Pese al cambio de partido en el poder, hay policías que aún perpetran tormentos, dice

México, entre los 30 países donde la tortura es práctica "sistemática", según ONG británica

La organización Redress elabora mapa mundial sobre el tema; en la actualidad trabaja aquí

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Redress, organización no gubernamental (ONG) británica especializada en brindar asistencia amplia a víctimas de tortura, elabora un mapa sobre esta práctica ilícita en el mundo, y eligió a México como uno de los 30 países más representativos en que los tormentos se perpetran de manera "sistemática".

Gabriela Echeverría, consejera legal en el área internacional de Redress, explicó que esta nación fue elegida por la importancia que tiene en América Latina y porque a pesar del cambio de partido en el poder, los cuerpos policiacos aún recurren a la tortura como medio para obtener confesiones.

Durante su corta visita a la ciudad de México, donde participó en el seminario sobre comisiones de la verdad, habló con este diario sobre el proyecto que la ONG realizará aquí -como parte del mapa de la tortura- y de sus planes para coordinarse con Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT).

Señaló que esta organización defensora de derechos humanos hará un informe y emitirá una serie de sugerencias a los países analizados para que realicen cambios en su legislación y preparen a jueces y policías que aún no están sensibilizados en el tema.

Redress es una asociación joven. En los años 80, su fundador, Keith Carmichael, fue víctima de tortura en Arabia Saudita, pero no encontró un organismo que lo auxiliara en sus gestiones para recibir una reparación justa por los daños que sufrió.

Así fue como en 1992 surgió Redress, cuyo lema es "en busca de la reparación para los sobrevivientes de tortura" y cuya sede está en Londres.

La misión del organismo es ayudar a reconstruir la vida de los sobrevivientes de tortura y de sus familias, así como erradicar esta práctica.

Para ello, otorga asistencia legal a los sobrevivientes de tormentos, promueve el desarrollo y la implementación de estándares nacionales e internacionales para su prevención y busca hacer conciencia del uso extendido de la tortura y de los medios para resarcir a las víctimas.

Echeverría, abogada mexicana, explicó que Redress tiene información de que en el país, aun cuando hubo un cambio de gobierno, la tortura se sigue practicando de manera sistemática, debido a que las instituciones de procuración de justicia heredaron un patrón de conducta de los tiempos de regímenes autoritarios.

Lo más grave es que las autoridades mexicanas niegan que la tortura sea aquí una práctica común, lo que ha provocado que existan pocas demandas al respecto y que hasta la fecha nadie haya sido juzgado y castigado por ese delito.

"Me sorprende mucho la actitud de este gobierno, que a pesar de estar muy abierto a la discusión sobre el tema de derechos humanos, no asume que los cuerpos policiacos están más que acostumbrados a torturar a la gente para obtener una confesión", expresó.

Refirió que para elegir a México como uno de los países representativos de la práctica de la tortura se tomaron en cuenta informes de organismos como Amnistía Internacional, que dan cuenta de numerosos casos que no se han sido investigados por las autoridades judiciales.

Consideró que esta situación refleja la existencia de grandes problemas en México y la necesidad de que las instituciones judiciales y policiacas cambien sus prácticas. "Por un lado, los jueces no están receptivos a los casos de tortura, y por otro, los policías siguen recurriendo a los métodos tradicionales para obtener confesiones".

A Redress, abundó, le preocupa en mayor medida la situación de los indígenas, pues ellos son las principales víctimas de violaciones a los derechos humanos por parte de militares y agentes policiacos.

Para realizar su proyecto, indicó, en una primera etapa aplicaron una serie de cuestionarios a organizaciones e instituciones de los 30 países participantes -entre los que se encuentran Chile y Argentina por parte de América Latina-; el siguiente paso será hacer una investigación más amplia que aparecerá en un informe.

El documento -que estimó podría quedar listo dentro de dos años- incluirá una introducción con los estándares internacionales del derecho a la reparación en casos de tortura, un estudio comparativo de las diferentes regiones del mundo y las recomendaciones tendientes a la erradicación de esa práctica.

Por otra parte, explicó que están en pláticas con ACAT para proporcionarle auxilio en la denuncia de casos de tortura, en la promoción del derecho de las víctimas a la reparación de daños y, a partir de ello, en impulsar reformas a la leyes mexicanas para que no se repita la práctica.