Jueves 13 Junio 2002
Une la selección a establecidos e informales
El comercio se puso la camiseta y la gente sudó por los precios
Artículos, hechizos y de marca, bajo la ley de la oferta y la demanda
Efigies de barro y velas de colores fueron los amuletos más buscados
AGUSTIN SALGADO
Los comerciantes aprovecharon el fervor mundialista y encarecieron sus productos alusivos a la selección mexicana.
Playeras de juego hechizas, balones con vivos en verde, blanco y rojo, fotografías de los jugadores del equipo de todos e incluso amuletos que le traen buena vibra al Tri se vendieron en grandes cantidades.
El consumismo inició desde temprano y doña Lucrecia, que se instala en un crucero de Paseo de la Reforma, a la altura de la columna de la Independencia, para ofrecer a los automovilistas banderas y cornetas, desde las ocho de la mañana empezó su jornada en una secundaria pública de Iztapalapa.
"Ya casi no salgo a vender, pero hay que aprovechar esta época, se gana buen dinero ya que no faltan quien te compre algo", aseguró.
La euforia de los capitalinos por la selección durante la mañana fue algo disimulada, pero ya entrado el mediodía cientos de personas iban y venían enfundados en playeras verdes y en las principales esquinas de la ciudad la presencia de vendedores ambulantes con objetos tricolores daban la impresión de festejar un 15 de septiembre.
Algunos operadores de microbuses cubrieron el cofre de sus unidades con la bandera nacional, otros, en su mayor parte taxistas, la instalaron en las antenas de sus vehículos y no faltó el motociclista de la Secretaría de Seguridad Pública que también portó con orgullo el lábaro patrio.
Un Brozo callejero, ubicado en la esquina de Darwin y Melchor Ocampo, vendía al Compayito. Al principio el precio era de 25 pesos, pero después de regatear un poco lo ofrecía en 20.
Estela, una vagonera que vende dulces en el Metro, cambio temporalmente de giro y ahora, en una de las escalinatas de la estación Zócalo, ofrecía silbatos en forma de balón. En cinco minutos alcanzó a vender tres, pero tuvo que dejar el lugar ya que a lo lejos personal del Sistema de Transporte Colectivo-Metro se acercaba y no quería "perder su mercancía".
En el mercado de Sonora las efigies elaboradas de barro y las velas de colores fueron los amuletos más recurridos por los fanáticos, "para darle una ayudadita a nuestros jugadores", señalaban.
"Yo sí creo en esto, ya me ha funcionado y como la vamos a tener difícil me di una escapada para asegurar el triunfo", dijo un aficionado que después de su jornada laboral adquirió incienso y una pata de conejo envuelta en una pequeña playera verde con vivos en rojo.
Los precios de las cornetas variaban de los 25 a los 50 pesos. Una imitación del jersey oficial de la selección era posible adquirirla en el Centro por 120 pesos y un balón con la fotografía de los jugadores que participaron hace ocho años en el Mundial de Estados Unidos costaba 70 pesos.
En los negocios establecidos, en los que no se venden imitaciones y a los cuales recurren personas con mayor poder adquisitivo, dos empleados bancarios adquirieron sendas gorras oficiales del equipo mexicano.
Armando, el encargado de la tienda, ubicada en Polanco, aseguró que las ventas en la última semana han aumentado 140 por ciento, a pesar de que el precio de una camiseta es de 490 pesos.
"Hoy simplemente me llegaron 500 jerseys verdes y ahorita llevo vendidos unos 100 y ya tengo apartados 150."
A pesar de que el consumismo no es garantía de triunfo, los capitalinos se abocan a preparar la catarsis que se vivirá con el pase a la siguiente ronda. Si para ello había que gastar algún dinero extra, era lo menos importante, ya que a fin de cuentas "esto sucede cada cuatro años".