martes 25 de junio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Carpeta

Paredes Moctezuma: más ineficente, corrupto e incapaz que su predecesor

n Sergio Cortés Sánchez

Durante el primer cuatrimestre de gestión, el presidente municipal de Puebla ha perdido la confianza del 10 por ciento de los ciudadanos: una semana antes de tomar posesión del cargo, el 36 por ciento de las personas de 18 años o más creía que la administración por él encabezada sería mejor que la precedente, y el 17 consideraba que sería peor; la semana pasada, el 21 por ciento creía que era mejor que la administración de Mario Marín en tanto que el 27 por ciento de los encuestados estaba convencido de que era peor. El actual presidente es autosuficiente para inmolarse; no requiere detractores. Sin embargo, no hay merma en las simpatías hacia el blanquiazul ni en la pertinencia del relevo municipal: el 56 por ciento de los ciudadanos del municipio de Puebla consideran positivo que el PAN haya vuelto al ayuntamiento.
Una semana antes de concluir su tercer año de gestión, el 60 por ciento de los ciudadanos se manifestó satisfecho con la obra pública realizada por Mario Marín en guarniciones, banquetas, puentes, alcantarillado y pasos peatonales; la semana pasada, el 51 por ciento expresó lo mismo del alcalde Luis Paredes. En cuanto a la prestación de servicios públicos (recolección de basura, alumbrado público, limpieza de calles, desayunos escolares, mantenimiento de parques y jardines y seguridad pública), a un año de haber concluido la gestión de Gabriel Hinojosa, el 46 por ciento de los ciudadanos decía que esas prestaciones eran mejores en febrero del año 2000 que en el trienio de Gabriel Hinojosa; ahora, a cuatro meses de haber concluido la gestión de Mario Marín, sólo el 23 por ciento de los ciudadanos dice que esos servicios son mejores ahora comparados con la gestión de Mario Marín. Se le atribuye al edil saliente más virtudes que al actual en funciones: en el primero confiaba el 61 por ciento de los ciudadanos, en el actual, lo hace el 49 por ciento; en cuánto a la honestidad, el 53 por ciento consideraba que Mario Marín la poseía, de Luis Paredes afirma lo mismo el 39 por ciento y en cuánto a que su capacidad para gobernar, el 40 por ciento de los ciudadanos estimaba que el edil saliente la tenía en tanto que, del edil en funciones, dicen lo mismo sólo el 20 por ciento de los ciudadanos. Ya sea contra sus propios registros del pasado mes de febrero o comparado con el edil relevado, Luis Paredes registra saldo negativo a cuatro meses de su gestión. Y sigue de frente con sus mega destrucciones, sin escuchar ni ver a nadie.
El servicio de vigilancia sigue siendo valorado igual que antes: ineficiente, deshonesto y nada confiable y permanece como el primer problema del municipio. Si hubo cambios, no se ha notado, mucho menos hay la percepción de avance alguno; si quiere atacar problemas nodales, el de la inseguridad pública es uno de los que le puede generar altos rendimientos al actual edil. Otro, es el pavimento de las calles: en pasado mes de febrero, mes de secas, el pavimento fue considerado como el principal problema del municipio por el 1.5 por ciento de los ciudadanos; la semana pasada, el 10.5 por ciento lo considero así. Según nuestra propia fuente, el 59 por ciento de las familias entrevistadas tienen al menos un auto propio y son muy sensibles a la mala calidad del pavimento: el daño en sus autos podría traducirse en una merma de sus simpatías hacia el blanquiazul. Otro problema urgente es la cantidad y calidad del agua: los únicos que compran el agua al precio de mercado(o por arriba) son los que carecen de infraestructura o a los que el tandeo les es insuficiente: familias de colonias periféricas y vecindades del Centro Histórico; los sectores medios, ni pagan el agua a su costo ni la reciben según sus necesidades. En el ámbito de colonias, los problemas son básicamente cuatro: el 28 por ciento mencionó la inseguridad pública, el 21 por ciento al pavimento, el 13 por ciento al agua y el 11 por ciento, a la basura.
El añorado cambio administrativo, engendrador de multiplicadores efectos positivos para la calidad de vida de los poblanos no ha llegado. El actual presidente municipal es más deshonesto, más ineficiente y menos capaz que su predecesor. Hacer hoyos a diestras y a siniestras no es una virtud que valoren positivamente los ciudadanos del municipio de Puebla.