CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Fracasó el paro loco del SUTGDF

LO QUE tenía que pasar pasó y el paro loco al que convocaron los líderes del Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal fracasó y evidenció la distancia entre quienes dirigen y quienes en verdad trabajan.

MAL MEDIDA la situación por parte de los dirigentes, que vieron en este movimiento una oportunidad para golpear al gobierno con una serie de sinrazones, sin tener detrás el apoyo de los trabajadores.

ES NECESARIO decir que sí, que los líderes cuentan con el respaldo de algunas secciones sindicales. Los miembros del sindicato beneficiados por cada una de las irregularidades establecidas durante los gobiernos priístas decidieron, y no es su totalidad, acompañar la locura de sus dirigentes.

ƑQUIENES SON? Los de siempre. Son aquellos a los que usa la dirigencia para "hacer acto de presencia" en los mítines priístas, los de las matracas y los cencerros, los cooptados, los que sirven para los momentos de presión; sí, los que sirven para que los líderes logren mayores prebendas, las monedas de cambio.

POCO DESPUES de las 5 de la tarde ya se sabía que la tormenta se había convertido en llovizna; muchos truenos y poca agua. En las oficinas del gobierno, líderes y funcionarios estaban reunidos.

DIFICILMENTE SE podía hallar una solución frente a una situación de tal tipo, pero la cúpula sindical, a punto de ser juzgada por sus propios agremiados, olfateó el peligro y decidió tender un puente para aliviar la crisis en la que ya había caído.

DE CUALQUIER forma, esa crisis se profundizó y ha calado en el orgullo de los muy pocos trabajadores que de buena fe siguieron a sus líderes, cuyo mando en la organización se ha puesto en duda.

PERO HAY más: la relaciones entre el gobierno y el liderazgo quedaron seriamente dañadas, sobre todo cuando José Medel, el líder, fue llevado a la secretaría general por grupos allegados a la jefatura de Gobierno.

Y ASI, casi todos perdieron. Los líderes, porque saltaron una valla sin saber qué había del otro lado, y cayeron en un precipicio de donde difícilmente podrán salir y, por el otro, los negociadores del gobierno, que supusieron que la fidelidad de Medel estaría del lado del gobierno y no de su partido, el PRI.

POR TODO ello, ahora sí deberá haber ajustes reales en el equipo de gobierno. No tanto porque desde algún análisis se diga, sino porque se puso en jaque a la ciudadanía y eso debe pesar más en el ánimo del jefe de Gobierno que cualquier recomendación o consejo, venga de donde venga.

ESTE PARO loco sugiere, por estruendoso que parezca, que los intentos por desequilibrar al gobierno de la ciudad seguirán, uno tras otro, y que todas las antenas del aparato gubernamental deberán estar atentas a los menores indicios de movimiento de los grupos contrarios a López Obrador.

Y YA en el recuento de los hechos, habrá que decir que esta vez lo mejor fue que no se dieran salidas de fuerza, que no se diera importancia a la provocación y que los daños no se alcanzaran a sentir entre la población. Veremos qué sigue.

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