En Costa negra interpreta piezas latinoamericanas a dúo con cantantes africanos
Tania Libertad rinde tributo a sus raíces: la música negra peruana
El álbum, grabado en París y Senegal, ha sido bien recibido en Africa y Europa, donde está de gira
JUAN JOSE OLIVARES Y FABRIZIO LEON
Tania Libertad y su ídem intuitiva. La cantante se encuentra desde hace algunos días en Europa para ofrecer presentaciones y promover así su más reciente producción, Costa negra, disco con 14 excelsas piezas de autores latinoamericanos, algunas interpretadas a dúo con cantantes africanos como Cesaria Evora, Ousmane Toure, Soda Mama Fall y Thiam Dogo, entre otros. Costa negra -de reciente salida al mercado mexicano, aunque en el viejo continente tiene siete meses de aparecido- es un tributo a las raíces africanas de la cantante nacida en Zaña, el único poblado negro de la costa norte de Perú.
El álbum ha sido bien recibido en Europa y se espera que suceda lo mismo en México, donde Tania prepara un concierto -en lugar por confirmar- ex profeso con temas del disco, y otro, más masivo, el próximo 31 de octubre en el Auditorio Nacional, donde presentará, quizá con la presencia de Cesaria Evora u otro de los músicos africanos participantes, su habitual repertorio de boleros, canto latinoamericano, más canciones de Costa negra y del disco de arias de ópera. Mientras -dice en entrevista telefónica desde Ginebra, Suiza- seguirá un mes más del otro lado del océano para seguir deleitando a europeos y africanos, ya que le esperan presentaciones en Francia, España, Bélgica y, la más interesante, en Angola.
Tania llevó su negritud peruana de regreso a las costas de Senegal, donde se encontró con una de las raíces de lo que ha cantado toda su vida: la música negra peruana, pero interpretada por músicos africanos y latinoamericanos.
Historias mestizas
Costa negra es una catarsis en el alma de Tania: "Era algo con lo que llegué a México en 1980, con esa maletita, con ese repertorio muy acústico lleno de ritmos negros peruanos, era el canto negro del Perú. Luego me dispersé un poco porque los músicos que tocaban conmigo tocaban salsa u otro ritmo. Fui disfrutando otros géneros pero sin olvidarme de lo mío, tan es así que cada disco incluía dos o tres cosas de la negritud peruana. También experimenté junto con Alex Syntek en 94 con un material llamado Africa en América, pero era con recursos electrónicos".
En el disco, grabado en París y Senegal y producido de forma independiente por Tania y José da Silva (mánager de Cesaria Evora), intervienen algunos músicos de Cesaria Evora, el cubano Totiño, el peruano Félix Casaverde, la directora musical cubana Sonia Cornuchet, algunos de Senegal, de Madagascar, de Costa de Marfil, de Camerún, que, en complicidad con Tania, relatan 14 historias mestizas a ritmo negro, endulzadas con sensualidad instintiva.
"Es un sueño llegar a Africa. Me metí en un terreno difícil porque la música africana la hacen los africanos y casi no dejan espacio para nadie que no muestre esas raíces. Conmigo se convencieron de la honestidad de mi trabajo. La música negra peruana tiene otro paso, otro andar, tiene una síncopa más atrasadita y tal vez es más sensual, porque así la fuimos haciendo los mestizos. Era una interrogante fuerte el saber qué pasaría cuando llevara esta música 500 años después directamente a los orígenes: las costas occidentales africanas".
Costa negra fue verdaderamente un viaje retrospectivo en todos sus sentidos. Cuenta que los primeros momentos en que comenzó a grabar en Dakar, fueron de verdad intensos: ''Cuando ves la pobreza de Latinoamérica piensas que es el tercer mundo, pero hay más que eso y es tan difícil de explicar ese sentimiento porque de pronto no quieres salir de tu hotel; te entra un sentimiento de cobardía o no sé si de culpa, pero junto a eso te encuentras unos músicos... Dios mío, oír a esas fuertes mujeres, esas griots que tienen una presentación muy corta en una de las canciones, pero que parecían dueñas de todo... es difícil explicarlo con palabras."
Historia de un amor
Hasta el momento Tania, su Costa negra y la banda con la que se presenta, han salido bien librados ya que fueron bien recibidos en Senegal, donde ya ofreció un concierto. "Para mí es importante sentir la reacción en los próximos tres conciertos en Angola. Pero ya desde el momento que los músicos africanos que tocaron en el disco sintieron esta música y el ver que terminaron contentos es ya gratificante".
Dice Tania que todos los músicos de Africa que radican en París querían participar en el proyecto. Sin duda una de las intervenciones más interesantes es la de la fadista de Cabo Verde, Cesaria Evora, con la canción Historia de un amor (de Carlos Eleta Almarán). Una delicia de arreglo. Tania comenta sobre este contacto. "El primer contacto fui yo porque decidí poner dinero, junto con Julio Solórzano, para traerla al Salón 21. Su representante, José da Silva, se entera de que no sólo pongo dinero, sino que canto. Luego le doy mis discos y le propongo mi proyecto, que pago los gastos pero que me acercara a esa cultura; así terminamos pagando los dos el disco".
Este material ya se encuentra en los estantes comerciales y se une a sus otros 32 discos, que se resumirán en esa presentación en el Auditorio Nacional. Tania Libertad cuenta con reconocimientos como el nombramiento de Cantante de la UNESCO para la Paz o el de Comendadora por el gobierno del Perú.
La historia de Tania Libertad es una de esas que valen por esos detalles y señales que el destino puso a lo largo de su vida y que la han convertido en una de las mejores cantantes de la historia latinoamericana.