En la Basílica, ensayos para la canonización de Juan Diego

Reprochan indígenas a la Iglesia católica olvido de sus comunidades

ALMA MUÑOZ

En el altar mayor de la Basílica de Guadalupe, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de México, Francisco Clavel, recibió el reclamo de indígenas por el rechazo y olvido de la Iglesia de sus comunidades.

La próxima canonización de Juan Diego representa para las etnias mexicanas, según lo expresado en diferentes oraciones durante un homenaje al "próximo santo", la esperanza de que por fin los indígenas de todo el mundo tengan un espacio y reconocimiento dentro de la estructura católica.

Juan Diego, manifestaron en uno de sus rezos, "es nuestro amparo y escudo, por eso los poderosos tiemblan y también los que se han enriquecido a costo y lomo de nuestra gran pobreza".

Como dijo Quetzalcóatl, recordó otro de los indígenas en la ceremonia, "nos han quitado nuestras ramas, nuestro frutos, pero las raíces no me las han quitado". A los sacerdotes les pidieron que abran sus corazones "y acojan al pueblo indígena, al pueblo pobre, al pueblo rechazado".

Durante más de dos horas, en el templo guadalupano, hubo danzas, cantos y ceremonias autóctonas que simbolizaban la entrada de Juan Diego a su "casita santa del Tepeyac".

Los indígenas utilizaron la figura del obispo Clavel para simbolizar la presentación de Juan Diego ante la Virgen de Guadalupe. A él le entregaron la tilda, el bastón de mando, un collar hecho de flores de cempasúchil. Lo descalzaron y pusieron unos huaraches para dejar en claro que "así será Juan Diego en este momento -y no con una imagen españolizada-, porque es el portavoz de cada uno de los presentes, especialmente de los hermanos indígenas. La iglesia autóctona detendrá por siempre a su Papa, el portavoz del Evangelio y de las santas escrituras. Los indígenas te cobijamos..."

El prelado, por su parte, se comprometió a ser uno de los portavoces del mensaje de los indígenas, todo en aras de construir un mundo "más fraterno, en paz, más digno, más nuestro hermano".

El Juan Diego de los indígenas

Decenas de indígenas fueron testigos de la entrega, en el templo mariano, de un cuadro del pintor tlaxcalteca Jorge Sánchez, en el que se representa a Juan Diego con pelo corto, tez morena, rasgos indígenas y de pie.

Al final de la ceremonia los presentes encomendaron a Juan Diego a los pueblos indios de todo el mundo. Especialmente enfatizaron en aquellos que son perseguidos y refugiados para que los acoja bajo su manto y les brinde "salvación y termine con el sufrimiento heredado durante siglos y sobrellevado con dolor".