China, por el honor
Turquía apela a la divinidad para ganar
AFP
Seul, 11 de junio. El seleccionado de Turquía está esperanzado en que Costa Rica pierda ante el tetracampeón mundial Brasil -lo cual parece ser un hecho- y que sus divinidades lo acompañen mañana jueves aquí para golear por diferencia mínima de tres tantos a China, ecuación indispensable para pasar a los octavos de final del Mundial de futbol de 2002.
Si las huestes del estratega turco Sebol Gunes derrotan con tres tantos de ventaja a los ya eliminados orientales, tarea que no se antoja difícil, estarían supeditados a que los sudamericanos den cuenta en Suwon de sus vecinos costarricenses, cita que podría complicarse, dado que los verdeamarillo llevarán a la cancha al equipo B, lo que podría beneficiar a los ticos.
Los de Costa Rica llegan en un buen momento sicológico para el tercer juego de la primera ronda, estimulados porque sólo requieren una igualada para pasar a la siguiente fase, y de paso echar fuera de la fiesta mundial a los turcos, quienes temen regresar a casa por el recibimiento tormentoso a que serían sometidos por su regreso anticipado.
Los chinos, sin una prensa tan lesiva, corren el riesgo de salir al campo de juego sin sus jugadores más experimentados, el defensa central Fan Zhiyi y el centrocampista Sun Jihai, quienes han forjado experiencias en Europa.
Si los orientales tuvieran que abandonar estas tierras, bien harían en al menos darle un triunfo al serbio-mexicano Bora Milutinovic, que terminará su quinta copa del mundo como técnico del quinto país que lleva a estas alturas.