Apremia a pensar un modelo alternativo para la región
Deben las universidades generar productos para el cambio:
Abad
CLAUDIA HERRERA BELTRAN /II Y ULTIMA
En América Latina el modelo neoliberal está
agotado. Por tanto es momento de que las comunidades académicas
se sacudan la ''modorra intelectual'' y propongan una respuesta latinoamericana
para el nuevo siglo, recomienda el representante de la Unesco en México,
Gonzalo Abad.
Según el diplomático ecuatoriano, si esta
reflexión no se hace pronto los países seguirán ''reventando'',
como le ocurrió a Argentina. Y en esta tarea las universidades tienen
un papel fundamental, a fin de que no sólo hagan investigación
para el mercado, sino que también generen ''productos para el cambio''.
Explica que con la finalidad de impulsar esta discusión,
el fondo está convocando a grupos académicos de la región
para hacer una reflexión sobre cuál es el modelo de desarrollo
alternativo que conviene a la región en esta sociedad globalizada.
Además de sus 19 años en la Unesco, Abad
tiene una larga trayectoria académica: fue director de sociología
de la Universidad Central de Ecuador, presidió la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (Flacso) y ha escrito varios libros y artículos
en materia de ciencias sociales.
Desde esa visión es como analiza el papel de América
Latina frente al proceso de mundialización -prefiere ese término
que el de globalización-, así como la importancia que tiene
la educación para que los países puedan incorporarse a la
sociedad del conocimiento.
Pensar Latinoamérica
-En
el mundo globalizado, ¿cuáles son los desafíos de
los países latinoamericanos en materia educativa?
-Cada vez está más claro que la inversión
en conocimiento es la que va a rendir frutos con mayor eficacia, y en este
proceso la educación es la única manera de entrar al mundo
del futuro, de la cibernética, de lo digital. No es la teoría
decimonónica de la construcción del Estado nacional, sino
la participación en un proceso de mundialización. Prefiero
hablar de mundialización, porque la globalización es lo que
está dándose en el mundo de la economía. El proceso
de globalización es un proceso que está en marcha, y en la
Unesco consideramos que el proceso tiene que ser humanizado, deben entrar
valores universales y humanos como la educación, y el respeto a
la cultura y a los derechos humanos.
-Ante ese proceso, ¿cuál es la perspectiva
de América Latina?
-Estamos reaccionando razonablemente en términos
generales. Lo que sucede es que la circunstancia de América Latina
es compleja. El modelo neoliberal, por llamarlo de alguna manera, que aparentemente
era la solución, se está desestabilizando, está llegando
a sus límites. Y ahí está Argentina.
''Para mí estamos llegando a un parteaguas. Estos
próximos cinco años son el momento de volver a hacer una
reflexión endógena latinoamericana y ya no sólo aplicar
las recetas internacionales, que hasta el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional están cambiando. Es urgente analizar cuáles
han sido los efectos de este modelo en los 15 o 20 años que lo hemos
tenido, y hay que ser capaces muy rápidamente de producir una nueva
proposición de desarrollo que venga de América Latina frente
al proceso de mundialización.
''No se trata de irnos 30 años atrás y decir:
'vamos a hacer una fortaleza', se trata de que frente a este mundo, tal
como está, hay que producir un nuevo modelo que responda a nuestras
necesidades. Y segundo, hay que repensar los modelos políticos,
porque hay problemas de ingobernabilidad cada vez más acentuados".
-¿Y si no se hace esta reflexión?
-Nos va a pasar lo de ahora, que están reventándose
los países. ¿Cómo es posible que los países
revienten si eso no existía hace 50 años a menos que hubiera
una guerra? Pero el hecho es que se debe sacudir la modorra intelectual
en la que estamos y producir un nuevo modelo, porque estamos repitiendo
las fórmulas que vienen del centro, porque en la periferia no se
ha producido una nueva teoría del desarrollo de América Latina;
no la hay desde hace 30 años o 40 años.
-¿Cómo ve a las izquierdas latinoamericanas?
-En la modorra intelectual, pero también a las
derechas. No ha habido una reflexión seria de cómo enfrentar
la mundialización en América Latina. Urge una respuesta latinoamericana
para el nuevo siglo.
-Desde su perspectiva y con la experiencia que tiene en
la Unesco, ¿cuáles son los puntos que deben tomarse en cuenta
en esta discusión que propone?
-Primero ver hasta dónde hemos avanzado, porque
no hay escuelas de pensamiento latinoamericano que expliquen lo que está
pasando. Hace 30 años, cuando era estudiante, sí las había:
la teoría de la dependencia, la teoría de la Cepal. Eso se
ha perdido, primero porque hubo dictaduras en el cono sur, y porque la
investigación que se hace hoy está más ligada a lo
práctico. Desde mi punto de vista la investigación social
no tiene financiamiento nacional, tiene financiamiento externo que tiene
sus propias lógicas. No lo acuso ni de bueno ni de malo.
''Por otra parte las transiciones democráticas
en América Latina ya se dieron. Ya se puede ver cuáles fueron
sus problemas, dónde tuvieron éxito y dónde no. En
vez de criticar el deber ser de las democracias, hay que hacer una crítica
seria de cuál fue la experiencia, los errores, por tanto por dónde
debemos caminar para corregirlo. El modelo para mí está agotado.
Tenemos que ser capaces de producir otro más justo, más equitativo,
más diverso culturalmente, más democrático''.