El general acepta participar como mediador
El enfrentamiento, una provocación de las autoridades del Edomex: Gallardo
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
El general José Francisco Gallardo aceptó participar como mediador en la mesa de negociación que proponen los ejidatarios de San Salvador Atenco, en tanto Rosario Ibarra de Piedra expresó su apoyo a los campesinos, pero dijo que no puede cumplir esa misión, porque está convaleciendo de una operación quirúrgica.
El viernes pasado los campesinos desconocieron al gobierno de Arturo Montiel como interlocutor para alcanzar una solución al conflicto, y propusieron el comienzo de un diálogo con la asistencia de Ibarra de Piedra, del general Gallardo y del obispo emérito Samuel Ruiz como mediadores.
Gallardo, quien dijo haber sido invitado a participar por América del Valle, hija de uno de los campesinos detenidos, consideró que para alcanzar una solución de fondo será necesario que el gobierno federal esté abierto al diálogo y a resolver las peticiones de los ejidatarios por medio de cauces democráticos e institucionales.
Explicó que la mesa de negociación tendría como propósito fundamental la liberación tanto de los labriegos detenidos como de las personas que están retenidas por habitantes de Atenco.
Calificó de injusta la detención de los líderes campesinos Ignacio del Valle y Jesús Adán Espinoza, porque tenían un amparo que les había otorgado la Suprema Corte.
En opinión del general, el enfrentamiento del jueves pasado fue producto de una provocación que montaron las autoridades mexiquenses para desprestigiar el movimiento que se opone a la construcción del nuevo aeropuerto.
Para solucionar el conflicto, indicó, es fundamental que los gobiernos federal y local actúen con cordura y atiendan el derecho de los campesinos a ser escuchados.
Rosario Ibarra de Piedra, quien se encuentra en Monterrey, señaló vía telefónica que este asunto se podría solucionar sin necesidad de comisiones de negociación, si el gobierno del estado de México libera a los ejidatarios detenidos y el gobierno federal cesa su política de hostigamiento y retira a la Policía Federal Preventiva de la zona del conflicto.
La solución de fondo, señaló, es que el presidente Vicente Fox atienda las peticiones de los pobladores que no quieren la construcción del aeropuerto en sus tierras, y que por otro lado el gobierno mexiquense deje de montar actos de provocación.