Durante el juego en que Corea fue eliminada un aficionado murió por gresca en un bar
Ahn Jung-Hwan no quiere regresar al Perugia de Italia
AFP Y DPA
Seul, 26 de junio. En la transmisión del partido en el que fue eliminada la selección surcoreana de las semifinales mundialistas falleció un aficionado durante una gresca iniciada en un bar.
En tanto, el jugador Ahn Jung-Hwan, considerado verdugo de la selección italiana, rechazó volver a jugar para el club Perugia, ya que "preferiría ir a Inglaterra o España".
En una taberna, un hincha de 42 años, seguidor de los Diablos Rojos, se quejó de que otro aficionado alentaba a gritos a la escuadra surcoreana, lo cual propició que el hombre se encolerizara y llevara al primero a un parque alejado de la ciudad.
En ese lugar le dio una golpiza que le causó la muerte, aunque posteriormente la policía detuvo al homicida.
En otra riña, un hombre que también quería poner fin a los disturbios ocasionados por un aficionado en un local de Seúl fue golpeado de gravedad y llevado al nosocomio.
Ahn Jong-Bok, presidente de la agencia Players que representa al delantero Ahn Jung-Hwan, aseguró que "Ahn no quiere volver al Perugia y el club no tiene derecho a reclamar su retorno.
"Ayer les mandé un mensaje aclarándoles nuestra posición. El pueblo coreano no quiere que vuelva al club italiano."
La agencia comentó que (el Perugia) no respetó las reglas de la FIFA en lo referente a la extensión del contrato, y además debe cuatro meses de salario al jugador.
El futbolista, que pertenece al Busan Icons de la liga surcoreana, primero fue rechazado por los italianos que expresaron su negativa a ejecutar la opción de compra, aunque este lunes el Perugia se desdijo y afirmó que quería oficializar el fichaje.
Mientras el jefe de Estado, Kim Dae Jung, aseguraba que el Mundial "dio nuevo brillo a Corea del Sur", el técnico de la selección surcoreana, Guus Hiddink, recibió la noticia de que será nombrado ciudadano de honor en Seúl, lo cual lo convertirá en el primer extranjero en recibir esa distinción.
"La nueva imagen de la nación nos brindará una ocasión formidable para progresar y convertirnos en un país desarrollado", declaró por su parte el consejo de ministros, tras añadir que "la unidad nacional y el alto grado de civismo demostrado por el pueblo nos darán impulso en la gestión de asuntos políticos futuros".