José Cueli
Tánatos anda suelto
El libro de Andrè Green, Las cadenas de Eros, captó mi atención. No sólo en su punto central, que coloca el acento en una revisión de lo sexual en el sicoanálisis, sino además porque es un texto que plantea una problemática, la abre a discusión y revisión y nos obliga a pensar. La reflexión traza múltiples líneas de pensamiento para diversas disciplinas. En lo que concierne al sicoanálisis cuestiona todas las teorizaciones posfreudianas y a los freudianos con interrogantes sobre la práctica y el destino del sicoanálisis en la actualidad.
En una sociedad que presume de alto grado de tecnologización, pero que a su vez se muestra cada vez más solitaria y desmembrada, más competitiva y más insatisfecha, que acusa deterioro, ansiedad y depresión enmascarada, que busca desesperadamente soluciones rápidas en forma de fármacos cada vez más potentes, terapias rápidas de toda índole y/o sectas religiosas, lo único que parece demostrar es que el vacío existencial se incrementa cada vez más mientras las instituciones se desmoronan frente a sus ojos. Parece no haber asidero posible. Los cambios políticos, sociales y religiosos resultan casi incomprensibles. Incluso las relaciones entre las diversas disciplinas que antes nos parecían relativamente claras y bien delimitadas ahora han cambiado.
Pensemos por ejemplo en la relación entre el sicoanálisis y la religión, la filosofía, la cultura, la sociología y la lingüística por mencionar algunas. Pensemos también en las relaciones actuales entre política, religión y economía.
Abundan los ejemplos. En una economía en recesión surgen los escándalos económicos de Enron y World.com y su complejo entramado. En Latinoamérica a la crisis, aún no resuelta de Argentina, le suceden Uruguay y Venezuela. Escenas dantescas en sus ciudades porque las personas tienen hambre y desesperación, debido a que los ahorros de toda una vida se han convertido en humo. En el otro lado del océano las circunstancias son igual de aterradoras. Atentados como los perpetrados por ETA, esta semana en Alicante, con muertes entre la población civil, o matanzas entre palestinos e israelíes que, enceguecidos, actúan según la ley del Talión que parece rezar ''ojo por ojo y muertos por muertos", pero otra vez poblaciones civiles que ni la deben ni la temen. Y de México, ni hablar, los santos van y vienen pero no vemos cuándo nos toca el milagro.
Me parece que ante las graves circunstancias mundiales no sólo el sicoanálisis sino todas las disciplinas científicas y de humanidades tienen muchas interrogantes que abordar porque la famosa ''aldea global" parece más bien el infierno de Dante.
ƑNo será acaso que los supuestamente empolvados textos freudianos tienen vigencia si pensamos por ejemplo en El malestar en la cultura y El porvenir de una ilusión? Más bien parece que no agradó lo que allí se auguraba, pero el tiempo nos ha ganado y la ''sociedad cibernética" pareciera que se cae. Toca a los sicoanalistas reflexionar quizá un poco más sobre la dualidad pulsional porque pareciera que Tánatos anda suelto y sin freno, mientras que Eros agotado y exhausto ve disminuida su fuerza ligadora de vida. Y queda el diálogo con otras disciplinas.
Al reflexionar sobre los acontecimientos cotidianos: guerras, atentados terroristas, estafas, corrupción y violaciones a los derechos humanos por doquier, valdría la pena pensar con detenimiento la frase de Robert Musil: ''Uno hace lo que es, uno es lo que hace".