Nora Patricia Jara
Digna: mito y falsa justicia
Digna Ochoa y la teoría de la autodestrucción, podría ser la línea de investigación de la procuraduría capitalina más exitosa en el esclarecimiento del crimen de la abogada. Pero esto aún no se prueba, y mientras está por designarse a un tercer fiscal para las averiguaciones. Sin poder todavía argumentar la tesis del suicidio de la ex monja, las autoridades de justicia capitalina hacen un esfuerzo por convencer, extraoficialmente, de que se quitó la vida víctima de la depresión y obedeciendo a un contexto fuera de la realidad, que la llevó a fabricar un escenario para responsabilizar a otros de su muerte. Si esto fuera cierto, estaríamos ante un evento lamentable e inesperado, que engrosaría las estadísticas de nuestro país, donde -según datos de la UNAM- en 30 años la tasa de suicidios se incrementó 200 por ciento, al pasar de mil 100 a 3 mil 400 casos anuales.
Suicidio es ejercer una acción violenta contra uno mismo; se considera una forma extrema de muerte, al igual que el homicidio, y la mayoría de los expertos coinciden en que una de sus causas es la depresión; luego están los trastornos siquiátricos y les siguen los problemas de adicción. Dicen las organizaciones Mundial de la Salud y Panamericana de la Salud que en el mundo se suicidan cada día 3 mil 500 personas, entre 5 mil y 15 mil atentan contra su vida, y que ocupamos el décimo lugar en los índices de suicidios en todo el orbe. Advierten que los intentos por privarse de la vida son 12 veces más frecuentes entre mujeres, en especial con antecedentes de violencia, aunque los hombres son los que más lo logran, debido a los métodos que usan. En Estados Unidos la mayoría lo planea con arma de fuego; en México se usa más el ahorcamiento, y las mujeres optan generalmente por la ingestión de pastillas.
ƑEn qué interpretación podría catalogarse el caso de Digna? Si nos referimos nada más al acto suicida, la litigante estaría entre los 10 millones de mexicanos que padecen depresión y que no son atendidos; en los cuadros de los suicidas impulsivos; en los de los sicóticos, que en su locura se matan; porque en el de suicidio por honor es poco explicable, y otras causas que llevan a una persona al autoexterminio, como el que se realiza por contagio social, tampoco se ubican como probables; así que al parecer se refieren al suicidio por venganza, ese que se planea y ejecuta para dejar culpa a los demás; las personas que lo practican creen que matándose dañan a otros.
Y para demostrar que Diga Ochoa se quitó la vida, la PGJDF emprendió una investigación que ha sido polémica y ha cobrado ya el prestigio de dos subprocuradores, aunque a alguno lo ratifiquen, luego de su incapacidad mostrada, bajo el argumento de que nadie quiere saber la verdad. Ciertamente, para la autoridad la dificultad está en que se analiza e investiga en el terreno de los valores: religiosos, morales y políticos de la víctima, con el objetivo de desentrañar los sentimientos que la hacían más o menos feliz, los grados de satisfacción alcanzados como persona, en su trabajo, cuál era su sentido de la vida, si le daba importancia a Dios, qué pensaba del sistema judicial, si era ordenada, qué concepción tenía del sexo, su grado de independencia, pasando hasta por sus virtudes, su estado de salud, su nivel de afectividad, de emotividad; en fin, todo para revelarnos a una Digna muy diferente a como la recuerdan familiares y amigos. Ahora es la imagen de una mujer afecta a la literatura romántica, en especial a la que hablaba de la muerte como una acción hermosa, épica o alternativa a un existir insoportable, con un gran odio a no sé qué o a quién, con miedo ante las amenazas, las que pudiera haber hecho ella misma.
šVaya! Son descripciones tan distantes de testigos de su conducta y de los principios que defendía en la abogacía. Y a la vez muy cercanas a algunos de sus antecedentes, como su intento de suicidio, sólo que mientras no se demuestre que no fue asesinada se dudará de cualquier versión; no basta con decir que ella se mató, hay que decir por qué y a quién o a quiénes quiso supuestamente responsabilizar de sus actos; en la investigación de la muerte de Digna Ochoa se trata de desenmascarar al mito pero también a la falsa justicia.