Un C-130, posible aparato que confundió tiros de festejo con fuego hostil: Pentágono

Lamenta EU su "error" en Afganistán; descarta que el avión que bombardeó haya sido un B-52

Para aminorar el impacto Bush levanta embargo de armas impuesto hace seis años a Kabul

AFP, DPA, PL Y REUTERS

Washington, 2 de julio. Estados Unidos lamentó hoy la muerte de civiles en una fiesta de casamiento en el sur Afganistán, pero descartó que el "error" haya sido producto del ataque de un bombardero B-52, aunque dio a entender que la causa podrían haber sido disparos de un avión de combate C-130 es-tadunidense, que habría confundido tiros de festejo con fuego hostil.

El presidente Hamid Karzai se reunió con oficiales y comandantes del mando militar de Estados Unidos en Kabul para pedirles que tomen todas las medidas necesarias para evitar se vean afectados civiles inocentes durante la ofensiva que mantienen contra presuntas posiciones talibanes y de la red Al Qaeda, reportó la agencia Aip.

De su lado, el canciller afgano, Abdullah Abdullah, calificó como "injustificable" el bombardeo, el séptimo "error" en que incurren las fuerzas estadunidenses.

"Es comprensible que haya muertos civiles durante operaciones militares, pero un incidente de esta magnitud y con la cantidad de víctimas no es justificable", dijo el funcionario sobre el bombardeo en el poblado de Kakrakai, provincia de Uruzugán.

Abdullah afirmó tener evidencia de que "están vivos" el derrocado líder talibán Mo-hammad Omar y Osama Bin Laden, aunque no supo responder en qué consistía la evidencia, como tampoco sobre el número de supuestos combatientes de Al Qaeda que estarían en el país.

Sin embargo, uno de los argumentos de Washington para justificar el ataque se basa en que fuerzas combinadas estadunidenses y afganas están en persecución de Omar, ya que el ataque ocurrió justo en el pueblo de donde el líder talibán es originario y en una zona donde hay un bunker y una cueva que fueron utilizadas por los talibanes y la organización armada de Bin Laden.

El vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, lamentó el "error" del domingo, al señalar que "en nombre del pueblo estadunidense, el presidente (George W. Bush) expresa sus profundas condolencias por la pérdida de vidas inocentes".

Poco antes, al referirse al bombardeo, que dejó 40 muertos y más de 70 heridos, la mayoría mujeres y niños, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó que Es-tados Unidos lamentó también la muerte de personas inocentes y dijo que en unos dos días se podría esclarecer lo sucedido acorde con una misión enviada a la zona.

Este día arribó una comisión estadunidense-afgana a Kakrakai, el poblado donde se cometió el ataque, para investigar el caso.

Funcionarios de esa localidad citan que el número de víctimas fue en realidad mucho más alto que el señalado inicialmente, pues se habla de que habrían muerto más de cien civiles y unos 120 estarían heridos, mientras otras versiones citan hasta 300 víctimas entre muertos y heridos.

Fuentes militares estadunidenses manejaban versiones diferentes sobre el incidente. Por una parte se cree que una bomba errática de 2 mil libras fue lanzada por un bombardero B-52 sobre un área despoblada, pero contra una cueva y un bunker, y no contra una zona civil donde se celebraba una boda. Pero el subjefe del estado mayor conjunto, general Peter Pace, dijo que esta bomba impactó en una colina despoblada

Pace dio a entender que la causa de la tragedia se debería a un ataque lanzado por un avión artillado de las fuerzas especiales, un AC-130, que habría confundido tiros de festejo con un ataque.

El AC-130 "respondía también a un controlador aéreo en tierra, que dirigía los tiros de armas antiaéreas que disparaban" en di-rección al aparato desde tierra, indicó.

De última hora el Pentágono informó que un convoy militar con seis soldados estadunidenses fue atacado hoy cuando salía de Kandahar, y que un soldado resultó herido.

Para aminorar el impacto de este nuevo "error", la Casa Blanca anunció el levantamiento del embargo de armas que hace seis años impuso a Afganistán, y actualizó las sanciones financieras contra el antiguo ré-gimen talibán.

El Departamento de Estado dijo que terminaba la restricción de venta de armas a Afganistán, de modo que abría el camino para un apoyo militar al régimen afgano de Hamid Karzai, avalado por Washington tras derrocar a las talibanes en la campaña militar contra el terrorismo internacional, medida que también beneficia a la Fuerza Internacional de Asistencia en Seguridad.

Además, se agregó a los talibanes y a su líder, el mullah Omar, a una lista que había sido iniciada con una orden el 23 de septiembre para congelar los activos de su-puestos terroristas y grupos o instituciones financieras que comerciaban con ellos. Tal orden congelaba los bienes de Bin Laden.