Javier Aranda Luna
Usted es el culpable de todos mis montajes
Pocos escritores mexicanos han causado tantas filias y fobias como Octavio Paz. Todavía las provoca. Recuerdo que ciertos periodistas, que continúan rondando por las redacciones de algunos diarios, lo llamaron agente de la CIA, empleado del Departamento de Estado estadunidense, fascista, mal poeta, reaccionario, conservador, intelectual orgánico del sistema político de nuestro país, etcétera. Sin que les importara, claro, que hubiera luchado contra el fascismo en la Guerra Civil española, renunciara a la embajada mexicana en la India por la represión de 1968, estuviera en favor del aborto, criticara la ferocidad de los mecanismos del libre mercado, enfrentara al clero censor, hiciera causa con Julio Scherer cuando el golpe a Excélsior, ganara el Premio Nobel de Literatura y apostara por la democracia cuando era mal visto hacerlo.
Las revistas que fundó, Plural primero y después Vuelta, fueron centro de atracción y repulsión por la fuerte presencia de su director. Sus revistas buscaron, según Paz, ser punto de convergencia de los escritores independientes de México. Convergencia no significaba unanimidad y, ni siquiera, coincidencia sino algo más sencillo: la adhesión común a la autonomía de pensamiento y la afición a la literatura.
En sus revistas no sólo colaboraron quienes seguían sus ideas, como se ha sugerido con malicia, sino también escritores que no compartieron muchos de los puntos de vista del poeta: pienso ahora en Elena Poniatowska y en Carlos Monsiváis. Más aún: uno de los mejores elogios que conocí de Octavio Paz fue, también, una clara muestra del lugar que concedió a quienes disentían de sus opiniones: ''En lo esencial -dijo el poeta en alguna ocasión- Carlos Monsiváis y yo estamos de acuerdo: los grandes escritores nos parecen grandes escritores y los imbéciles, imbéciles".
Hace más de cuatro años murió Octavio Paz. Y hace exactamente una semana Víctor Hugo Rascón Banda lo culpó por la escasa presencia del teatro en la vida cultural del país: ''El culpable fue el gran poeta Octavio Paz, quien por su debut desafortunado en la dramaturgia y por la conflictiva relación con su esposa, una de las grandes dramaturgas del país, Elena Garro, tuvo aversión contra el teatro. En sus revistas no sólo no hubo sección, sino que también expulsó la palabra teatro. Paz fue el que inspiró y creó el Sistema Nacional de Creadores, pero no integró al teatro".
Nadie, que yo sepa, tiene la fuerza suficiente para ahuyentar al público de las butacas. Nadie, en ninguna parte del mundo, ha podido derrumbar una tradición teatral con un chasquido de dedos. ƑOctavio Paz es el culpable de todo ello? ƑNo serán más bien un conjunto de complejísimos factores entre los que se encuentran malas puestas en escena, la emigración de actores a los foros televisivos, dramaturgos que no han podido conquistar un nuevo público?
Las declaraciones de Rascón Banda carecerían de importancia si no fuera porque preside la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) y porque fue un fuerte aspirante a ocupar la dirigencia del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Alguien, digamos, interesado en nuestra vida cultural. ƑIgnorará el dramaturgo que Beckett, Molière, Shakespeare, Juan Ruiz de Alarcón, Celestino Gorostiza y Xavier Villaurrutia ocuparon varias decenas de páginas de las revistas de Octavio Paz? ƑDesconocerá que el poeta admiró a Usigli, ''un dramaturgo de talento y un character en el sentido inglés de la palabra"? ƑO que quien impulsó a Elena Garro a incursionar en el teatro fue el propio Paz, como ella escribió?
ƑSabrá que Paz es autor de la obra La hija de Rapaccini? ƑQue se ha traducido al inglés y al italiano y que la tradujo al francés André Pyere de Mandiargues? ƑQue El laberinto de la soledad, el libro más conocido de Paz en el mundo, rinde homenaje a El gesticulador, de Usigli?
La historia del teatro mexicano registra 1955 como uno de los momentos claves en la renovación del quehacer teatral en el país. El proyecto que lo hizo posible se llamó, se llama, ''Poesía en voz alta". La idea original fue de Juan José Arreola, pero quien le dio un giro fundamental para encontrar una ''nueva forma de hacer teatro", un ''teatro total" fue, según Héctor Mendoza, Octavio Paz apoyado por Juan Soriano y Leonora Carrington. Y allí estuvieron representando obras de Ionesco, Genet, Garro y del Siglo de Oro español María Douglas, Ignacio López Tarso, Ofelia Guilmáin, Carmen Montejo, Juan José Gurrola, Juan García Ponce y José Luis Ibáñez. ƑIgnoraba también eso Víctor Hugo Rascón?
Endosar a Octavio Paz la factura por la crisis del teatro mexicano, además de un desatino, no tiene ningún sentido. Me parece el recurso facilón para no enfrentar con seriedad los problemas de esa actividad artística.
Y, Ƒno convendría que el presidente de la Sogem dedicara mejor sus esfuerzos a denunciar y resolver problemas reales como la censura contra la película El crimen del padre Amaro, de Carlos Carrera, o a tratar de reconquistar un público teatral? Siempre será más útil luchar por causas reales que pretender justificar el presente mediante la invención de sombras del pasado.