La medida, tras una reunión extraordinaria
de ministros convocada por Uribe
Decreta el mandatario colombiano estado de excepción
ante escalada de actos violentos
Habrá impuesto especial con el fin de recaudar
fondos para las fuerzas armadas
Enfrentamientos y atentados han dejado más de
100 muertos desde el pasado miércoles
REUTERS, PL Y DPA
Santafe de Bogota, 12 de agosto. El gobierno del
presidente colombiano, Alvaro Uribe, decretó este lunes estado de
excepción para tratar de contener la ola de violencia en el país,
que ha dejado unos 115 muertos desde que asumió el poder, el miércoles
pasado.
Asimismo,
emitió un decreto que obliga a los ciudadanos pudientes a pagar
un impuesto especial para financiar la lucha contra los movimientos armados
ilegales, precisó la ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez.
Las medidas fueron anunciadas luego de que el mandatario
derechista convocó ayer a una reunión urgente del consejo
de ministros.
Previamente, el gobierno había anunciado que trabajaba
en un campaña "agresiva" para defender la democracia y que mantendría
mano dura para someter a los grupos ilegales, aunque reiteró
la posibilidad de dialogar con éstos bajo la mediación de
la Organización de las Naciones Unidas.
En declaraciones al diario El Tiempo, el vicepresidente
Francisco Santos aseguró que se trata de una política que
se presentará en el momento "oportuno" en algún foro internacional.
"No podemos seguir aceptando ciertos criterios de que aquí los malos
somos nosotros", afirmó.
Advirtió además que no habrá canje
de prisioneros con la guerrilla sin que exista antes un proceso de paz,
pues consideró que de otro modo se generalizarán los secuestros
por parte de los grupos insurgentes. Estos mantienen en su poder a una
veintena de políticos, entre ellos la ex candidata presidencial
Ingrid Betancourt y a casi un centenar de militares y policías,
a quienes que exige canjear por rebeldes presos.
En cuanto a las posibilidades de reiniciar un proceso
de paz, expresó que lo intentaría primero a mediano plazo
con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), pues es "un
partido en armas y no un ejército como se plantean las FARC (Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia)".
El uso del terror, sostuvo, está llevando a las
FARC "a una situación increíblemente parecida a la de Pablo
Escobar", líder narcotraficante abatido en diciembre de 1993, tras
su fuga de una cárcel de Medellín.
El vicepresidente hizo alusión a los ataques dinamiteros
ordenados por Escobar en varias ciudades colombianas para presionar por
la abolición de la extradición a Estados Unidos, al recordar
los atentados perpetrados por las FARC durante la toma de posesión
de Uribe, el miércoles anterior, que dejaron al menos 20 muertos
y 64 heridos.
Por su parte, el presidente colombiano insistió,
en una entrevista publicada hoy por el periódico español
El País, en que los grupos colombianos que se sometan a la
ley podrían tener escaños en el Congreso. Paralelamente,
indicó que como parte de su estrategia para los cuatro años
de su gobierno aplicará una "política de recompensas por
la detención o muerte de terroristas".
También el domingo, Uribe convocó a sus
colaboradores para estudiar "medidas que permitan contener la racha de
violencia", según fuentes oficiales. La prensa había adelantado
que una de estas medidas podría ser decretar el estado de excepción.