Restringió derechos y libre circulación en Europa

Periodo adverso, la presidencia de José María Aznar en la UE

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 25 de junio. Los seis meses que duró la presidencia española de la Unión Europea (UE), cargo rotatorio que corrió a cargo del presidente del gobierno español, el conservador José María Aznar, fue un periodo adverso para las libertades públicas y la libre circulación de personas en Europa.

Los datos son reveladores: desde el primero de enero hasta el 22 de junio de este año, a más de 10 mil personas se les negó la entrada al país en los pasos fronterizos bajo el argumento de la "seguridad nacional", y fueron detenidas 219 personas, la mayoría pertenecientes al llamado movimiento antiglobalización.

Después de que ayer se analizaron en el Parlamento los supuestos logros de la gestión de Aznar al frente del Consejo Europeo, hoy se dieron a conocer los datos de operaciones policiales que se llevaron a cabo en los 127 actos oficiales, como la Cumbre Euromediterránea o las reuniones de jefes de Estado y de gobierno de la UE en Barcelona, Madrid y Sevilla.

Si ya era de dominio público que el semestre de presidencia costó a las arcas públicas más de 58 millones de dólares, no lo era el número de registros a vehículos y personas, los controles y dispositivos policiales o el número de detenciones que llevaron a cabo la Guardia Civil, la Policía Nacional o los agentes secretos infiltrados en el amplio magma social del movimiento antiglobalización.

Para garantizar la seguridad de los mandatarios internacionales el Ministerio del Interior español movilizó a 57 mil agentes (30 mil policías y 17 mil guardias civiles), entre los que se encontraban las fuerzas de elite de desactivación de explosivos y las responsables de frustrar un hipotético ataque bacteriológico.

Asimismo se logró el virtual estado de sitio al poner en máxima alerta a buques de guerra apostados en las aguas de Barcelona y a comandos de F-18 y Awacs de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que vigilaron constantemente el espacio aé-reo en los días de las reuniones oficiales.

En estas movilizaciones policiales fueron detenidas unas 151 personas, en el transcurso de las 64 manifestación que el movimiento antiglobalización llevó a cabo los últimos meses, y 30 de estas aprehensiones fueron obra de agentes infiltrados -de "información", según la denominación oficial- en las marchas de protesta del movimiento de resistencia.

Asimismo, fueron aprehendidas 64 personas más en los dispositivos fronterizos que se activaron para negar la entrada al país a militantes con supuestos antecedentes en disturbios, al activar durante estos días el artículo dos del tratado de Schengen -regula la libre circulación de europeos-, que contempla la restricción de este derecho en casos de "seguridad nacional".

Por este mismo criterio les fue denegada la entrada a España a más de 10 mil personas, ya que -según el Ministerio del Interior- sólo 2 mil pertenecían al movimiento social europeo.

Para localizar y repeler a estos supuestos radicales esa secretaría de Estado puso en marcha más de 4 mil 400 controles, en los que se realizó el registro de 18 mil vehículos y se revisó la documentación de más de 57 mil personas, de las cuales mil 300 no pudieron acceder al lugar de la concentración de protesta.

En cuanto a los objetos intervenidos por la policía, el Ministerio del Interior informó de la incautación de "dos armas de fuego, 64 armas blancas, 37 botes de pintura en aerosol, 17 artefactos pirotécnicos, 12 caretas de gas, 30 bates de beisbol, 15 puños de metal y ocho cadenas".