Fue un exceso y una imprudencia, dice el PRD; lo hizo para mejorar su rating: PRI

Fustigan a Fox por besar el anillo del Papa

Imposible, que deje la investidura, pues México no debe quedar sin Presidente, expresan

El Estado mexicano no debe subordinarse a Iglesia alguna; es laico y así tiene que continuar, expresó Enrique Jackson, coordinador de la fracción priísta en el Senado. A su vez, Jesús Ortega, líder perredista en el mismo órgano legislativo, sostuvo: "fue un exceso, una imprudencia, que Vicente Fox besara el anillo del Papa".

La actitud del Ejecutivo al dar la bienvenida a Juan Pablo II causó controversia entre la clase política, porque por primera vez, al menos en público, un presidente mexicano besó el símbolo del poder papal, en un acto de sometimiento a quien es a la vez autoridad espiritual y jefe de Estado.

Además de "exceso" e "imprudencia", partidos como el de la Revolución Democrática (PRD) y el del Trabajo (PT) vieron en la actitud una "manipulación mediática", e incluso un gesto "fariseo" con el que sólo se intenta "lucrar políticamente con la presencia del Papa: Fox quiere mejorar su maltrecha popularidad".

Entretanto, el priísta Manuel Jiménez Guzmán, cabeza de un grupo masón, expresó su preocupación de que "al amparo de la visita del Papa la ultraderecha ligada al gobierno pretenda reformar la Constitución para desmantelar el Estado laico". El beso fue "una actitud poco republicana", porque "este tributo religioso podría desencadenar los enconos y el revanchismo histórico ya superados".

El también ex gran maestro de la Gran Logia Valle de México agregó que el Presidente "está obligado a mantener su religión en el marco de lo privado, y no como una actitud propagandística para mejorar el rating o su popularidad, presentándose como un siervo humilde del Papa".

A su vez, Jackson, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, sostuvo que con ese beso Fox rompe con la definición de que México es un Estado laico. "Fue un acto indebido, e indudablemente causará debate en el Congreso en los próximos días, pero debe quedar claro que el capítulo de la relación Estado-Iglesia hace mucho quedó cerrado".

Insistió en que el beso crea una "polémica innecesaria", pues existiendo en la agenda política tantos temas importantes para el país, la gente espera soluciones a sus problemas y no que se discuta la actitud del Presidente ante otro jefe de Estado.

Es muy delicado y complejo, añadió, que Fox se haya excedido en el trato protocolario, pues "el Estado mexicano no se puede someter a ninguna Iglesia. Costó mucho la independencia y es un tema que debe tratarse con prudencia y gran respeto, pero el Estado es laico".

Subrayó que en el debate que se dará en los próximos días debe tenerse cuidado con la discusión sobre aspectos religiosos. "Ese tema está superado. Tenemos libertad de culto y de credo", pero lo que está a discusión, sin duda, será la actitud del jefe del Estado mexicano frente a otro jefe de Estado, pues debe tenerse cuidado y ser respetuoso de las leyes.

En tanto, Jesús Ortega apuntó que sin duda se debatirá la acción del Presidente, pues "rebasó la prudencia, se excedió en el protocolo y la cortesía a que está obligado como jefe de Estado".

No está claro, insistió, si Fox se subordinó ante el jefe de Estado o ante el líder católico. "Con esta acción de imprudencia abre un tema superado y que, desde el punto de vista político, no convenía volver a abrir. El Estado es laico aunque la mayoría de la población sea católica".

Tanto el priísta como el perredista coincidieron en entrevistas por separado en que el Ejecutivo no se puede despojar de su investidura como si se tratara de ropa, pues México no debe quedar sin Presidente. "Escuchamos que él eso explicó, pero es imposible, y él lo sabe".

Fue más allá y cuestionó: "ƑFox debe respetar o no la Constitución? Porque ahí está muy claro que los funcionarios no pueden asistir con su investidura a actos de culto religioso. ƑQué procede? Necesariamente habrá un debate para obligarlo a la prudencia y a que acate la ley".

La fe del mandatario "no está a discusión; sin embargo, como Presidente tiene que acatar lo que la Constitución y las leyes le marcan con toda claridad".

Javier Hidalgo, vocero del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, expresó que fue un hecho "muy calculado para aprovechar la religiosidad de los mexicanos, la creencia de la mayoría y tratar de quedar bien.

"Fox debió ser recatado y como estadista guardar las formas republicanas y no utilizar al Papa para su campaña de reposicionamiento en la Presidencia. Y lo digo recogiendo una de las recomendaciones que hacen muchos mexicanos; un buen cristiano no miente, y Fox llegó a la Presidencia mintiendo y no ha cumplido sus promesas de campaña. Entonces, antes de besarle la mano al Papa debería cumplir su palabra como buen cristiano."

Asimismo, la directiva del PT advirtió en la ceremonia de bienvenida al pontífice "un uso a conveniencia de la visita pastoral; está siendo utilizada como elemento redimensionador de la deteriorada imagen mediática de Vicente Fox". (VICTOR BALLINAS, ENRIQUE MENDEZ Y MIREYA CUELLAR)

Sólo busca fortalecer su imagen, afirma catedrático

El Ejecutivo no ha dudado en mentir y manipular, acusa pastor evangélico

ALMA E. MUÑOZ

Como ciudadano, Vicente Fox tiene derecho a profesar y expresar su religión, pero en su condición de jefe del Ejecutivo "no puede ir por encima de la investidura presidencial y de la Constitución que juró cumplir para expresar su fe"; además, debe esperar el "cobro de factura que el Vaticano le hará a mediano plazo por utilizar al catolicismo como propaganda política", coincidieron líderes religiosos y especialistas en el tema.

Asimismo, el mandatario "pagará un costo político" por cuestionar "la determinación de la jerarquía católica de no reconocer a Marta Sahagún como su esposa ante la Iglesia al sentarla junto al pontífice" en la ceremonia de bienvenida, aseveró el profesor Josué Tinoco Amador, jefe del área de Sicología Política de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Los entrevistados criticaron el "exacerbado" fervor del Presidente y su gabinete, al grado de "manipular leyes" para ignorar que el Estado mexicano es laico, y señalaron que la investidura presidencial "está al nivel de quien no ha sabido honrarla".

En defensa del mandatario salió el arzobispo de la Iglesia ortodoxa, Antonio Chedraui: "como humano tiene derecho a ser un hombre con sentimiento religioso. No cometió ningún error ni pecado mortal. Besar el anillo del Papa fue una declaración de respeto, porque el Pontífice es su padre espiritual. (...) Si actúa mal o no cumple su palabra, entonces vamos a criticar, pero no digamos que por su actuación del martes violó la Constitución".

Adoniram Gaxiola, pastor evangélico, puso en entredicho que Fox se postrara ante el jefe del Estado Vaticano. "Habría que preguntarse si no implica la subordinación de Fox ante un gobierno extranjero, y en el terreno de la relación Iglesia-Estado, lamentar que una ley secundaria sea violentada por el jefe supremo del país. (...) Si él no cumple con lo establecido, no tiene autoridad moral para exigirle a nadie, en ningún terreno, que acate las disposiciones".

Agregó: "los actos católicos del Ejecutivo realmente ya no nos llaman a sorpresa, porque son la mera expresión de un hombre que se ha distinguido por su falta de integridad y que no ha dudado en mentir, en simular y en manipular".

Añadió que "esperaría que las iglesias y las asociaciones religiosas no católicas asumieran su responsabilidad histórica y en conjunto confrontaran los excesos del gobierno foxista".

En tanto, Josué Tinoco consideró que la actitud presidencial responde al "amarre de fuerzas y de grupos" para fortalecer su imagen política, con miras a las elecciones intermedias del próximo año.

"Fox no cuidó la etiqueta y dejó aflorar su fervor. Besó el anillo papal porque seguramente le ganó la emoción de estar frente al pontífice (...) Después de esto, seguramente buscará un acercamiento con los líderes evangélicos."

Expresó que como analista le preocupa que "no se hace bien la separación del Estado laico y esté abierta la posibilidad de que quien esté en contra de esas acciones no sea considerado más que un retrogrado, un jacobino o un callista".

Debemos estar pendientes, dijo, del cobro que hará la Iglesia a Fox, porque, "aunque Marta Sahagún llore, esto no le hace ser santa, y sigue estando en pecado. Creo que si el Papa hubiera tenido más vigor la levanta de su asiento o impide de alguna manera tenerla cerca".

Aseveró que en el encuentro de ayer por la noche seguramente "se comenzó a trabajar sobre la política educativa, informativa y gubernamental de los próximos años, después de que Vicente Fox antepuso a la nación sus intereses particulares, en este caso religiosos".