El pobre rendimiento escolar muestra la ineficacia del Estado, insiste Der Spiegel
Severa crisis en el sistema educativo alemán
La escuela devino sitio de encuentro con los amigos, dicen dos docentes de Baja Sajonia
ALIA LIRA HARTMANN CORRESPONSAL
berlin. El sistema educativo alemán está en crisis. De acuerdo con un estudio para la evaluación escolar aplicado en 31 países, entre ellos México, el rendimiento de los escolares alemanes es pésimo. Esta calificación, aunada a la reciente tragedia de Erfut, en la que un ex alumno con bajo rendimiento académico dio muerte a 16 personas, cimbran a la sociedad alemana.
El diagnóstico del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) ubica en los primeros lugares de rendimiento a los escolares de Finlandia, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Irlanda, Corea del Sur, Gran Bretaña y Japón. Alemania alcanza apenas el lugar 21 y México y Brasil, únicos países latinoamericanos en este grupo, ocupan los lugares 30 y 31, respectivamente. En ciencias naturales, México ocupa el lugar 23 frente al lugar 20 en el que se ubica Alemania.
Temprana selectividad
El especialista Hermann Terstsch escribió recientemente que los prejuicios sobre Alemania son siempre erróneos, por más razón que tengan; afirma que este país, el más grande, más poblado y más fuerte de Europa ha dejado de ser ese alumno aplicado en europeísmo y en corrección política, calificativo que durante algunas décadas ostentó entre otras cosas por los cargos de conciencia del nazismo.
Alemania se cuestiona ahora sobre cómo son educadas las nuevas generaciones y qué se puede esperar. Las cadenas de televisión se han reunido con el gobierno para analizar sus directrices de transmisión de programas con un alto contenido de violencia. Se ha propuesto también revisar las políticas que otorgan los permisos para la distribución de videojuegos violentos, incluso llevar al Parlamento una iniciativa de ley que prohíba la entrada de esos videos al país y revisar los servidores en Internet que ofrecen este tipo de servicio.
Como sus antecesores en Estados Unidos, el joven alemán que entró a la escuela a matar a sus profesores tenía en casa una buena colección de videojuegos con alto contenido de violencia, y llegó a la institución vestido de negro y enmascarado.
El semanario Der Spiegel califica el sistema educativo de verdadera catástrofe, e insiste en que los míseros resultados académicos demuestran la ineficacia de las políticas educativas. En Berlín, por ejemplo, se manifestaron casi 20 mil personas entre maestros y alumnos para exigir que se salve de la catástrofe a la educación y la investigación en Alemania.
Por otro lado, el canciller Gerhard Schroeder compareció ante el Parlamento para aclarar aspectos sobre la educación. Esto no tendría mayor repercusión de no ser porque es la primera vez en su historia que un canciller se ve obligado a comparecer por asuntos de esta índole. ''La educación es nuestra materia prima", rezaba un proverbio alemán en referencia a la necesidad de importar muchos de las recursos básicos para elaborar productos.
Para tener idea de cómo funciona la educación en Alemania, en primer lugar cabe destacar que aquí la educación es pública. Entre otras cosas, una fuerte economía o los impuestos que el alemán paga que pueden ascender a más de 40 por ciento de sus ingresos hace posible que desde la educación primaria hasta los estudios universitarios estén subsidiados.
El sistema educativo alemán se caracteriza por una selectividad que permite definir después del cuarto grado de educación primaria si este alumno tendrá la posibilidad de acceder a estudios universitarios, ser supervisor en una fábrica, ocupar algún cargo dentro de la burocracia, ser policía o bien aprender oficios como peluquero, jardinero o plomero y, por último, si sus aptitudes sólo le permitirán emplearse en la línea de producción de una empresa o en la recolección de basura.
En opinión de muchos, esa temprana selectividad reflejada en grupos aparentemente homogéneos no permite la competencia entre alumnos que podría redundar en la exigencia de un mejor rendimiento escolar.
Incipiente atención a niños
Para sustentar el calificativo de catástrofe del sistema educativo alemán, Der Spiegel apunta algunas tesis:
1. La escasa integración de alumnos no alemanes o hijos de inmigrantes, cuya competencia lingüística en alemán está en clara desventaja respecto de sus compañeros alemanes. Casi 10 por ciento de la población alemana está constituida por extranjeros y los turcos son el grupo mayoritario.
2. La política en educación prescolar que prohíbe la instrucción académica a temprana edad, desaprovechando así los primeros años de gran importancia en el desarrollo intelectual y emocional de un niño. En atención a niños, aseguran, Alemania es un país en vías de desarrollo.
3. Escuelas de tiempo completo. En Alemania uno de cada tres matrimonios se divorcia y 67 por ciento de mujeres labora fuera de casa. Se propone crear escuelas en las que el alumno se quede todo el día en lugar de regresar a su casa, adonde se aburre la tarde entera o tendrá como compañía al televisor, un nintendo, un gameboy o una computadora.
En entrevista con La Jornada, Wilfried y Susane Bergmann, profesores de secundaria en el estado de Baja Sajonia, con experiencia de más de 30 años, aseguran que en este país la escuela dejó de tener valor, devino lugar de encuentro de los escolares con los amigos. No sienten apoyo de los padres, y los chicos, aseguran, tienen de más, y entre más tienen más quieren. Las generaciones anteriores ya levantaron al país de la guerra, los jóvenes de hoy tienen todo ya listo. La ética de trabajo cultivada por sus abuelos ya no es prioridad en esta sociedad.
