Cinco poblaciones mexiquenses disputan tierras desde 1946
Alertan indígenas sobre posible guerra agraria en Ocoyoacac
Habría empresas con intereses de generar conflictos, dicen autoridades de Coapanoaya, Tepezoyuca y Atlapulco
ROSA ROJAS
Autoridades de las poblaciones indígenas de San Juan Coapanoaya, Asunción Tepezoyuca y San Pedro Atlapulco, todas del municipio de Ocoyoacac, estado de México, alertaron del peligro que el juicio agrario 1040/01, iniciado en su contra por los poblados de San Jerónimo Acazulco y Santiago Tilapa en el tribunal agrario número 9, desate "una guerra entre comunidades". Esto sólo generaría división e incertidumbre legal sobre las tierras, las cuales están siendo invadidas por grandes empresas inmobiliarias, consideraron los representantes de esas localidades.
Las autoridades de San Pedro Atlapulco precisaron que el pasado 4 de julio se efectuó una audiencia en el citado tribunal, en la cual se aclaró que Acazulco pretende que se le reconozcan más de 2 mil hectáreas que pertenecen a Atlapulco. Además Santiago Tilapa se adhirió a la demanda de Acazulco y pretende que le sean entregadas 2 mil 700 hectáreas que pertenecen también a Atlapulco.
En dicho juicio, Acazulco solicita la nulidad de la resolución presidencial que resolvió el conflicto de límites entre los poblados de San Pedro Atlapulco y Santiago Tilapa en 1946, por la que se reconocieron 7 mil 110 hectáreas a San Pedro Atlapulco.
Indicaron que en la audiencia mencionada, el abogado de Acazulco planteó que todas las resoluciones que existen y que le reconocen a Atlapulco la tierra que ellos reclaman "se dieron fraudulentamente, pues la gente de Acazulco sólo hablaba el ñañú en los años 40".
Por si fuera poco, apuntaron, Tilapa y Acazulco están solicitando que los anexos de Atlapulco, Santa María Coaxusco y San Miguel Almaya sean llamados a juicio, "con el fin de extender el conflicto. Y para rematar están pidiendo que el pueblo de la Magdalena Petlacalco, del Distrito Federal, también sea llamado a juicio, aunque no tenga que ver en el asunto".
En entrevista colectiva con La Jornada, los indígenas de Coapanoaya, Tepezoyuca y de Atlapulco advirtieron que las declaraciones de autoridades de Acazulco de que pudiera ocurrir una masacre como la de Agua Fría, Oaxaca, por problemas de límites (La Jornada, 13/06/02), "significa que los acazulqueños están dispuestos a cualquier cosa si no fructifican sus maniobras para seguir invadiendo las tierras de las comunidades vecinas o si las cosas no se arreglan como ellos quieren".
Advirtieron que de prosperar el juicio iniciado ante el tribunal por Acazulco y Tilapa, "en el contexto de la imposición del Plan Puebla-Panamá, se facilitarían los procesos de desintegración de comunidades que han luchado para defender sus tierras, aguas y bosques del avance de las manchas urbanas de las ciudades de México y de Toluca".
Ello porque "se facilitarían procesos de desincorporación inmediatos" de tierras comunales que les han sido invadidas y que están en juicio de restitución. Citaron como ejemplo que en casi 250 hectáreas de tierras comunales de San Juan Coapanoaya están ubicadas las instalaciones de la Nestlé, el restaurante La Escondida, y fincas, entre otros.
Las autoridades de Asunción Tepezoyuca explicaron que la resolución presidencial de reconocimiento y titulación de tierras de 1946, le reconoció en forma mancomunada con San Jerónimo Acazulco, mil 735 hectáreas, aunque son los de Tepezoyuca los que tienen los títulos originales de las tierras, y los problemas entre ellos surgieron hace unos 12 años, cuando los de Acazulco decidieron que quieren la división territorial.
Señalaron que con ello Acazulco pretende quedarse con más de mil 200 hectáreas y el resto dejárselas a Tepezoyuca. "Nosotros proponemos dos salidas: una, que la división sea en forma proporcional de acuerdo con el número de comuneros reconocidos (408 de Tepezoyuca y 337 de Acazulco), o la otra, que no haya vencedores ni vencidos y que se dividan 50 y 50, aunque legalmente nos corresponde más porque nosotros tenemos los títulos."
Informaron que incluso se han realizado siete mesas de negociación entre Tepezoyuca y Acazulco ante la Secretaría de Gobierno del estado de México, a las que ha asistido Roberto Peña en representación de los acazulqueños, "pero se firman compromisos que ellos no cumplen o cuando ya no tienen salida, se retiran de la mesa de negociación; ahora amenazan con que puede ocurrir una masacre como la de Agua Fría. Ya hubo un enfrentamiento con un muerto de cada lado en 1998", apuntaron y agregaron que las pláticas citadas las rompieron los de Acazulco en febrero pasado, cuando los funcionarios de Gobernación buscaban que se diera la salida política de 50/50.
Explotaciones turísticas en la zona de La Marquesa
Consideran que el problema radica en que los de Acazulco se está expandiendo sobre áreas que no son de ellos para hacer explotaciones turísticas, como pistas para motocicletas, como las que tienen en el Valle del Silencio, pero quieren ocupar tierras desconociendo puntos históricos "que son las raíces de nuestra comunidad. Además en pláticas acordaron que los de Acazulco ya no se expandieran y que no hubiera agresiones, pero el 2 de junio inauguraron la pista para motos del Portezuelo".
Las autoridades de Tepezoyuca plantearon además que los de Acazulco "tenían el ejido de La Marquesa, pero se los expropiaron para el parque nacional y ellos aceptaron el cobro".
Las autoridades de las tres comunidades indígenas manifestaron además que en la zona "hay muchos intereses económicos de inmobiliarias y de gente con poder económico que nos ha invadido y que pudiera tener interés en que ocurra un conflicto, con la finalidad de tener un pretexto para que el gobierno regularice las invasiones", afirmaron.