España ordena a su embajador abandonar Marruecos
España ordenó ayer a su embajador en Marruecos, Fernando Arias Salgado, abandonar Rabat por tiempo indefinido en protesta por la ocupación marroquí del islote Perejil.
Poco antes los gobiernos de España y de Marruecos habían manifestaron, por separado, su intención de resolver su diferendo de manera negociada, pero la marina española reforzó sus posiciones en los enclaves de Ceuta y Melilla y mandó otro bu-que de guerra a la zona en disputa.
El secretario español de Defensa, Fernando Diez Moreno, afirmó que Madrid espera agotar todos los canales diplomáticos antes de tomar cualquier decisión sobre el diferendo, y recordó la exigencia de un regreso a la situación anterior al 11 de julio, cuando los marroquíes instalaron allí un puesto de vigilancia.
El canciller de Marruecos, Mohamed Banaissa, también manifestó el deseo de su país de resolver mediante el diálogo el diferendo sobre el islote, que denomina Leila, y con este fin sostuvo una conversación telefónica con su par de España, Ana Palacio, en la que ambos coincidieron en la necesidad de hallar una solución negociada y diplomática al diferendo.
En una posible indicación de que Marruecos intenta disminuir la tensión, fuentes del gobierno y residentes cercanos al disputado islote dijeron que el número de efectivos en el peñasco fue reducido de 12 a seis.
Pero Diez Moreno dijo que frente a la voluntad expresada por Rabat, de mantener una presencia militar en la isla, Madrid también sostiene la presencia reforzada de las fuerzas armadas en Ceuta y Melilla, enclaves españoles en el norte de Africa.
Así, el buque Castilla llegará este miércoles a Ceuta para su-marse a otras dos corbetas y dos fragatas cercanas a Perejil a fin de reforzar la vigilancia y la seguridad.
En Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, instó a Marruecos a retirar sus soldados de Perejil, y de manera indirecta le advirtió de eventuales consecuencias de parte de la Unión Europea. AFP, DPA Y REUTERS