El cambio de 2000 ha derivado en libertinaje y violación de leyes,
dice Sandoval Iñiguez
CEM: la cinta El crimen del padre Amaro ofende
a la Iglesia; fracturaría la relación con el Estado
Llaman en Monterrey a feligreses a no ver la película; "quien la
haga incurrirá en pecado"
En una reacción inusual, la Conferencia del Episcopado
Mexicano (CEM) protestó públicamente por el contenido de
la película El crimen del padre Amaro. Aunque dijo que los
obispos "no pueden pretender" que una cinta sea censurada o prohibida,
afirmó tener "pleno derecho" a exigir que sean respetadas las creencias
religiosas de la mayoría de los mexicanos.
En un comunicado de seis puntos, suscrito por el presidente
y el secretario de la CEM, Luis Morales y Abelardo Alvarado, respectivamente,
la jerarquía católica señaló que es "decisión
personal" de los feligreses ver o no la cinta, la cual será estrenada
el próximo viernes a nivel nacional.
A este comunicado se suman declaraciones de varios obispos.
Algunos señalan que los católicos que vean la película
-incluso por morbo- incurrirán en pecado, y otros afirman que la
exhibición fracturaría la relación Estado-Iglesia
católica.
Aun cuando la jerarquía católica se encuentra
muy molesta por la exhibición de la cinta -de la que sólo
pudo lograr que su presentación se retrasara para después
de la visita del papa Juan Pablo II a México-, la preocupación
de la Iglesia es que hay otras películas con el mismo tinte que
el año pasado recibieron financiamiento gubernamental. De hecho
La
virgen de la lujuria y Al rescate de la Santísima Trinidad
son otras películas que esperan turno para ser exhibidas.
Según la Iglesia, hay mofas e injurias
El
texto del Episcopado señala que El crimen del padre Amaro,
cinta que relata las debilidades carnales de un sacerdote, "constituye
una ofensa a las creencias religiosas de los católicos y hace mofa
de los símbolos más sagrados para la comunidad católica.
"Una película, por más valores artísticos
o cinematográficos que contenga, no debe ser injuriosa ni atentar
contra los derechos de las personas o de las instituciones. La libertad
de expresión no autoriza a denigrar personas o instituciones generalizando
hechos o situaciones de excepción", afirman los puntos tres y cuatro
del documento.
Advierte que si bien la jerarquía católica
no pretende censurar la película, sí hay una legislación
-Ley Federal de Cinematografía y su respectivo reglamento- que norma
la exhibición y sus límites. "Consideramos una exigencia
para la convivencia pacífica y armónica en la sociedad que
nuestras leyes protejan el buen nombre de las personas e instituciones,
so pena de provocar enfrentamientos estériles."
En tanto, el presidente de la Comisión Episcopal
de Educación y obispo de Aguascalientes, Ramón Godínez,
aseveró que todos aquellos que vean la película, incluso
por morbo, incurrirán abiertamente en pecado, porque el filme denigra
y hace burla de lo más sagrado de la Iglesia católica.
Por su parte, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez
Inda, sostuvo que la exhibición de la cinta podría fracturar
la relación del Estado con la Iglesia católica. En un comunicado
dijo sentirse profundamente ofendido por la agresión a la Iglesia,
y también impotente ante la imposibilidad de hacer algo para evitar
el estreno en las salas cinematográficas.
Reconoció que ya vio parte de la película
pero no la terminó de ver, porque "no es posible que se le dé
comunión a un gato o que se hagan actos deshonestos cobijados por
el manto de la Virgen de Guadalupe. Más aún, que el padre
le dijera a la muchacha Amelia que era más bonita que la madre del
creador".
Por su parte, el cardenal y arzobispo de Guadalajara,
Juan Sandoval Iñiguez, apuntó que la Iglesia está
siendo sometida a una nueva persecución, "inédita", la cual
no producirá mártires pero sí dejará desprestigio
sobre los sacerdotes, "a los que se les quita su credibilidad y figura
pública para que la voz que levantan en nombre de Cristo no tenga
relevancia".
Pareciera, añadió, que la libertad se está
convirtiendo en libertinaje. Actualmente "puedo decir que las fuerzas más
oscuras del ateísmo y la antirreligión se han reorganizado
e incrustado en las instancias públicas, sobre todo en los medios
de comunicación y en la administración, para desde ahí
estar golpeando constantemente a la Iglesia, la religión y la fe
del pueblo católico".
Sandoval consideró que en ese ambiente de posmodernidad
"se dio el cambio en México a partir del 2 de julio de 2000, cambio
que todos pensamos mejor hacia un México más democrático,
más integrado, más igualitario y próspero, pero a
veces pensamos que la libertad se nos está volviendo libertinaje,
que la ley no se respeta, que los grupos y los individuos van por sus intereses
particulares, pasando por los intereses generales".
El cardenal de Monterrey, Adolfo Suárez Rivera,
emitió una circular para que los sacerdotes de todos los templos
de la arquidiócesis "alerten" a los feligreses de la película,
la cual "está cargada de odio" hacia la Iglesia.
Representantes del clero regiomontano señalaron
que con la exhibición se viola el artículo tercero de la
Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, el cual señala
que el Estado no podrá establecer ningún tipo de preferencia
o privilegio en favor de religión alguna, como tampoco en favor
o en contra de ninguna Iglesia ni agrupación religiosa. Y critica
que El crimen del padre Amaro fue apoyada con fondos del gobierno.
Sin embargo, no hacen referencia a los recursos públicos del gobierno
federal y del Distrito Federal con los que se financió parte importante
de la reciente visita de Juan Pablo II.
Demandas contra Creel, Bermúdez y Joskowics
Mientras tanto, en la ciudad de México, el dirigente
nacional del grupo Pro Vida, Jorge Serrano Limón, interpuso ayer
ante la Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia
de hechos en contra del secretario de Gobernación, Santiago Creel;
la directora del Conaculta, Sara Bermúdez, y el director del Imcine,
Alfredo Joskowics, por haber brindado apoyo financiero a la película.
Asimismo, solicitó que se investigue por qué se otorgaron
3.5 millones de pesos de fondos federales al productor del filme, Alfredo
Ripstein.
Respecto a Creel, el demandante solicitó se indague
por qué la Secretaría de Gobernación otorgó
la autorización para la exhibición de este película.
Aun cuando aceptó no haber visto la película,
Serrano Limón describió una escena en la que el manto de
la Virgen María es utilizado como cobijo entre el sacerdote católico
y su amante adolescente de 16 años de edad.
Sostuvo que en la película se falta al respeto
a la figura de la eucaristía, porque en una escena un personaje
va al altar y escupe la comunión y se la da a comer a su gato, lo
que consideró como "un gravísimo sacrilegio por tratarse
del cuerpo mismo de Jesucristo". (JOSE ANTONIO ROMAN Y LOS CORRESPONSALES
DAVID CARRIZALES, CLAUDIO JAIRO BAÑUELOS, CAYETANO FRIAS Y ERNESTO
MARTINEZ)