El daño es considerable y escasa la captación
tributaria, sostiene la Caniem
La eliminación de la tasa cero a la industria
editorial reportará $300 millones a Hacienda
La exportación de libros, estima esa cámara,
permanecerá en 100 millones de volúmenes y las importaciones
pasarán de 125 millones a 250 millones de ejemplares
RENATO RAVELO
La eliminación de la tasa cero a la industria editorial
aportará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP) recursos por 300 millones de pesos, cantidad similar a la donada
por Bill Gates al programa Hacia un país de lectores.
El daño es considerable y baja la recuperación
económica que tendrá la dependencia, señala al respecto
el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana
(Caniem), Gonzalo Araico.
Los 300 millones de pesos que la Fundación Bill
y Melinda Gates donaron para el programa punta en lo relativo a cultura,
del gobierno federal, estarán destinados a ''dotar de las nuevas
teconologías de información y las telecomunicaciones a mil
200 bibliotecas públicas del país".
El ejemplo de Colombia
Las
cifras del texto del Programa nacional Hacia un país de lectores
indican un aumento del presupuesto de 150 a 600 millones de pesos anuales,
aunque de acuerdo con el presidente de la Caniem, este año se estima
que las exportaciones editoriales permanecerán en 100 millones de
volúmenes, en tanto las importaciones -debido al incremento de los
costos de producción- pasarán de 125 millones a 250 millones
de ejemplares.
Las 100 mil bibliotecas escolares y las 750 mil bibliotecas
de aula que pretende el programa de gobierno, se verán en todo caso
dotadas de ejemplares editados en países como Colombia, donde se
estimuló fiscalmente a la industria editorial hace una década
y tienen al país sudamericano en la actualidad como una de las mejores
opciones para encontrar calidad y bajo costo.
De poco servirá que, como parte de esos 600 millones
de pesos, 50 millones se destinen a incrementar la adquisición de
la industria editorial para que ''al 2006 se adquieran un total de 250
millones de volúmenes", ya que la Caniem prevé que al mínimo
10 por ciento de incremento al precio de los libros, se le sumará
una caída de 20 por ciento en la demanda.
La industria editorial enfrenta una crisis desde 1998
y podría encontrar asimismo, con la eliminación de la tasa
cero, una crisis de empleo: en ese año se empleaban en el sector
editorial 9 mil 500 personas, al año siguiente bajaron a 8 mil 300
y para recibir al nuevo siglo la cifra se desplomó hasta 7 mil empleados.
Se menciona en el medio que la demanda de este tipo de
profesionales se reduciría 20 por ciento. Son empleados calificados,
argumenta Araico, ''que lo mismo son traductores, ilustradores, correctores
de estilo, diseñadores".
Mientras el programa busca ampliar, capacitar, actualizar,
fortalecer todo lo relativo a infraestructura oficial que tiene que ver
con la lectura, con la creación de 12 mil salas, difícilmente
se verán en ellas nuevas publicaciones, pues los editores estiman
que la inversión para este rubro caerá 20 por ciento.
La creación de 50 nuevas librerías del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), que lograrían que esta
instancia llegara a 100 establecimientos, podría verse como aliciente
para la industria, si no fuera porque de los 46 millones de volúmenes
con nuevos títulos, que se editaban en 1998, para 2000 se había
derrumbado la cifra hasta 25 millones.
La apertura de mil 100 nuevas bibliotecas, propuesta incluida
en el programa, cuya operación depende una parte de la Secretaría
de Educación Pública y otra del CNCA, permitirá que
al finalizar el sexenio el país cuente con 7 mil 200 bibliotecas.
También habrá información suficiente con la encuesta
bianual que se emprenderá con el Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI).
Con la eliminación del apoyo fiscal a los autores,
la paulatina reducción del subsidio en el impuesto sobre la renta
a los editores que invertían sus ganancias en producción
y con la reciente eliminación de la tasa cero, todos esos recursos
informativos y logísticos confirmarán que este año
podrá ser señalado a futuro, como opinan editores, escritores
y algunos legisladores, como ''el del tiro de gracia" a la industria del
libro.