La boxeadora justifica su derrota ante Torres
Varias órdenes en su esquina confundieron a
Juárez
JORGE SEPULVEDA MARIN
Una semana después Mariana Juárez reconoce
que en su esquina hubo varias personas que le dieron indicaciones para
boxear ante Ana María Torres, una de las razones por las que no
pudo concentrarse y no pudo ganar el cetro nacional de peso gallo en disputa.
De pantalón de mezclilla a la cadera, que deja
ver el encaje de las pantaletas y el tatuaje pintado alrededor del ombligo,
la boxeadora mantiene su inconformidad sobre el fallo adverso que le dieron
los jueces, a quienes responsabiliza de no haber puesto la suficiente atención
en la pelea.
Advirtió que en el siguiente encuentro ante la
campeona o contra quien sea mostrará el poder de sus puños
y acabará antes de los rounds pactados, porque "me doy cuenta que
no sólo debes vencer a las rivales, sino también a los jueces.
Si se trata de convencerlos de quién es mejor, la siguiente vez
lo haré".
Dice que pondrá orden en su equipo de trabajo,
para que el mánager Rudy Pérez se encargue de la estrategia
y se la dicte en cada episodio, con los ajustes pertinentes para garantizar
la victoria.
Con anteojos azul claro, blusa corta de tirantes y buen
humor, comentó que el pleito "terminó en derrota con sabor
a triunfo", pero finalmente se disciplinará para evitar que vengan
otros fallos y la señalen desde un principio como inconforme. "Mejor
me preparo más, y arriba del cuadrilátero demuestro de lo
que soy capaz".
La pugilista, quien no pierde la idea de exhibirse en
pasarelas de moda, reconoció la calidad de su rival, pero ahora
prefiere pensar en los dos pleitos que tiene en puerta en Estados Unidos.
Prefiere olvidar la escena que hizo al conocer las puntuaciones
de los jueces. "No fue berrinche ni me falta madurez; así mostré
mi inconformidad", sostuvo.