El pueblo se movilizó ayer "para para que todos quedemos colmados de energía y fe"
Los atenquenses renuevan más de 400 años de veneración al Divino Salvador, su santo patrono
La alegría popular por la cancelación del proyecto aeroportuario marcó los festejos
JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSAL
San Salvador Atenco, Mex., 4 de agosto. La imagen del Divino Salvador, santo patrono del pueblo de San Salvador Atenco, fue venerada hoy de manera "especial" por los campesinos. La fiesta religiosa, que data de hace 400 años, tuvo un motivo más: "dar gracias por la protección al movimiento de resistencia y por la cancelación del proyecto de construcción del aeropuerto".
En cada marcha que hizo el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), el estandarte del Divino Salvador fue enarbolado "como símbolo de lucha". Este domingo el santo fue honrado, aunque su día mayor es el próximo 6 de agosto.
En la fiesta religiosa de mayor importancia para los habitantes de Atenco hubo música de banda, bailes y platillos tradicionales, quema de juegos pirotécnicos, procesión, mañanitas, ofrendas, juegos mecánicos y sobre todo alegría de la gente.
Aún no amanecía, cuando decenas de cohetones fueron detonados y las campanas de la iglesia repicaron. Esta vez no era la señal de alarma por una posible incursión policiaca o para que la gente se reuniera a recibir información sobre el movimiento. Era para iniciar la procesión de jubileo por las calles del pueblo.
Reconocimiento y solidaridad
Desde las 5 de la mañana, cientos de pobladores participaron en las festividades. Por las calles principales el santo patrono fue paseado: "La idea de la procesión es que el Divino Salvador bendiga las calles del pueblo, para que todos quedemos colmados de energía y fe", decía Julián Martínez García, primer fiscal de la parroquia de Atenco y miembro del movimiento de resistencia.
Por la mañana, mientras en el atrio de la iglesia se ofrecían oraciones y música al santo, en la plaza principal decenas de representantes de diversas organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles llegaron para mostrar su reconocimiento y solidaridad a los campesinos. Se hicieron presentes labriegos de Tlaxcala, Guerrero, estudiantes y académicos de la UNAM, el comité del movimiento del 68, el FZLN, y hasta 14 personas del País Vasco pertenecientes al Comité Internacionalista.
En la biblioteca municipal los jóvenes hicieron jornadas para pintar y asear el inmueble. Desde hoy la biblioteca llevará el nombre de José Enrique Espinoza Juárez, campesino muerto tras el enfrentamiento entre ejidatarios y granaderos estatales el pasado 11 de julio.
En las calles se observó un ambiente de alegría. "Vemos un poco más de concurrencia que en otros años; es por la celebración de la anulación del decreto de expropiación de nuestras tierras", comentaban.
En la entrada del templo fue colocado un enorme arreglo con la imagen del santo patrono, flaqueado con figuras de ángeles y cisnes. Tras la procesión, se celebró la misa de Cuelga y se entonaron Las mañanitas.
Todo el día se escuchó la música de banda en el atrio de la iglesia. Danzas tradicionales y cientos de detonaciones de fuegos artificiales. Los bailes de los Santiagos, Vaqueros, los Sembradores, los Norteños, desfilan en la celebración.
Martínez García señaló que este año la delegación de la embajada de El Salvador en México se negó a acudir a Atenco como antes.
El cónsul saladoreño se negó a venir, porque no había una autoridad que lo respaldaba. "Se le comentó que el mismo pueblo lo respaldaba y dijo que no es lo mismo."
Los preparativos de la celebración comenzaron hace un mes. La mayordomía, compuesta por 27 personas y tres fiscales, se encargan cada año de recolectar la cooperación de los pobladores.
Desde 1965, la mayor de las tres parroquias que se localizan en Atenco fue ocupada por la imagen del Divino Salvador, después de que la iglesia de la Purísima sufrió algunas fisuras.
Francisco Alarcón, El Naco, como se le conoce, expresó que cada marcha del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra los campesinos se encomendaban al santo patrono, aunque recuerda que en una ocasión el párroco fue regañado por la diócesis de Texcoco porque les dio la bendición.
Por la noche, el festejo cerró con un baile popular.