Tel Aviv llama a nuevos reservistas para operaciones militares en Cisjordania

Se acentúa la campaña de Israel y EU para marginar a Arafat de la presidencia de la ANP

Decide Shimon Peres no considerar al líder palestino como interlocutor válido para la paz

AFP, DPA Y REUTERS

Jerusalen, 2 de julio. El ejército israelí llamó a nuevos reservistas para operaciones militares en Cisjordania, ocupada nuevamente desde hace 14 días, mientras se acentúa la campaña israelí y estadunidense para marginar al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat.

Según la radio pública israelí, que cita una fuente militar, miles de hombres deberían reintegrar las filas del ejército para participar en la ocupación de las localidades autónomas de Cisjordania.

El ejército israelí ya había llamado a los reservistas, según un procedimiento de urgencia, luego de que el 19 de junio lanzó una nueva ofensiva, Sendero Decidido, en Cisjordania, luego de dos ataques suicidas que dejaron 26 muertos en Jerusalén.

Desde entonces casi todas las ciudades autónomas de la región volvieron a ser ocupadas, y unos 800 mil palestinos están sometidos al toque de queda.

"Una evacuación de esas ciudades sólo será posible cuando regresen la calma y la seguridad", afirmó el lunes el primer ministro israelí, Ariel Sharon.

En la ciudad cisjordana de Hebrón, que alberga a 120 mil palestinos y unos 400 colonos judíos, las tropas israelíes ocuparon el colegio politécnico, donde detuvieron a unos cien estudiantes a los que sometió a interrogatorios, para después arrestar a cuatro de ellos.

Las tropas israelíes volvieron a ingresar hoy a la ciudad de Kalkiliya lanzando disparos al aire e imponiendo el toque de queda, a sólo unas horas de haberse retirado a las afueras de la región.

Además, unos 20 tanques y vehículos blindados israelíes entraron en la ciudad cristiana de Zabateh, próxima a Jenin, donde se impuso el toque de queda y fueron arrestados varios presuntos extremistas. Esa medida fue levantada durante unas horas en Hebrón y Belén, pero permanecía en vigor en Tulkarem, Nablus y Ramallah.

Llamado al derrocamiento

Al mismo tiempo, Estados Unidos e Israel proseguían su campaña para destituir a Arafat. Sharon estimó que el discurso del 24 de junio del presidente estadunidense, George W. Bush, llamando a los palestinos a derrocar a su líder ofrecía "una ocasión excepcional de hacer avanzar el expediente político".

En una entrevista con la agencia Afp, el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, declaró que su país contaba con el encuentro, este martes en Londres, de los emisarios del cuarteto para sentar las bases de un plan de trabajo hacia reformas palestinas y, sobre todo, un cambio de su dirección política.

Cada emisario del cuarteto (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y la Organización de Naciones Unidas) aportará proposiciones sobre la manera de proceder para "transformar" la dirección de la ANP, como lo demandó el presidente Bush la semana pasada, agregó.

Powell destacó que el gobierno de Estados Unidos no está tratando de imponer un dirigente a los palestinos al reclamar la partida de Yasser Arafat.

El cuarteto de Madrid "examinará igualmente si existen dirigentes (palestinos) dispuestos a responder de manera apropiada a las expectativas del pueblo y si el presidente Arafat, y otros dirigentes actuales, son susceptibles o no de darle la oportunidad de emprender transformaciones", agregó.

En una entrevista publicada este martes por el cotidiano británico The Guardian, el ex responsable de la seguridad palestina, Mohammed Dahlan, considerado como un posible sucesor de Arafat, anunció que no se opondría al líder palestino.

"Mientras los israelíes estén contra Arafat, estoy con él, sean cuales fuesen mis reservas en relación a ciertas decisiones que han sido adoptadas", declaró.

Dahlan, quien dejó el mes pasado sus funciones de responsable de la seguridad palestina, subrayó que la demanda del presidente estadunidense a los palestinos de remplazar a su jefe había mostrado, en un primer sondeo, que nueve de cada 10 palestinos votarían en favor de Arafat en las elecciones previstas para enero de 2003.

Arafat, por otro lado, destituyó este martes al jefe de la policía palestina, Ghazi Jabali, en el contexto de la reforma de los servicios de seguridad, y también fue destituido el jefe de la defensa civil, Mahmud Abu Marzuk.

La ANP se comprometió ya a implementar reformas dentro de los servicios de se-guridad, como exige Estados Unidos, para que sean restructurados y reagrupados para aumentar su eficiencia en la lucha contra los grupos armados palestinos.

En otro asunto, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, el laborista Shimon Pe-res, se resignó por su parte a no considerar más al presidente palestino como interlocutor de un proceso de paz en la región.

En declaraciones a la prensa en vísperas del congreso del Partido Laborista en Tel Aviv, Peres declaró que Israel "debe buscar o provocar la emergencia de un nuevo in-terlocutor para la guerra contra el terrorismo, un interlocutor correcto para la paz".

Esto ocurrió después de que este martes los laboristas archivaron sus planes de someter a votación si debían abandonar el gobierno de Sharon.

Aunque no se esperaba que los laboristas abandonaran el gobierno de coalición, el líder del partido y ministro de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, enfrenta cada vez más críticas de sus colegas por respaldar la mano dura del primer ministro y las constantes ocupaciones de territorios palestinos.

"Cuando el pueblo de Israel está siendo arrastrado de un atentado suicida a otro, Ƒcreen que sea éste el momento de renunciar a la coalición", preguntó Ben Eliezer a la dirección de su partido.

Los laboristas aprobaron, en cambio, un programa de paz presentado por Ben Eliezer que prevé la creación de un Estado palestino independiente, el desmantelamiento de asentamientos judíos y la congelación de la construcción de nuevas colonias, así como la construcción de una valla para separar a Israel de los territorios autónomos.