lunes 8 de julio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Editorial - Tlaxcala

PINTURA DE AGUA COLOR AMARILLO

El próximo año se realizará elecciones para renovar el Congreso de la Unión. Tlaxcala cuenta con tres distritos electorales federales. En el año 2000 el PRD se convirtió en la segunda fuerza al colocar como candidata a senadora a la esposa del gobernador, situación que le permitió obtener la posición como primera minoría.
De los tres candidatos con los que el sol azteca compitió para las diputaciones federales, ninguno alcanza a poner en riesgo la presencia del tricolor. La dificultad para alzarse con el triunfo se produce porque la mayor parte de los recursos humanos y financieros se concentran en la senaduría, y de los candidatos ninguno es perredista, lo que provoca que la indiferencia y el sabotaje sean parte de la campaña.
La reunión de los cinco ex dirigentes del PRD pone en claro que en el momento en que el partido se convierte en gobierno reproduce, cual copia al carbón, todos los errores que se criticaba al PRI como partido de Estado: subordinación al Poder Ejecutivo, incapacidad para articular el trabajo político como proceso político-partidista, estructuración sobre la base de grupos de intereses o tribus, reparto de posiciones y recursos entre los subordinados, marginación a los críticos del gobierno.
La tribu del gobernador comienza a placear a sus probables candidatos, todos ellos miembros del clan del mandatario, obviamente. Los tres priistas con la piel cubierta con pintura de agua color amarillo. Los perredistas esperan una imposición disfrazada de gran acuerdo, pero habrá que recordar lo que dijo el ex dirigente Barrales: "Si no hay democracia en el sol azteca, será difícil que la haya en el gobierno".