El Centro de Terapia de Apoyo realiza un trabajo interdisciplinario para resarcir el daño
Atiende la PGJDF a más de 4 mil víctimas de agresión sexual al año
El incremento en la demanda de servicios dificulta nuestra labor, indica la responsable del área
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Cada año más de 4 mil personas que sufrieron algún tipo de agresión sexual, entre menores de edad, mujeres y varones, reciben atención en el Centro de Terapia de Apoyo a Víctimas del Delitos Sexuales (CTA), de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
Bárbara Yllán Rondero, subprocuradora de Atención a Víctimas de Delito y Servicios a la Comunidad, señaló que de esas más de 4 mil personas, alrededor de 40 por ciento son mujeres y del resto, un elevado porcentaje son menores de edad.
Advirtió que en los años recientes las denuncias se han incrementado, y aunque la capacidad de la dependencia soporta el crecimiento de la demanda, las constantes ratificaciones de los dictámenes que tiene que hacer en los juzgados el personal de sicología, resta tiempo para la atención a las víctimas.
No obstante, dicho procedimiento de ninguna manera es visto como distracción para el personal, aseguró Yllán Rondero, pues sirve para que el juez aplique una justa reparación del daño a favor de la víctima.
El año pasado el CTA atendió a 5 mil 476 personas, lo que significó realizar más de 25 mil sesiones sicoterapéuticas personales y grupales. Mientras, el área jurídica proporcionó 2 mil 998 asesorías y asistió a 8 mil 998 comparecencias ante agentes del Ministerio Público y jueces penales. "Somos los abogados, los sicoterapeutas, los médicos y los apoyos sociales de las víctimas. También atendemos a familiares, que para nosotros son víctimas indirectas del mismo hecho delictivo", explicó la funcionaria.
El CTA se creó en agosto de 1990 como un área especializada de la PGJDF cuyo objetivo es brindar atención sicoterapéutica a las víctimas y sus familiares que acuden a denunciar el delito, aunque hay muchas personas que reciben asistencia pero no se han decidido a iniciar la averiguación previa por la agresión sexual que sufrieron.
Con el tiempo el centro amplió sus funciones de manera que realiza un trabajo interdisciplinario ante las afectaciones de tipo físico, sicológico y sexual de las víctimas, que implican atención terapéutica, jurídica, médica y social. Paulatinamente se definió el trabajo por grupos específicos, por edades y tipo de víctima. Así, las terapias grupales se dividen para mujeres, adolescentes, niños de 5 a 8 años que sufrieron abuso; menores de esas edades que padecieron violación, y víctimas de estos delitos de 9 a 12 años.
Se atiende también, por separado, a grupos de padres de menores víctimas de agresión sexual y a cónyuges de mujeres que fueron atacadas sexualmente.
La dependencia ha puesto especial énfasis en la reparación del daño moral, y busca el pago de los tratamientos que sean necesarios para la recuperación de la víctima.
El trabajo de análisis e investigación forma parte también de las actividades del CTA, toda vez que "los delincuentes no son un enemigo fácil de vencer, por lo cual resulta fundamental conocer sus motivaciones, manera de operar, el porqué del ataque, el perfil de las víctimas de mayor incidencia, vinculación con otros delitos y factores que influyen en el fenómeno de la agresión sexual". El personal del centro está capacitado también para detectar casos de violadores seriales, para lo cual compila datos de los ilícitos con base en el modus operandi, el perfil de las víctimas y los victimarios y la escena del crimen.
Tratamiento a violadores
Bárbara Yllán explicó que aun cuando la atención es primordialmente a víctimas, la dependencia proporciona también asistencia a violadores, en los casos en que lo solicitan las autoridades penitenciarias. Ello, cuando es requisito para que un preso obtenga el beneficio de preliberación, que se someta a un proceso terapéutico de readaptación social.
Otra labor del CTA, en las cuatro agencias especializadas y en la Fiscalía para Delitos Sexuales, es el trabajo de "intervención en crisis", que consiste en la atención a la víctima que acude a presentar su denuncia, para un adecuado manejo del estrés postraumático generado por el acto violento, y su posterior canalización al centro para su atención continua e integral.
Además, brinda atención sicológica al propio personal de la dependencia: agentes ministeriales, peritos y policías judiciales, para prevenir su desgaste y que asimilen los problemas emocionales de las víctimas.
