Por séptima ocasión disputarán la Copa
Brasil-Alemania, plato de lujo para la final
En amistosos la verdeamarelha tiene ventaja
DPA Y REUTERS
Saitama, Japon, 26 de junio. Brasil-Alemania, por fin. Dos de las selecciones más exitosas en la historia de los mundiales nunca se han enfrentado entre sí en una Copa, pero el domingo se decidirá entre ambas el título de campeón Corea del Sur-Japón 2002. El primero irá por su quinto cetro y el otro, de ganar, lo emparejaría con el tetracampeonato.
El Mundial 2002, pródigo en sorpresas -con candidatos eliminados pronto y equipos chicos llegando lejos- y criticado por el arbitraje y su bajo nivel de juego, entrega un plato de lujo entre dos contendientes históricos en la final del domingo, en Yokohama.
Tanto para Brasil como para Alemania será su séptima aparición en una final mundialista. El scracht fue campeón en 1958, 1962, 1970 y 1994 y submonarca en 1950 y 1998, mientras los teutones se consagraron tres veces (1954, 1974 y 1990) y fueron subcampeones otra tres (1966, 1982 y 1986).
Parece insólito que en sus numerosas participaciones anteriores (Brasil ha jugado 17 y Alemania 15) jamás se hayan cruzado por el camino.
Sin embargo, en honor a la verdad histórica, sí hubo un antecedente mundialista entre ambos, sólo que se trató de la entonces República Democrática Alemana frente a Brasil, en Alemania 1974, que se saldó con 1-0 para los sudamericanos, en segunda ronda, con gol de Rivelino.
Sin faltar el respeto a la gran actuación de Turquía y Corea del Sur, el mundo quería presenciar una final entre dos potencias del futbol. En partidos amistosos la ventaja es para la verdeamarelha con 10 triunfos, tres derrotas y cuatro empates
Tras 62 partidos, sorpresas y fracasos de todo tipo, el Mundial sigue sin ofrecer el gran choque que lo deje en el recuerdo, pero el hecho de que lleguen dos grandes abre la esperanza de que "algo" suceda.
Porque Corea del Sur-Japón quedará en el recuerdo por las eliminaciones prematuras de Argentina y Francia, y las sorpresas de coreanos y turcos, pero sigue sin ofrecer un Argentina-Inglaterra o un Francia-Brasil como en 86, o un Francia-Alemania como en 82, por no ir más atrás.
Otro de los detalles irónicos es que ninguno de los dos cuadros pensó que llegaría tan lejos en este torneo.
Brasil necesitó una victoria en el último encuentro eliminatorio en Sudamérica para garantizar un boleto, mientras Alemania debió disputar un repechaje ante Ucrania, tras haber sido segunda del grupo y goleada 5-1 por Inglaterra.