La banda mexicana cerró su gira europea en el Festival Espárrago
2M2
Panteón Rococó en España: ''¡Estos
tíos son la polla... son la hostia!''
Con su mezcla de ska, hard, reggae y punk sacudieron a los asistentes
en Jerez de la Frontera
Pese a que su actuación fue a las 4 de la madrugada no los dejaban
bajar del escenario
JORGE CABALLERO ENVIADO
Jerez
de la Frontera, Cadiz, España. viernes 12 de julio. ''¡Estos
tíos son realmente buenos! ¡Son la polla! ¡Están
de puta madre! ¡Son la hostia!'', fueron algunos de los calificativos
que levantó la primera actuación de Panteón Rococó
en España, específicamente en la 14 edición del Festival
Espárrago 2M2; donde cerraron su gira por Europa que incluyó
42 presentaciones en diversas ciudades de este continente. Una actuación
que incluyó homenajes al subcomandante Marcos, Alex Lora,
Juan Gabriel y al Divo de Linares, Raphael.
Y no fue para menos pues la actuación de los rococó
no tuvo absolutamente ningún desperdicio. Reforzados con un inédito
juego de luces y un sonido limpio y potente, llevaron su mensaje de rebeldía
y libertad y tomaron por asalto los sentidos adormilados de los aferrados
asistentes que desde las 22 horas se dieron cita en la primera jornada
de puertas abiertas de este festival.
Eran ya las 4 de la madrugada cuando comenzó a
sonar ska a la derecha, hard core a la izquierda, reggae por encima de
las cabezas y punk por debajo de los pies. Panteón Rococó
estaba en el escenario. Los músicos parecían inverosímiles
ante los 6 mil ojos que los tomaron con reserva al ver la facha de la docena;
pero con los primeros acordes de Cúrame comenzó el
desparpajo por todos los frentes. Luis Rococó tomó el micrófono
y dijo: ''Venimos de una gira por Alemania, República Checa, Suiza...
pero qué bien se siente estar hablando otra vez español'',
claro, con su respectivo beat-beat en la voz.
Rabanes, Ratas y Ratones
Antes de Panteón Rococó las festividades
las abrieron los panameños de Los Rabanes, que sin ningún
rubor hicieron caso omiso a los improperios y procacidades que les lanzó
el público. Su calipso, hip hop y soca dietéticos lograron
convocar sólo a unos cuantos despistados que igual bailaron con
todo lo que se tocó.
También estuvo el longevo grupo argentino Los Ratones
Paranoicos, que con su contundente, sudorosa y urgente música permearon
a los asistentes con suficientes y clásicos riffs de guitarra
para lograr que los jóvenes del Espárrago evocaran inconscientemente
el espíritu contracultural contenido en la frase: es sólo
rocanrol pero me gusta.
Otra de las bandas presentes en el inicio de las festividades
del Espárrago o el cierre de la gira de Panteón Rococó,
según se le quiera ver, fueron Las Ratas, de Islas Canarias. Su
receta de rock clásico, electrónico y rap, con guitarras
afiladas, bases musicales contundentes y letras comprometidas y críticas
fueron ampliamente celebradas pero sin llegar al éxtasis. Lo que
si cautivó fue uno de sus tres vocalistas, un gordo increíble
que se dedicó a bailar lascivamente con el torso desnudo, primero,
y después sólo en calzoncillos en la oportunidad de Las Ratas;
el vocalista se automasajeaba las tetas... daba vueltas... mostraba un
poco de nalga... una verdadera delicia contemplarlo.
Pero el extremo llegó con Panteón Rococó.
Su sonido rápidamente atrajo a todos los jóvenes desbalagados
por el terreno del circuito de alta velocidad donde se celebró el
acto. Tres rolas le bastaron al Rococó para volar la cabeza de los
españoles. Dime y Páralo fueron las que le
continuaron a Cúrame. Hasta ese momento fue difícil
medir el interés del público que no hizo el tradicional slam
dance al que estamos acostumbrados en sus presentaciones en México,
pero todos los españoles hicieron head banning y su skanking
petit comité, grupos de tres o cuatro.
Ráfagas de buena vibra
Las
probadas tablas que han adquirido los Rococó por Europa quedaron
claras con Asesino, pues ya todos los músicos aclimatados
al calor del concierto se movieron más libremente, se les vio más
sueltos y animados y el vocalista interpelaba al público lanzándole
fuertes ráfagas de buena vibra simulando una metralla.
Cuando llegó la quinta rola, Marcos hall,
Luis atacó en el estribillo de la canción: ''Chingue a su
madre Fox'', cosa que muchos no entendieron al ciento por ciento pero que
con las pistas antes dadas por el Panteón Rococó: ''Aquí
está la resistencia''; ''esta es para todos los obreros de las grandes
ciudades del mundo''; ''como lo hizo Cabañas y también el
Che Guevara'', la gente entendió que no estaba frente a una
banda de barricada sino de acción.
Otro de los signos de buena acogida a los panteones fue
que se tuvieron que salir del guión además de las doce canciones
del set list con todo y encore (que incluyó Gente reacción,
Toloache para mi negra y su nuevo éxito La carencia)
tuvieron que agregar dos más no contempladas: La dosis perfecta
y Punkto.
Un concierto donde no hubo lugar para los tibios, únicamente
para los calientes que se fueron con los rostros felices y satisfechos;
el negrísimo cielo de Jerez, adornado únicamente por la estrella
del sur, fueron los testigos impasibles de la exitosa primera actuación
en España de los Rococó.