A lo largo del año, la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam) aseguró en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), vía la práctica de "escritorios abiertos", todos los expedientes relativos al asunto CICATA-Pemex Refinación, incluido el dictamen de más de un millón de hojas de las compañías Pleamar y Conlac sobre Cadereyta.

Estas fueron las dos compañías a las que el Centro de Investigaciones en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA), en Legaria, transfirió los contratos de auditoría técnica de las obras en la refinería de Cadereyta y que, según la propia Secodam, son propiedad de "un alto ex funcionario", presumiblemente Arsenio Farell Cubillas, según fuentes de la Contraloría.

La práctica de "escritorios abiertos" significa la llegada intempestiva de auditores a las oficinas gubernamentales o de organismos desconcentrados, como el IPN, tomando por sorpresa a los trabajadores y funcionarios, y asegurar allí mismo la documentación para ser trasladada a las oficinas centrales en Insurgentes.

De esta forma, los auditores de la Secodam se llevaron los originales no sólo de los 19 contratos de auditoría técnica contraídos desde 1998 por Pemex con CICATA-Legaria, sino también los de subrogación de servicios con las empresas Conlac SA y Pleamar, SA para realizar auditorías técnicas. Confiscaron memorandos y documentos sobre comunicación entre el centro de investigación y las empresas subcontratadas.