La corteza del encino contiene taninos; por su astringencia es usada en medicina tradicional para fortalecer las encías; otras partes, como las flores, se utilizan como antiespasmódico.
Las agallas suelen generarse en las hojas por la picadura de un insecto que deposita su larva, son bolas de siete centímetros de diámetro. También tienen aplicación en la medicina tradicional y en la industria, por su contenido de ácido gálico y taninos.
Los artesanos usan la madera de los encinos, fuerte, durable y que no se astilla con facilidad, para hacer muebles, manufacturar toneles y barricas, y para tornear trompos y baleros, entre otros juguetes; con el fino pulimento alcanza alto brillo. Otros utilizan sus cualidades para curtir piel o para pintar o teñir.
Los encinos, al cambiar sus hojas cada año, son productores de suelo fértil; según la variedad, las pierden paulatinamente o las tiran todas en un corto periodo.
Los árboles de hoja más grande, corpulentos y de amplio follaje, también son llamados encino-roble.
Los encinos se encuentran en ambientes de montaña, entre mil 900 y 3 mil metros de altura sobre el nivel del mar.
Ahuatl genérico en náhuatl para encino.
El ahuatipitzáhual de Guerrero, Puebla y Veracruz, es el Quercus
laurina. El capaláhuatl de Veracruz es el Quercus xalapensis.
encino = yaga en zapoteco
neza en ñañ
ch'alol en maya
jachuca en guarigio
cucat en totonaca
Los Encinos
México cuenta con muchos recursos provenientes de su biodiversidad, como los encinos. Se calcula que en el país existen unas 280 variedades de esta especie, hecho que representa gran potencialidad. Hay árboles de pequeña talla y casi rastreros, como el llamado tesmol o tesmolillo; otros son de gran porte como el encino blanco de Morelos que llega a medir más de 40 metros de altura.
Sus hojas adquieren diferentes formas según la variedad. Las hay desde lanceoladas, con bordes lisos, hasta casi redondas u ovales; otras tienen los bordes aserrados. Todas son pulidas por el frente con nervaduras poco notables; por el envés cambian de color y las nervaduras son visibles, su textura es dura como de cuero (coriácea). Algo que distingue a los encinos es que sus frutos, las bellotas, tienen la base escamosa en forma de tacita o platito.
Mala elección
Aunque la madera de los árboles chuecos y sus puntas y ramas pudo servir para la elaboración de papel, la industria papelera prefirió hacer una tala selectiva en los bosques de pino-encino, entresacando sólo los pinos de grandes troncos, con el consecuente deterioro de esos recursos forestales.
Su naturaleza
Son difíciles de clasificar, pues algunas de las variedades tienen además distintas formas. Los encinos son de lento crecimiento y esto hace que su madera sea dura. Son árboles de larga vida; en el estado de Hidalgo hay ejemplares de más de 500 años.
Prosperan en clima templado y frío, en terrenos húmedos y fértiles, aunque pueden vivir también en tierras pobres con poca humedad, como en la Mix-teca alta de Oaxaca. Cuando esto ocurre reducen su talla y ritmo de crecimiento. Se encuentran en bosques puros o mezclados con pinos.
A la madera de encino se le atribuyó dos usos importantes en la Colonia y hasta principio del siglo XX. En la minería sirvió como ademe en los túneles de las minas y como combustible para la refinación de los minerales; en las ciudades y en el campo se usó como carbón y fue indispensable para cocinar.
La dureza de la madera del encino es una de las cualidades
que la hacen apreciada por los campesinos. Con ella se elaboran herramientas
y horcones o postes para la construcción de sus casas. Parte de
la industria la aprovecha para elaborar muebles, parquet o mangos de herramientas.
Agradeceremos que nos envíen datos acerca de las
celebraciones que se realizan en su comunidad, así como descripciones
de sus costumbres y tradiciones. También serán bienvenidos
sus comentarios y correspondencia a: La Jornada, Francisco Petrarca
118, Col. Chapultepec Morales, Miguel Hidalgo, CP.11570, sección
Cultura, página Tradición y Cultura.
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