Jueves 13 Junio 2002
Jenaro Villamil
El Mundial en pantalla
La emisión nocturna del noticiario estelar de Canal 2 rompió récord de llamadas telefónicas: 52 mil 784 televidentes opinaron en 77 por ciento que la selección mexicana ganaría hoy frente a Italia, 10 por ciento que perdía y 11 por ciento que empataba. En Canal 13, los números fueron menores (21 mil 838 llamadas), pero las tendencias similares: 67 por ciento que gana, 17 que pierde y 16 por ciento que empata. En ambas televisoras, en los días previos al partido contra Italia, 80 por ciento promedio de sus llamadas consideraba que México clasificaba.
Estas tele encuestas reflejan la enorme expectativa que se generó en esta última semana en torno al papel de la selección y la ''futbolización'' de la pantalla mexicana tanto comercial como restringida. Televisa Deportes ha estado a cargo de cinco emisiones distintas, destacándose en términos de rating el programa Primero el mundial -que resolvió el anticarisma de Hugo Sánchez en pantalla con recursos de humor como el personaje de Monchiváis- y La jugada del mundial, con un equipo más completo de comentaristas de futbol. La emisora del Ajusco le apostó una vez más a los segmentos de Los Protagonistas, que finalmente compitieron en calidad y oportunidad con Televisa, pero no pudo superar la Joserradependencia.
Dos televisoras pequeñas -CNI-Canal 40 y Canal 22- le pusieron el cascabel al gato al enorme negocio que implicó para DirecTV y Sky la compra y reventa de los derechos de transmisión de los 64 partidos del mundial en México y el mundo a las dos grandes cadenas privadas. Canal 40 prácticamente le apostó su viabilidad financiera inmediata a la transmisión de la Copa del Mundo 2002, al grado que hasta sus comentaristas de la temperatura hacen referencia constante al mundial. Canal 22 retransmitió los mismos partidos que CNI-Canal 40, no sin enfrentar las críticas por haber desperfilado su programación tradicional.
Independientemente del resultado del partido de hoy es un hecho que ningún mundial de futbol como éste ha demostrado tal teledependencia en México y el mundo. Dos mil millones de televidentes en todo el mundo se quedaron en la cancha del negocio multimillonario que encabeza el magnate alemán de medios Leo Kirch, quien adquirió de la FIFA los derechos televisivos de los mundiales de 2002 y 2006 por 2 mil 240 millones de dólares a favor de su empresa Kirch Media, misma que revendió a DirecTV en América Latina y a las televisoras europeas y asiáticas. El otro magnate competidor fue Robert Murdoch, el multimillonario australiano dueño de Sky y del consorcio mediático de la Fox, que perdió la batalla de miles de millones de dólares de este mundial frente a Kirch Media y no pudo cerrarle el paso al avance de DirecTV en el mercado mexicano y latinoamericano. Por lo pronto, Sky prevé que si la selección nacional avanza, sus cálculos originales de incrementar 40 por ciento sus suscriptores pueden llegar a 60 por ciento en México. DirecTV tiene 1.6 millones de suscriptores en América Latina y le apuesta, una vez que quedó eliminada Argentina, a la posibilidad de que México, Paraguay o Brasil les hagan incrementar su audiencia en la región.
En ningún otro escenario Sky o DirecTV perderán. Le apostaron a lo seguro: la restricción televisiva. Este mundial fue para ellos la oportunidad inigualable de revender los derechos de transmisión.
Por su parte, las dos principales cadenas de televisión abierta, Televisa y Tv Azteca, ya mostraron que pueden capitalizar por ahora la futbolización de la pantalla mexicana, siempre y cuando la expectativa no se traduzca en desesperanza.