Enfrentamientos entre guerrilla y paramilitares habrían provocado 60 muertos
Se recrudece la violencia en Colombia, a dos días de la toma de posesión de Alvaro Uribe
Aún hay tiempo para lograr un acuerdo con las FARC, asegura Andrés Pastrana
AFP, REUTERS Y DPA
Santafe de Bogota, 5 de agosto. A dos días de la investidura de Alvaro Uribe como presidente, la violencia se recrudeció en Colombia con ataques contra un aeropuerto y la sede de la gobernación del departamento de Bolívar, entre otros atentados dinamiteros, combates entre paramilitares y guerrilleros, y el asesinato de dos concejales.
Los choques entre rebeldes y paramilitares ocurrieron en una zona rural de la localidad de Valencia, a 900 kilómetros de esta capital, y habrían dejado unos 60 muertos y un centenar de heridos, según el secretario de salud del departamento de Córdoba, Gustavo Ordosgoitia. Según un testimonio recogido por la cadena Caracol, miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habrían asesinado a unos 40 campesinos.
Un vocero policial, sin embargo, dijo a Afp que por ahora se tiene confirmada la muerte de dos campesinos, y que otros 10 resultaron heridos. La fuente indicó, sin embargo, que extraoficialmente se habla de unos 25 campesinos asesinados.
Por lo pronto, las fuerzas de seguridad permanecían este lunes en estado de alerta máxima ante los supuestos planes de las FARC para sabotear la asunción de Uribe el próximo miércoles, mientras 12 mil efectivos se de la policía se alistan para garantizar la seguridad del nuevo mandatario.
La ola de violencia alcanzó a Bogotá con el estallido de un coche bomba y dos artefactos de bajo poder, sin que hubiera víctimas. Pero en Saravena, departamento de Arauca, 16 personas resultaron heridas cuando siete cilindros bomba fueron lanzados contra el aeropuerto de esa localidad, en un ataque atribuido por el ejército a las FARC.
Además, presuntos comandos de esa guerrilla hicieron estallar una bomba de bajo poder en la sede de la gobernación de Bolívar, en Cartagena, con saldo de tres heridos y destrozos en el edificio. También en Cartagena las autoridades capturaron a dos presuntos guerrilleros de las FARC, a quienes confiscaron 30 kilos de explosivos.
Los ataques se extendieron Medellín, capital de Antioquia, donde supuestos rebeldes hicieron estallar una bomba que afectó el suministro de energía del tren metropolitano, en tanto que un coche bomba explotó en una empresa bananera cerca de esta ciudad, sin provocar víctimas.
Y esta madrugada, dos concejales fueron asesinados, en hechos separados, en las localidades de Clemencia, en Bolívar, y en Puerto Rico, en Caquetá, al parecer por guerrilleros de las FARC.
En este contexto, el presidente electo solicitó al saliente mandatario, Andrés Pastrana, su colaboración en el campo diplomático, al elogiar la gestión internacional y los esfuerzos realizados por éste en favor de la paz.
En una ceremonia en la que Uribe fue condecorado por las fuerzas armadas y por Pastrana, este último aseguró por su parte que aún hay tiempo para lograr un acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). "Si deciden sentarse a hablar con el gobierno para liberar a los secuestrados, nos sentaremos", sostuvo.
Empero, Pastrana consideró apócrifo un comunicado que circuló en la prensa, en el que supuestamente las FARC negaron que exista una oferta del presidente para buscar un acuerdo humanitario para lograr la liberación de los secuestrados.
A su vez, el jefe saliente de las fuerzas militares, el general Fernando Tapias, señaló en una entrevista al diario El Tiempo, que el actual conflicto "no es una guerra de exterminio, que este tipo de conflictos siempre termina con una negociación que debe ser de carácter político y favorable al Estado", pero dio a entender que será necesario mantener la guerra antes de atraer a los grupos ilegales hacia la mesa de negociaciones.