La red de delatores alcanzaría a un millón de civiles, afirma el presidente colombiano
"Irreversible", la lucha antiguerrillera: Uribe; se inicia plan de "informantes"
Alarma a analistas el proyecto porque se parece al del ex dictador guatemalteco Ríos Montt
Aumenta a 21 el número de muertos por ataques rebeldes en toma de posesión presidencial
AFP, DPA Y REUTERS
Santafe de Bogota, 8 de agosto. El presidente colombiano, Alvaro Uribe, puso en marcha hoy un controvertido plan de "informantes" del ejército, en el que piensa involucrar a un millón de civiles, a fin de contrarrestar la acción de las guerrillas en una lucha que definió como "irreversible y permanente".
Este jueves aumentó a 21 el nú-mero de muertos por los ataques con explosivos perpetrados la víspera en Bogotá, a 400 metros del edificio del Congreso, donde tuvo lugar la toma de posesión. Hoy se confirmó que fallecieron dos de los 76 heridos en los ataques.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reiteraron sus condiciones del 15 de mayo para reanudar los diálogos de paz, referente a la desmilitarización de los sureños departamentos de Caquetá y Putumayo, así como una clara política estatal de combate al paramilitarismo.
Aunque en Nueva York se informó que Uribe y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, se pusieron ya de acuerdo para que el ente cumpla una misión de "buenos oficios" en el conflicto armado interno colombiano, el nuevo mandatario hizo énfasis en un vasto plan de contrainsurgencia durante su primer día como gobernante.
En el marco de una gira por Cé-sar y Caquetá, anunció que la red de informantes de un millón de civiles, en cuya primera etapa se prevé contratar a transportistas y taxistas para la seguridad en carreteras y calles, incorporará inicialmente a unos 600 voluntarios de los citados departamentos.
Aseveró que "esta lucha contra la violencia que azota Colombia será irreversible y permanente. Me la voy a jugar por este propósito".
El objetivo, dijo, es "actuar con firmeza y determinación para restablecer la paz, y llamo a todos los colombianos a cooperar con la fuerza pública a fin de derrotar a la minoría de violentos..."
Diálogo "pedagógico"
Uribe lanzó su Programa Estratégico de Seguridad Democrática en la sede de la biblioteca pública de Va-lledupar, capital de César, en presencia de los ministros de Defensa, Martha Lucía Ramírez, y del Interior, Fernando Londoño, así como de los jefes militares, legisladores y autoridades civiles.
El mandatario sostuvo que habrá un "diálogo pedagógico" para invitar a los ciudadanos a formar parte de estas redes para que nadie diga que lo coaccionaron, y que se tendrá cuidado en evitar que queden a merced de "los violentos".
También manifestó la posibilidad de que en "casos excepcionales" se permita llevar armas a miembros de la policía y el ejército que son considerados "de apoyo".
Explicó que el plan de informantes se efectuará por "fases y estratos sociales" para mayor efectividad, y añadió que se ejecutará "con total transparencia, de cara a los organismos de control, las entidades humanitarias y la comunidad nacional e internacional, pero sin titubeos y con el firme propósito de defender la vida y la honra de los 42 millones de colombianos".
Las entidades humanitarias alertaron del riesgo que este programa desemboque en nuevas Cooperativas Convivir, asociaciones de civiles creadas por Uribe cuando fue gobernador de Antioquia entre 1995 y 1997, que bajo el amparo de la ley promovió para ayudar a la fuerza pública y fueron vinculadas con violaciones a los derechos humanos y paramilitarismo.
En la pasada campaña electoral el candidato liberal Horacio Serpa acusó a Uribe de tener el respaldo de los paramilitares y querer armar a un millón de civiles para involucrarlos en forma directa en la guerra de contrainsurgencia. El ahora mandatario negó esos cargos.
Analistas también se han mostrado alarmados, al considerar que la iniciativa de Uribe se parece mu-cho a la del ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt (1982-83), quien armó a cientos de miles de campesinos en las cuestionadas Patrullas de Autodefensa Civil, que derivaron en paramilitares para enfrentar a las guerrillas y que arrasaron poblaciones enteras.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson, se declaró el 18 de abril en Ginebra "alarmada" por el auge del paramilitarismo en Colombia y la propuesta de Uribe.
La víspera también Amnistía Internacional le recordó que "la seguridad no puede lograrse a costa de los derechos humanos", al denunciar su iniciativa sobre un millón de "informantes".
Uribe, quien se declaró "dolido" por la oleada de atentados del miércoles en Bogotá, atribuidos a las FARC, al condenar los hechos ex-presó sus condolencias a las familias de las 21 personas que murieron, y se solidarizó con los cerca de 70 que resultaron heridos.
Incluso ofreció protección a los alcaldes de Caquetá que han sido amenazados por las guerrillas, y afirmó que habrá presencia militar de inmediato en lugares en donde se manifieste la violencia, con apo-yo de helicópteros o sin ellos ya que hace falta ese tipo de aparatos ante carencias de presupuesto.
Las autoridades sólo tenían detenido a un sospechoso de los atentados en las inmediaciones del palacio presidencial, mientras que la alcaldía bogotana pidió investigar si detrás de los ataques estarían fuerzas extranjeras como el Ejército Republicano Irlandés.
Las FARC, que no se han responsabilizado de los atentados, en cambio denunciaron que detrás el paramilitarismo está el financiamiento con dineros del narcotráfico, de la CIA y algunos industriales.
Entre sus condiciones para el diálogo, reclamaron castigo y destitución para militares y policías que los apoyan, y excluir del lenguaje en su contra los términos de "terroristas" y "narcoterroristas".
Hubo informes de combates de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra paramilitares en Santa Rosa, mientras que dos periodistas y un conductor del diario El Tiempo que se hallaban desaparecidos desde el martes en Risaralda reaparecieron salvos.
Condenas internacionales
Este día hubo una serie de condenas a los ataques armados durante la toma de posesión, por parte de Estados Unidos, Francia, España, Bolivia y Kofi Annan, así como de la oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia.
"Actos de violencia como esos, que desgraciadamente se han convertido en Colombia en algo cotidiano, mostraron un básico menosprecio por la vida humana", señaló Annan, quien agregó que este cli-ma de tensión e incertidumbre perturba la institucionalidad del país.
En términos similares se manifestó George W. Bush, al condenar "estos actos atroces; los terroristas han dejado en claro sus metas: matar las aspiraciones del pueblo de un Estado libre, próspero y democrático", y expresó su apoyo a Uri-be contra el terrorismo y por "llevar a los asesinos ante la justicia".
Más tarde, Uribe confirmó reportes de Nueva York de que Annan "adelantará la gestión de buenos oficios, (y que) estaba esperando que yo asumiera las funciones de presidente de los colombianos, que jurara y que le reiterara la petición que le hice personalmente".
En un comunicado de la presidencia se indica que Annan le confirmó a Uribe "que el organismo aceptó desempeñar el papel de mediador de buenos oficios para buscar la reanudación de diálogos con las FARC", rotos con el anterior gobierno de Andrés Pastrana.
En otro ámbito, se reportó que el ELN liberó a 11 personas que mantenía secuestradas en Antioquia, mientras se hallan paralizados los oleoductos Ocensa y Caño Limón Coveñas ante ataques rebeldes.
Por último, los jefes paramilitares Salvatore Mancuso y Carlos Castaño reconocieron el financiamiento del narcotráfico, y dijeron estar ha-ciendo una "depuración" entre sus grupos para evitarlo ya que se sienten parte de la "solución", por lo que no quieren que se les vea como una amenaza similar a las FARC.