categorías, retabulación, la situación jurídica de cinco predios para la construcción de viviendas, creación de 168 plazas y la entrega de instalaciones y talleres de la línea B.
El proyecto de acuerdo fue entregado a la representación sindical para su análisis y se espera que entregue su contrapropuesta hoy a las 13 horas, para lo cual se convino un receso, y contar con una respuesta puntual el próximo jueves, que satisfaga a ambas partes y no afectar el servicio a 4.5 millones de personas diariamente.
Precisó que las autoridades capitalinas están en la mejor disposición de atender las demandas laborales -entre las que también se incluyó la construcción de comedores, farmacias, basificación, adquisición de vehículos para transportar al personal y ropa de trabajo- por la vía de la negociación, como ha sucedido en las últimas semanas.
Así que "mientras continúen las negociaciones", aclaró Espino Arévalo, "no haremos ningún movimiento relacionado con paro alguno que no sea la exigencia de la solución de la problemática hecha a las autoridades, pero confiamos que habrá una solución favorable en beneficios de los usuarios y de los trabajadores", aunque no descartó esta medida para obligar a las autoridades a mejorar las condiciones en que opera el servicio.
Insistió en que las condiciones de seguridad en la línea B del Metro no son seguras, por lo cual sugirió la integración de especialistas del sindicato al Comité Técnico de Evaluación que quedó formalmente instalado ayer.
La respuesta fue negativa, dado que se buscó la conformación de un órgano autónomo, sin vicios de ninguna de las partes y contar con un dictamen que permita a la ciudadanía conocer las condiciones reales de operación del Metro y acabar con sus temores, generados a partir de las declaraciones hechas por el sindicato la semana pasada.
Espino Arévalo señaló, momentos antes de ingresar a la reunión, que "en los últimos 20 años se han registrado algunos problemas en el funcionamiento de la red, pero a partir de que entró el PRD se agravó la situación, debido a la incapacidad de las autoridades para llevar a cabo los programas de mantenimiento preventivo y correctivo, y evitar la suspensión del servicio, como sucederá en la línea A a partir del 24 de agosto".
Rechazó que se trate de una cuestión política, como lo ha manejado el mandatario local, y haya solicitado la negociación de las denuncias de hechos presentadas por el Sistema de Transporte Colectivo en su contra por la "toma" de instalaciones de las líneas 9 y B, pues "no queremos involucrarlas con la exposición de nuestros problemas y estamos seguros que no hemos cometido ningún delito".
Programa emergente
Las denuncias seguirán su curso y no están a negociación, informó a su vez el director del Metro, Javier González Garza, al señalar que continuará la presencia policiaca en las áreas estratégicas y se trabajará de manera coordinada con la Policía Auxiliar, para evitar la interrupción del servicio, aun cuando se cuenta con un programa emergente para atender la demanda de servicio de la ciudadanía, en caso de un paro parcial o total de la red.
Además de que se continuará la difusión de spots, mediante el audiómetro, y la entrega de volantes sobre la postura del gobierno capitalino en torno al paro del servicio el pasado jueves.
Por la mañana, el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, reiteró que se cuenta con la certificación de empresas internacionales que demuestran que no hay ningún problema de seguridad en la línea B del Metro, aunque como ese argumento se esgrime para justificar la toma de instalaciones del organismo, se creó el comité técnico que evaluará las condiciones en las que funciona.