Voluptuosas mujeres son conductoras en esta emisión de Canal 40 que se trasmite martes y jueves
La ciudad con sexo, "revolucionador" en la tv mexicana: Rubén Carvajal
"No habría tantos estragos de haber una educación sexual masiva", afirma el sicólogo
"También hay cosas atrevidas, como mostrar hombres desnudos, sólo cubiertos con pintura"
JUAN JOSE OLIVARES
La ciudad con sexo es un programa dedicado a la sexología, al entretenimiento; se trasmite martes y jueves a las 23:30 horas por CNI Canal 40. Es una somera clase desmadrosa, en la que un especialista, Rubén Carvajal (aunque recurren a otros, previamente entrevistados), y cuatro exuberantes conductoras llamadas Las Sacerdotisas del Amor (Denisse Profota, Jéssica Sánchez, Ana María García y Sabel) en forma desenfadada dan consejos para mejorar la vida de las parejas.
"Hay sed de información. La gente está necesitada de ella, porque lo relativo al sexo ha estado por muchos años vedado para la televisión. Son temas tabú que desgraciadamente han sido censurados y satanizados, y son los que practicamos día a día. El programa tiene cierta fórmula para hacerlo divertido, pero que aporte información para que la gente tenga respuestas a sus preguntas", dice antes de una emisión el creador del proyecto, el sexólogo y sicólogo clínico Rubén Carvajal.
La dinámica es sencilla: las chicas, con diminutas ropas, y en ocasiones sólo cubiertas por pinturas corporales, leen preguntas enviadas por los televidentes (llamados alumnos por el doctor), que responden Carvajal y otros especialistas previamente entrevistados. La chacota, y hasta anarquía de la emisión comienza cuando las chicas relatan sus experiencias de forma explícita. Aunque en realidad empieza desde la grabación, ya que algunos trabajadores y curiosos del canal se asoman al estudio con cualquier pretexto para observar la voluptuosidad de las muchachas.
"Sí es una estrategia el atractivo visual, pero más que nada es para que las cosas se vean bonitas, que sean agradables. Eso es parte de la sexualidad: el físico y el erotismo, como presentar mujeres en ocasiones pintadas como desnudos. Este es un programa de sexualidad, porque hay otras propuestas en las que hay censura o limitantes", argumenta Carvajal.
Acepta que tener a voluptuosas mujeres "ayuda a que la gente diga que el programa está padre y quiera seguir viéndolo. Pero también hemos presentado a hombres modelos totalmente desnudos".
Argumenta: "Lo que pretendemos es que sea un programa real, en el que se hablen y se presenten las cosas como son, y que eso nos permita predicar con el ejemplo".
Rubén Carvajal inició su carrera en los medios de comunicación en el campo de la sexualidad en el diario Ovaciones, en el cual tenía una columna llamada Cuéntame tu caso, que duró cinco años. Colaboró con el conductor Nino Canún en su programa Usted qué opina. En Radio Acir tuvo el programa Escuela para amantes. En Tv Azteca participó en la emisión Con sello de mujer. Luego intervino con Víctor Trujillo en Las once y sereno, con la sección El orgasmo es de quien lo trabaja. Pero es en CNI, ("donde no me imponen línea y me dan toda libertad"), en el que recibió la propuesta para este proyecto.
Representan parte de la sociedad
Carvajal dice que combinar el programa con conductoras que no sean especialistas en sexología es un equilibrio, porque "de alguna manera representan parte de la sociedad, porque son mujeres con sexualidad activa. Cuando iniciamos les dijimos que no tenían que ser especialistas, simplemente emitirían su opinión como cualquier otro ciudadano. El que está obligado a enfocar la información científicamente o médicamente soy yo. La idea es hacerlo fresco y espontáneo, como los comentarios sobre sexo que hace cualquier persona en una charla".
Antes las televisoras se restringían para transmitir este tipo de programas, en los que se mostraran de forma clara partes íntimas del cuerpo, como los senos, pero en La ciudad con sexo es parte de su motivo de existencia. Y las conductoras no se limitan cuando tienen que mostrar sus atributos físicos naturales y artificiales.
"No había programas así porque grupos de derecha ejercieron una influencia importante en este hecho. Ahora hay un marco de respeto de la sociedad; si la gente quiere ver o no determinadas cosas tiene la libertad de cambiar de canal. Hoy en día la sociedad dicta de diferente forma las cosas y permite que emisiones como ésta estén al aire."
Rubén Carvajal habla de cómo masturbar a una mujer; Denisse pregunta todos los negros tienen el pene grande; Sabel dice que ella ha experimentado meterse uno en medio de sus dos enormes senos, Jéssica recuerda un chiste picoso y Ana recibe piropos del staff, que siguen la corriente a los del panel. Esto se da en un programa común de La ciudad con sexo.
Carvajal comenta: "No hemos tenido ningún señalamiento de los directivos del canal ni de la sociedad en general; por el contrario, la inmensa mayoría de las llamadas y correos es de apoyo y de que solicitan que bajemos de horario para que sus hijos nos vean, aunque sería difícil dar una explicación tan rápida para los niños. Por mí no habría ningún problema de salir al aire por la tarde, porque no decimos mentiras ni desinformamos; hablamos de las cosas por su nombre; tratamos de educar".
Y asevera: "Creo que la televisión vivía una doble moral, porque lo que se habla y se enseña en el programa debería haberse enseñado siempre: radiografiar la realidad, porque antes se escondía y manipulaba". Considera que de haber existido antes programas de información sexual por la televisión, podrían haberse reducido problemas tan fuertes como la pandemia del sida: "No habría tantos estragos de haber una educación sexual masiva. No habría embarazos no deseados o virus como el de papiloma humano, además de que la gente sabría más sobre su intimidad, la relación entre hombres y mujeres a través del acto sexual".
El cerebro, el órgano más importante
En la media hora de programa, los conductores se dan tiempo para contar sus experiencias, chacotear, recalcar que "el órgano más importante de la relación sexual es el cerebro", entre otros consejos.
"También hay cosas atrevidas sin precedente en la televisión mexicana, como mostrar hombres desnudos, sólo cubiertos por pintura", afirma. "No recuerdo algún desnudo masculino en la televisión, como cuando hicimos un body painting a un hombre, con un close up al pene. Estas fórmulas deben marcar una nueva época, la de una televisión revolucionaria; nueva en todos sentidos y adaptada a las nuevas necesidades."
Para el sexólogo es suficiente una hora de programa a la semana. "Estoy a gusto con el tiempo, para no saturar ni aburrir ni que esta fórmula se prostituya o se abarate; es mejor hacer cosas de calidad que sean novedosas, que desarrollen expectativas. Me propusieron que nos fuéramos diario, pero no acepté, ya que debemos administrar la información, que le diga algo al televidente."