MEXICO, S.A.
Carlos Fernández-Vega
El ojo clínico del FMI en Brasil
Intenta detener una crisis que amenaza con contaminar incluso a las grandes potencias
ES TRADICION BRASILEÑA -según su propia promoción- que todo lo que haga ese país tiene que ser, obligadamente, o mais grande do globo, y en ese sentido la nación sudamericana concretó lo que ninguna otra en sus relaciones con el Fondo Monetario Internacional: 30 mil millones de dólares, que serán desembolsados prácticamente de inmediato.
NO ES LO UNICO QUE Brasil ha hecho en grande, más allá del pentacampeonato mundial de futbol. También acumula, entre otras cosas, la mayor deuda externa del planeta (250 mil millones de dólares) y crecientes índices de desigualdad social -nada envidiables-, indicadores que lo tienen al borde de una profunda crisis económica y política que el FMI ha querido evitar mediante el otorgamiento del más cuantioso préstamo en la historia del organismo financiero multilateral. De hecho, en los pasados cuatro años el gobierno brasileño ha recibido del Fondo préstamos por alrededor de 65 mil millones de dólares, incluido el anunciado el pasado miércoles.
DE CUALQUIER MANERA es claro que el FMI no es una institución samaritana, ni mucho menos preocupada por los niveles de bienestar de los habitantes de a pie de Brasil, México o cualquier otro país del planeta. Sus draconianas recetas, sus rígidos condicionamientos e imposiciones sólo pretenden "equilibrar" las finanzas del país a "rescatar", para que éste no suspenda el pago del servicio de su deuda externa, evitando así que otras naciones se "contaminen".
EL "OJO CLINICO" DEL Fondo detectó en Brasil una crítica situación, similar a la de Argentina, pero con un potencial explosivo y contaminante que podría desatar una crisis mayúscula en cascada, que involucraría no sólo a la devastada América Latina sino, especialmente, a las grandes potencias económicas y financieras del Primer Mundo, empezando por Estados Unidos, que de por sí muestra signos de deterioro.
QUEDA CLARO, TAMBIÉN, que esos 30 mil millones de dólares no se destinarán a promover el desarrollo social en Brasil ni a reforzar su deteriorado aparato productivo. Por el contrario, los recursos se aplicarán en una sola y transparente vía: garantizar el religioso y milimétrico cumplimiento de su calendario de pagos en materia de deuda externa, dejando para tiempos mejores -si se presentan- el rescate de la población en condiciones de pobreza y miseria, la generación de empleo seguro y bien remunerado, y otras tantas asignaturas pendientes. Adicionalmente, con los amarres hechos por el FMI y el gobierno de Cardoso, el futuro presidente brasileño -probablemente Lula- quedará perfectamente agarrado de la entrepierna, evitando -piensan- "desagradables sorpresas".
PERO UNA COSA ES LA realidad y otra muy distinta la euforia que provocó en el mundo financiero el anuncio oficial del FMI. De entrada, el ministro brasileño de Hacienda, Pedro Malan, explicó que el primer tramo del "paquete de asistencia" otorgado por el Fondo estará disponible en septiembre y el segundo después de la revisión del acuerdo, prevista para noviembre, es decir, después de los resultados electorales de octubre. El funcionario anotó que el acuerdo facilitará las políticas monetaria y cambiaria del país, y permitirá la intervención del Banco Central en el mercado cambiario hasta por 3 mil millones de dólares mensuales, el doble de lo que hasta ahora había utilizado en su intento por frenar el desplome de su moneda, el real.
MUCHO DINERO, PERO probablemente insuficiente, toda vez que el feliz ministro de Hacienda anunció ayer que su país negocia préstamos adicionales con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, aunque no detalló el monto de recursos que obtendría de esas instituciones financieras. A la par, la cotización del real frente al dólar se incrementaba 4 por ciento y la bolsa de Sao Paulo festejaba un avance superior a 4.4 por ciento.
TODO EL MUNDO CONTENTO con el acuerdo, aunque algunos le ponen "peros" al asunto. La agencia Dow Jones consideró que el monto involucrado "es mucho mayor de lo previsto, llegó antes de lo esperado y está diseñado para dar fin a la crisis económica que afecta a América Latina. Esta, de todas formas, es la versión oficial; la realidad puede ser muy diferente... En primer lugar habría que conocer la verdadera razón de por qué el FMI acudió tan prontamente con un paquete de ayuda financiera si funcionarios estadunidenses hasta hace poco insistían que esto no estaba en carpeta, y en segundo lugar, hay una razón de por qué el rescate financiero podría no tener éxito: la política brasileña. Por supuesto, ambas razones están relacionadas. El FMI había demorado por meses la entrega del rescate financiero a Brasil, ya que cada día parece más claro que el candidato oficialista tiene pocas posibilidades de ganar las elecciones de octubre y que probablemente lo hará uno de los candidatos de izquierda. Sin embargo, a medida que se deterioraban las finanzas brasileñas y seguía creciendo el riesgo de incumplimiento de su deuda pública, el Fondo encontró que la crisis se expandía. No sólo Brasil y Argentina estaban bajo presión, sino que otras monedas latinoamericanas comenzaban a sentir los efectos, incluyendo el peso mexicano.
ADEMAS, ESTABA LA INQUIETUD de los bancos. Se sabía que los europeos tenían la mayor exposición a Brasil -superior a 60 mil millones de dólares- y eran vistos como los más amenazados si se declaraba la moratoria. Sin embargo, una inspección más cercana demuestra que podrían ser los bancos estadunidenses -los que tienen muchísimas más probabilidades de ser escuchados por el FMI- los que tenían el mayor riesgo. Según Goldman Sachs, los 60 mil millones se reparten entre 10 bancos europeos, mientras los casi 30 mil millones de exposición de Estados Unidos se concentran en cuatro instituciones: Citibank, Bank of Boston, JP Morgan Chase y Bank of America. Debido a que algunos de estos bancos ya se encontraban bajo presión por la reciente crisis corporativa, no es de sorprender que el FMI considerara apropiado actuar antes que después.
Las rebanadas del pastel:
DICE EL SECRETARIO de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra, que no hay dinero para que todas las escuelas en el país sean "modelo", pero sí abunda si se trata de subsidiar a los bancos y a sus propietarios... Nos encontramos el lunes.
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