La culpabilidad de los militares en el 68, "más
que documentada", asegura
Martín del Campo, con reservas sobre la fiscalía
El denunciante ha recibido múltiples llamadas
de testigos que ofrecen asistir a declarar
BLANCHE PETRICH /II Y ULTIMA
A partir de que se hizo pública la denuncia penal
del perredista Jesús Martín del Campo contra el ex presidente
Luis Echeverría Alvarez, el ex regente Alfonso Martínez Domínguez
y 25 ex funcionarios más por genocidio en Tlatelolco (1968) y en
San Cosme (1971), el maestro no ha dejado de recibir llamadas.
Vecinos del rumbo de Santo Tomás que aún
recuerdan los sucesos de hace 31 años se ofrecen a asistir al juicio
como testigos; familiares de víctimas, manifestantes... todo tipo
de voces que están dispuestas a aportar su testimonio.
Incluso un médico que hace 31 años laboraba
en el Hospital Militar le ha llamado para informarle que, estando él
de guardia el día de la matanza, supo que varios integrantes de
Los Halcones fueron internados con heridas de bala en ese nosocomio,
lo que sería una evidencia de la participación del Ejército
en la formación y operación del grupo paramilitar.
No es que se haga demasiadas ilusiones sobre el papel
del fiscal especial Ignacio Carrillo Prieto. "Para mí no es más
que una ventanilla abierta donde se acude a realizar un trámite.
No confío demasiado en los procedimientos burocráticos. Pero
sí tengo una convicción muy fuerte sobre la necesidad de
que se acabe la impunidad. Durante 30 años el poder fue impune y
los funcionarios que delinquieron fueron intocables. Hoy se ha sembrado
bastante, algo se puede cosechar aunque no hay muy buen temporal para la
justicia".
Martín del Campo fue el primero en ser citado en
la fiscalía para ratificar su denuncia y arrancar el procedimiento.
Eso fue el 21 de junio, 10 días antes del primer citatorio a Luis
Echeverría.
Acerca de la multiplicación de testigos que se
ofrecen espontáneamente, expresa: "Se agradece toda esa buena voluntad.
Pero si se van por ahí en la fiscalía pueden pasarse años
recabando testimonios. En los hechos, todos los elementos para una condena
están ahí. Sólo un locuaz (sic) podría
decir que Echeverría y su plana mayor no fueron responsables. Es
por eso que sus abogados a sueldo se han ido por el alegato de la prescripción
de los delitos, porque saben que por cualquier otra vía la tienen
perdida".
Para Martín del Campo -en su "tiempo personal"-
la fecha límite para contar con un fallo en este proceso es el 2
de octubre de 2002. "Más tiempo, ¿para qué?"
Los denunciantes del comité 68 cuentan con dos
cartas para sostener su alegato sobre la vigencia de los delitos
de genocidio: los convenios internacionales firmados por México
en la materia, porque en ellos no hay prescripción, y la controversia
constitucional presentada por el jefe de Gobierno del Distrito Federal
contra la reserva mexicana aprobada por el Senado para el convenio sobre
desaparición forzosa, según la cual esos delitos del pasado
ya han prescrito.
El próximo lunes Martín del Campo estará
presente en el interrogatorio de la fiscalía al ex regente y ex
gobernador de Nuevo León Alfonso Martínez Domínguez,
que se llevará a cabo en el hospital Muguerza de Monterrey. "Esperamos
que ahí repita, ahora como declaraciones ministeriales, sus acusaciones
contra Luis Echeverría".
-Hasta ahora han sido citados dos políticos que
en otras épocas concentraron grandes cuotas de poder. Seguiría
el turno a un general en retiro, Luis Gutiérrez Oropeza. ¿Será
la prueba de fuego para el proceso de la fiscalía? ¿No reaccionará
la institución armada protegiendo a uno de los suyos? ¿Cree
que llegaremos a ver a un uniformado de cinco estrellas en el banquillo
de los acusados?
-¿Por qué no? Su culpabilidad está
más que documentada. Los militares no pueden argumentar en su defensa
que recibieron órdenes superiores para disparar. Si se les dio la
orden al más alto nivel, ¿qué? Eso no les quita responsabilidad.
Mataron a los jóvenes, crearon y entrenaron comandos para asesinar,
como el Batallón Olimpia, Los Halcones y brigadas blancas.
Ni siquiera en países donde los militares han tenido todo el
poder han resultado intocables. Tienen que ser citados".
-Pueden ser citados, pero ¿van a acudir?
-Si quieren se puede instituir un ministerio público
militar como coadyuvante. Pero tienen que ir. En todo caso, el presidente
Vicente Fox podría dar la orden de que acudan, como comandante en
jefe de las fuerzas armadas.