Observadores internacionales advierten que la actual crisis podría agravarse
"Incuestionable", la unidad del ejército de Venezuela, expresa el vicepresidente Rangel
El funcionario acusa a los opositores de tener una "aversión patológica" al diálogo
DPA, AFP Y REUTERS
Caracas, 13 de julio. Venezuela sólo está dividida entre quienes simpatizan con un golpe de Estado y quienes defienden el estado de derecho, entre golpistas y demócratas, en un contexto en que las fuerzas armadas se encuentran "incuestionablemente" unidas, afirmó hoy el vicepresidente José Vicente Rangel.
Entretanto, un grupo de observadores internacionales que presenció la multitudinaria marcha opositora del jueves instó al gobierno y a los opositores a recomponer la convivencia política, ya que de lo contrario, advirtieron, la actual división puede desembocar en situaciones extremas para el país.
"La unidad de la fuerza armada es incuestionable en este momento. Aquellos que conspiraban están al margen ya de la institución", puntualizó el vicepresidente venezolano en un discurso pronunciado durante la instalación de la Asociación de Alcaldes Bolivarianos.
Aseguró que el gobierno está ahora "más fuerte que nunca", por lo que llamó a no creer en "cuentos", al referirse a una reciente encuesta en que se asienta que 67.1 por ciento de los ciudadanos rechaza el gobierno de Hugo Chávez y que sólo 32.3 por ciento le brinda su respaldo.
Rangel señaló que "Chávez siempre ha sido perseguido por las encuestas; allá ellos con sus ilusiones". Expresó que si por las encuestas fuera, el mandatario no hubiera ganado las elecciones, ni habría logrado aprobar la Constitución en reférendum, ni hubiese regresado al poder después de los sucesos golpistas de abril pasado.
El vicepresidente criticó a los opositores que muestran una aversión "patológica" al diálogo, a tal grado que cuando escuchan la palabra "quieren disparar contra ella", y agregó que el gobierno mantiene abiertas las puertas al mismo.
Por lo demás, aplaudió las declaraciones de Otto Reich, el subsecretario de Estado estadunidense, quien abogó por el diálogo en Venezuela y dijo garantizar que su país no apoyará golpes militares en nación alguna. "ƑCómo les quedó el ojo a los golpistas en Venezuela?", preguntó.
Entre los observadores internacionales, el político español Eduardo Tamayo calificó de "avalancha bestial" la marcha opositora de hace unos días, pero advirtió que prevalecen posturas políticas muy enfrentadas. Añadió que de no darse una solución negociada, cualquier otra salida tendría que ser calificada de naturaleza violenta, contraria a un Estado democrático.
Sostuvo que "hay una falta de garantías democráticas", y criticó que a los marchistas opositores no se les haya permitido acercarse al palacio presidencial. En cambio, advirtió contra una huelga general de la oposición, ya que eso podría radicalizar aún más posiciones en ambos lados.