Unos 200 jóvenes fueron detenidos luego de la marcha contra el incremento
al transporte
Segundo día de disturbios estudiantiles en Chile
ENRIQUE GUTIERREZ CORRESPONSAL
Santiago, 8 de agosto. Unos 200 manifestantes fueron
detenidos luego de una protesta en la cual fue incendiado un autobús
de transporte local, en el segundo día de disturbios estudiantiles
en Chile.
Además del incendio del autobús, mediante
un bolso impregnado de combustible colocado en la parte trasera, un grupo
de presuntos escolares agredió e intentó robar a algunos
periodistas y camarógrafos que estaban cubriendo la marcha, realizada
esta mañana en el centro de Santiago.
"Hubo
800 personas que se manifestaron y hay casi 200 detenidas", informó
esta noche el subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil, quien señaló
que estas protestas convertidas en "actos vandálicos" se suman a
las del miércoles, que terminaron en saqueos y destrozos a comercios.
"Las piedras no son un argumento en democracia", añadió
el funcionario, en alusión a las piedras lanzadas a los pocos autobuses
de transporte público que intentaron circular por el centro de la
ciudad.
El incendio del autobús este día, en el
cual nadie resultó herido gracias a la acción de bomberos
y de un carro lanza agua, provocó congestionamiento de tránsito
en el centro de la ciudad, mientras también se provocaron daños
y una joven manifestante fue atropellada. La embajada de Brasil y la sede
de la Cámara de Diputados también fueron blanco de ataques
de los manifestantes, que siguieron en las calles a lo largo de la tarde.
Los estudiantes de secundaria protestan contra el aumento
de un 10 por ciento en el valor del pasaje preferencial estudiantil en
los medios de transporte urbano.
Por otro lado, un grupo de representantes indígenas
del sur de Chile ocupó este jueves durante cuatro horas las oficinas
de la Unión Europea (UE) en Santiago, para exigir la libertad de
nueve líderes mapuches sometidos a procesos por ocupación
de tierras, consignó Afp.
Los procesos contra dirigentes de organizaciones mapuches
se enmarcan en las tensiones que vive la región de la Araucania,
a 600 kilómetros al sur de Santiago, donde campesinos indígenas
reclaman la devolución de tierras "usurpadas" por empresas forestales.