Las cinco crías del zoológico son candidatas para seguir la reproducción en cautiverio
Luchan por reconstruir la cadena natural del lobo gris, en Chapultepec
Cada julio se escoge a la pareja para su apareamiento, que se da en México entre enero y abril
Los machos son llevados al lugar donde habita la hembra; el cortejo dura unas tres semanas
MARIANA NORANDI ESPECIAL
La época de reproducción del lobo gris mexicano (Canis lupus baileyi) es de diciembre a marzo, aunque en México se está dando de enero a abril. La planeación comienza mucho antes de que se crucen los lobos. Cada mes de julio, representantes del Programa Binacional para la Recuperación del Lobo Mexicano se reúnen, realizan un recuento de los lobos obtenidos, exponen los problemas surgidos y planean la integración de parejas para la siguiente época reproductiva. Tras estos acuerdos, los lobos son trasladados a diferentes destinos, donde se encuentra su pareja seleccionada, y entonces comienza la estrategia de reproducción. Así fue como ocurrió con Tasha y Joy, los flamantes padres del zoológico de Chapultepec.
Joy es una loba de cinco años que vive en Ladder Ranch, en Albuquerque, Nuevo México; mientras Tasha es un lobo nacido en México, habitante del zoológico de Chapultepec. Al igual que su compañera, tiene cinco años y nunca había tenido descendencia. Esta pareja fue escogida por los biólogos en julio de 2001, y en diciembre Joy fue trasladada de Albuquerque a la ciudad de México para cumplir con el programa reproductivo. Juan Arturo Rivera asegura que "genéticamente es una pareja muy valiosa y tenía prioridad en el programa de reproducción entre ambos países".
Comienza el cortejo
Al llegar a Chapultepec, Joy comenzó el ritual de acoplamiento, que tiene que ver tanto con su adaptación al nuevo hábitat como a su compañero. Este proceso dura aproximadamente 15 días, y en este periodo, poco a poco la pareja se va reconociendo. En ese lapso son observados por los expertos en reproducción que dictaminan si finalmente los lobos son aptos para el apareamiento.
Dado el comportamiento afín que mostró la pareja, se descartó la inseminación artificial y se dejó que la naturaleza siguiera su propio curso.
A finales de enero se empezó a ver el galanteo entre ambos, que se inició con algunos contactos de nariz y por el interés del macho hacia el olor de la hembra. Esta etapa de cortejo puede durar hasta tres semanas, y a medida que va progresando, se produce un contacto más estrecho entre ambos, hasta el momento en que el macho toma la iniciativa y empieza a interesarse por el olor de los genitales de la hembra. Al principio ella no lo permite, pero paulatinamente va dejando que él la explore y haga algún intento de monta. Ya muy cercana al celo, la loba deja rastros de orina en diferentes lugares. El macho huele la orina, toma una gota con su labio y la lleva lo más cerca que puede a su nariz. Tras esta conducta comienzan las cópulas, las cuales se inician como un juego. La pareja se revuelca, se persigue y luego se da el apareamiento. Los lobos copulan ente cinco y siete días, pero sólo durante dos la loba es fértil. En esta semana es cuando se da la máxima interacción de la pareja, que permanece en compañía todo el día: comen, caminan, duermen, se acuestan y se levantan juntos.
La etapa de gestación dura entre 63 y 65 días, en este periodo ambos comienzan a construir la madriguera en un lugar donde intuyen que hay seguridad. En Chapultepec, Joy y Tasha la construyeron bajo una roca artificial de su albergue. Muy próxima a la base de la roca, cavaron un túnel de unos 40 o 60 centímetros de entrada y el 17 de abril ella se introdujo en la madriguera.
Durante las dos siguientes semanas permaneció todo el día en su guarida y sólo salía en periodos de 10 minutos para tomar agua, rozar el hocico de su pareja y lamerlo como gesto de saludo. Todo indicaba que ya habían nacido los cachorros, pues ella estaba muy pendiente de la madriguera y no dejaba que su compañero entrara. Aun así, cada día Tasha le llevaba alimento y lo depositaba en la entrada de la cueva.
Al cuidado de los recién nacidos
La loba pare sola. Expulsa a las crías, las lame para limpiarles las membranas fetales, corta el cordón umbilical, lo trocea y comienza la etapa de lactancia. Durante las tres primeras semanas las crías son amamantadas por la hembra, pero al mes se van destetando gradualmente y comienzan a ser alimentadas por el macho, que ingiere el alimento, lo regurgita y lo ofrece a sus cachorros. A las cuatro semanas los lobeznos ya empiezan a abandonar con mayor frecuencia la madriguera y a tener más contacto con la mirada del hombre (biólogos, observadores y personal de limpieza del zoológico).
Hasta ahora no se sabe el sexo de los cachorros de Chapultepec, pues todavía no han pasado los exámenes médicos. Al mes y medio de su nacimiento, cuando ya se puede afirmar que superaron la etapa de alto riesgo de mortandad, son revisados por los veterinarios del zoológico y entonces se inicia el programa de medicina preventiva, que consiste en vacunación, desparasitación, medición de talla y peso y determinación del sexo de las crías. Actualmente los cachorros poseen un pelaje abundante, terso y esponjoso, de color café, propio de los recién nacidos. Al momento de nacer miden entre 15 y 20 centímetros, pero los de Chapultepec ya tienen alrededor de 30 y pesan entre tres y cuatro kilos. La edad adulta de un lobo está estrechamente relacionada con su madurez sexual, que en las hembras se da a los dos años y en los machos al año. Pero, Ƒqué les espera a partir de ahora a estos lobos?, Ƒllegarán algún día a conocer la libertad?
Joy vivirá durante todo este año al lado de sus cachorros y luego regresará a su casa en Nuevo México, dejando a las cinco crías en compañía de su progenitor. En cuanto cumplan los dos años, los lobos pasarán a ser candidatos para reproducirse y continuar así reforzando el eslabón entre el cautiverio y la libertad, como parte del plan de reproducción. Por lo que estos lobeznos nunca conocerán la vida silvestre.
En EU han empezado a liberarlos
En Estados Unidos, donde existen más instituciones dedicadas a la recuperación del lobo gris mexicano, mayor apoyo gubernamental y donde el plan reproductivo ha tenido más éxito, ya se han empezado a liberar lobos. En México aún no estamos preparados para eso. El doctor Rivera explica: "No tenemos una fecha fija para liberarlos, porque primero debemos encontrar un lugar idóneo para hacerlo. Hemos visto algunas zonas de Sonora y de Chihuahua, que es su hábitat natural, pero antes hay que realizar un trabajo de concientización para que no los vayan a matar".
En algunas reservas del norte del país ya se está trabajando para su liberación. Esta operación consiste básicamente en criar a los lobos en lugares amplios, aislados del contacto humano y lograr que se alimenten por medio de la caza. En reservas como La Michelía, en Durango, esto ya se está llevando a cabo, pero el gran problema para el lobo sigue siendo el hombre. Rivera comenta: "Hemos hecho reuniones de información y trabajo de educación en zonas ganaderas. Los habitantes la región están nerviosos por la liberación de los lobos, porque piensan que van a matar a sus reses. Para ello se ha planteado un programa de indemnización en el caso de que eso llegara a suceder, pero no ha sido sencillo convencer a los ganaderos. Queremos estar seguros antes de soltar a los lobos porque, de no ser así, nuestro trabajo no habría servido para nada".
El hombre sigue siendo la peor amenaza
Aunque estos lobeznos que acaban de nacer en Chapultepec nunca vivirán en libertad, ojalá no tengamos que esperar muchas generaciones para que el lobo gris mexicano regrese a su hábitat tradicional y reconstruya la cadena natural que se rompió con su extinción. En lo que se refiere a los científicos, ellos ya están preparados para liberar al lobo, y el lobo está listo para vivir en libertad, pero el hombre sigue siendo su principal amenaza. Por tanto, ha llegado el momento para que las instituciones gubernamentales apoyen decididamente el plan de recuperación y para que los seres humanos entiendan que si con el retorno de este depredador a su hábitat se restablece la cadena truncada, los lobos pueden llegar a vivir en total armonía con su entorno, ya que se trata de un animal al que, de manera equivocada e injusta, siempre se le ha considerado como un enemigo.