ECONOMIA MORAL
Julio Boltvinik
Foro pobreza ignorada
Frustrado diálogo entre el INEGI y la academia
"No tener ni para comer"
La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente
La memoria
LA ESPLÉNDIDA MEMORIA del Foro La Pobreza Ignorada (Urbana) ha empezado a circular en estos días. El martes 6 de agosto se presentó en Indesol (Instituto de Desarrollo Social, de la Sedeso). La memoria tiene el mérito de ser una imagen fiel del foro tal cual ocurrió el 24 y el 25 de octubre del año pasado, en el Museo de la Ciudad de México. Es un libro de 158 páginas en tamaño carta, con el texto formado en dos columnas, que se lee cómodamente. Ha sido editado por la ONG que fue su principal promotora, Equipo Pueblo1.
LA MEMORIA REFLEJA fielmente el acontecer de este foro que fue organizado por 11 ONG, la Asamblea Legislativa del DF, el Instituto Nacional de las Mujeres, la UAM-Xochimilco, UNICEF, y las secretarías de Desarrollo Social del gobierno federal y del DF. Asimismo, El Colegio de México participó en la organización del pre-foro. Venciendo barreras partidarias e institucionales se logró un amplio y plural comité organizador. Cada una de las instituciones participantes contribuyó con su esfuerzo y con una parte de los requerimientos financieros.
LA MEMORIA EMPIEZA recordando los cuatro objetivos del foro: "situar la pobreza urbana en la agenda nacional; analizar sus tendencias con una perspectiva interdisciplinaria y regional; analizar experiencias gubernamentales y sociales de atención a la pobreza urbana; y crear un espacio de diálogo permanente entre los distintos sectores de la sociedad y el gobierno, para el análisis y elaboración de propuestas en relación a la pobreza urbana."
Preforo sobre medición de la pobreza
A CONTINUACION, LA memoria reproduce la relatoría del preforo sobre medición de la pobreza, que tuvo lugar en El Colegio de México el 10 de octubre de 2001. Por el carácter técnico especializado de las discusiones sobre la medición de la pobreza, se decidió abordar este tema en un acto anterior al foro mismo2. Era muy importante contar con la participación del INEGI, ya que uno de los problemas importantes de la medición de la pobreza por ingresos se deriva de la subestimación de los ingresos de los hogares en las encuestas, incluyendo la ENIGH (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares). Para enfrentar este problema, algunos investigadores ajustamos los datos para que reflejen el nivel de ingresos de los hogares que estiman las cuentas institucionales, que forman parte del sistema de cuentas nacionales. Existen muchas dudas respecto a la relación de los conceptos de ingresos en la ENIGH y los de las cuentas institucionales. Al respecto, la memoria señala lo siguiente: "Con ese propósito se convocaron a participar en el pre-foro a varios funcionarios del INEGI, tanto del área de la ENIGH como de cuentas nacionales. Hasta la víspera, estaba confirmada la participación de cuatro técnicos de este instituto, los que sin explicación alguna cancelaron su participación. El propósito del diálogo entre el INEGI y la academia se vio frustrado." (p. 24).
DE LAS CONCLUSIONES alcanzadas resalta la siguiente en términos institucionales y legales: "Hubo consenso en que dos medidas necesarias, aunque desde luego no suficientes, son la revisión de la Ley de Información Estadística y la modificación del estatuto legal del INEGI para convertirlo en una institución plenamente autónoma, para evitar el uso político de los recursos del INEGI" (p.25). En términos de la medición de la pobreza, la memoria concluye así: "Sin haber llegado a un consenso en torno a los detalles del método deseable de medición de la pobreza, se esbozaron ciertos consensos. En primer lugar, que deben tomarse en cuenta, además de los ingresos, otras dimensiones o fuentes de bienestar de los hogares. El tiempo libre o de ocio es uno de ellos. También hubo consenso en que cuestiones como el agua potable, la electricidad, el nivel educativo deben ser incluidos. Donde no hubo acuerdo es en la manera de combinar las diferentes dimensiones. La discusión sobre los niveles de los umbrales (que separan los pobres de los no pobres) no avanzó y, por tanto, no fue posible demarcar los puntos de acuerdo y de desacuerdo." (p.27).
Metodología del Foro
LOS ORGANIZADORES QUISIMOS evitar lo que les pasa a muchos foros, que casi la totalidad del tiempo se les agota en una lista muy grande de ponentes y queda muy poco para discusión. La idea central del foro era generar una amplia discusión, por lo cual se programaron sólo dos paneles por día, estableciendo claramente en cada uno la fase de ponencias y la de discusión, asignando tiempos similares a ambas fases. En las ponencias y en la discusión se buscó la integración de mesas plurales, tanto en términos institucionales como ideológicos. Las memorias recogen la versión sintética de las ponencias, tal como fueron presentadas en el foro, y el texto completo de los debates, de tal manera que quien las lee es como si asistiera al foro nuevamente. Se organizaron cuatro paneles: diagnóstico de la pobreza urbana; programas de gobierno y experiencias de la sociedad civil en la atención a la pobreza; análisis de las estrategias y políticas generales de combate a la pobreza; y conclusiones generales y discusión sobre alternativas y propuestas. Hoy abordo el primer panel.
Diagnóstico de la pobreza urbana
EL PRIMER PANEL tuvo cuatro ponencias, tres de académicos (de El Colegio de México y del ITESO de Guadalajara) y una del subsecretario de Planeación de Sedeso. La primera ponencia, presentada por Julio Boltvinik y Araceli Damián, que es recogida en las memorias como si hubiesen sido dos ponencias independientes, presenta la evolución y características de la pobreza urbana o pobreza ignorada. Empieza demostrando cómo la reorientación del gasto de lucha contra la pobreza hacia el medio rural, desprotegiendo casi totalmente a los pobres urbanos durante el gobierno de Zedillo, se basó en un error de cálculo de Santiago Levy. Una vez que este error se corrige queda claro que hay más pobres extremos en las localidades urbanas que en las rurales y, desde luego, muchísimos más pobres no extremos, por lo cual tal reorientación no se justificaba. Es importante notar que la definición de Levy de pobreza extrema corresponde a los hogares que no pueden adquirir la canasta normativa de alimentos o, dicho de otro modo, que son pobres alimentarios.3
EN LA SEGUNDA parte de la ponencia, que presentó Araceli Damián (El Colegio de México), se muestra la evolución de la pobreza nacional, dividida en urbana y rural, en la década de los noventa, en la que se llega a las siguientes conclusiones: 1) la pobreza creció en el país entre 1994 y 2000 (el sexenio de Zedillo) entre cinco y siete millones según el método que se aplique; 2) todo el aumento de la pobreza en este periodo se explica por el aumento de la pobreza extrema urbana; 3) no sólo vive la mayoría de los pobres en las ciudades, sino que su proporción respecto al total aumentó entre 1994 y 2000 (de 66 a 69 por ciento) y algo similar ocurrió con los pobres extremos (que pasó de 55 por ciento a 61 por ciento).
OTRA DE LAS ponencias presentadas en este panel, la de Rocío Enríquez, del ITESO, resultó de gran atractivo para el público. La ponencia es excelente y la voy a presentar con cierta amplitud.
Panorama urbano desolador
ROCIO ENRIQUEZ SEÑALA que el escenario actual de los asentamientos urbanos pobres en las zonas metropolitanas de nuestro país es cualitativamente diferente a lo encontrado en décadas anteriores. "El panorama es desolador, añade, por las siguientes razones:
1. El repliegue del Estado, que ha recortado dramáticamente los créditos, en el apoyo a la vivienda. No existe oferta de vivienda asequible para los pobres y tampoco cuentan éstos con capacidad de pago, lo que se ha agravado porque los apoyos a la vivienda popular gestados por organizaciones independientes se han debilitado seriamente.
2. La conformación actual de asentamientos irregulares no responde ya al tipo de invasiones masivas. Han sido sustituidas por estrategias de "ocupación hormiga". Este tipo de ocupación progresiva e individual entorpece las posibilidades de asociación entre los colonos. Las iniciativas colectivas para la gestión social de los servicios y la regularización de la tierra se convierten en tareas inalcanzables. Esto se ve agudizado porque cuando se vive en un contexto de necesidades básicas insatisfechas, el factor tiempo adquiere una connotación particular. Los pobres urbanos actuales destinan cada hora del día a la búsqueda de la sobrevivencia, no existen tiempos reales para la asociación y la gestión social del hábitat.
3. "Las manifestaciones actuales de la pobreza urbana extrema en nuestro país van mucho más allá de la ausencia de servicios, la escasez de empleo, se trata de un asunto que atenta de manera frontal a la posibilidad de alimentarse mínimamente. El discurso del hambre no es hoy en día un tema ajeno a la realidad que viven muchos hogares pobres de nuestras ciudades. Explorar los significados que actualmente construyen los pobres urbanos en torno a su condición es encontrarse una y otra vez con el hambre como la definición más precisa de la pobreza. Los pobres han tachado de sus listas alimentos básicos y han sustituido muchos de ellos únicamente por frijoles y tortillas. En muchos hogares se realiza únicamente una comida al día y ésta varía en tiempos y horarios de acuerdo con los ingresos logrados ese día". La ponente termina esta primera mirada al hambre señalando que la categoría hambre concentra el mayor número de respuestas cuando son los pobres quienes definen la pobreza: "no tener que comer", "no tener ni para comer", "...por ejemplo, hoy no he desayunado", y así sucesivamente. Muchos hogares urbanos pobres tienen hambre. Son, en términos de la definición de pobreza extrema de Levy, pobres extremos, pobres ignorados.
LA PONENCIA DE Martín de la Rosa (entonces en el ITESO, hoy responsable del programa de pobreza urbana de la Sedeso) se refiere a un método de medición participativa de la pobreza, aplicado en Tijuana, que busca medir la pobreza de abajo hacia arriba. Lamentablemente la presentación fue muy escueta y no se entendió cabalmente el método seguido. Tampoco se detallaron los indicadores usados. Esta ponencia hubiese estado mejor ubicada en el preforo. Por último, el diagnóstico presentado por el subsecretario de Sedeso, Gonzalo Robles, fue de un nivel muy elemental y las únicas cifras de pobreza que presentó las tomó de la Cepal. Muestra el grave atraso que en la materia prevalecía en la Sedeso.
Discusión
EN EL DEBATE intervinieron ocho comentaristas y los ponentes. Aunque el nivel de información de los comentaristas era desigual, y aunque me es imposible cubrir todos los temas discutidos, consideremos algunas de las cuestiones abordadas. María de la Paz López (UNIFEM) mencionó el hecho de que en México medimos pobreza a partir de encuestas que no fueron hechas con tal propósito. También aclaró a algún
comentarista, que había señalado lo contrario, que el Progresa cuenta con varias evaluaciones. Rosa María Rubalcava introdujo el tema de la oportunidad de la información y lo asoció al error de Levy4. Mencionó la dimensión comunitaria, que sí estaba en el programa de Solidaridad y que ahora se ha perdido. Magali Cabriolé (UAM) contrastó los refinamientos en los métodos de medición de la pobreza y el nulo avance en su combate. También destacó que los pobres no sólo tienen carencias, sino también potencialidades.
VINO FINALMENTE UNA segunda ronda para los ponentes, en la cual Julio Boltvinik hizo preguntas a Martín de la Rosa que, por falta de tiempo, éste no contestó. Reiteró la necesidad de crear una institución con una autonomía similar a la del IFE o del Banco de México para evaluar los programas sociales y para definir los métodos de medición de la pobreza y medir periódicamente ésta. Araceli Damián recordó que el Banco Mundial ha insistido en que la pobreza extrema es fundamentalmente rural. Es conveniente recordar que el estudio de Levy se hizo para el Banco Mundial. El subsecretario de Planeación de Sedeso, Gonzalo Robles, señaló la obligatoriedad de las evaluaciones, impuesta por la Cámara de Diputados, y señaló que 26 evaluaciones habían sido entregadas y que serían puestas en la web de Sedeso. Ponderó las virtudes del foro por el diálogo que significa e instó a que las memorias sean publicadas. En la próxima entrega abordaré los otros paneles del foro.
1. Para solicitar las memorias es necesario llamar al teléfono 55 39 00 15 o acudir a las oficinas de Equipo Pueblo, en Francisco Field Jurado 51, colonia Independencia, DF.
2. En la entrega del 26 de octubre del año pasado, con el título "Problemas de medición de la pobreza", presenté con detalle los contenidos de esta relatoría, por lo cual ahora sólo me referiré a un problema que limitó los alcances del preforo y a las conclusiones.
3. El lector interesado puede consultar la entrega de esta columna del 19 de octubre de 2001, en la cual reproduje la parte inicial de la ponencia presentada en el foro. Esta fue la colaboración galardonada con el Premio Nacional de Periodismo 2001. La ponencia completa, en coautoría con Araceli Damián, fue publicada también en Papeles de población. Revista del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población, Universidad Autónoma del Estado de México, Año 7, número 29, julio-septiembre de 2001 (en circulación a partir de mayo de 2002).
4. Lamentablemente, las transcripciones del debate tomaron mal muchos de los nombres propios. Levy se convirtió en Levin, Stewart en Stuart.
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