Nueva carrera sobre derecho a la información
La nueva ley de acceso a la información pública no entrará en vigor hasta el próximo año. Para entonces la UNAM prevé crear dos generaciones de nuevos abogados especializados en esta área para resolver controversias, asesorar y generar jurisprudencia en la materia, destacó el profesor Jorge Islas, al dar a conocer, en la Facultad de Derecho, la creación de la primera licenciatura en el país sobre derecho de acceso a la información.
En el acto, el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Diego Valadés, resaltó que esta cátedra es de la mayor importancia, ya que "no hay desarrollo democrático sin acceso a la información". Valadés subrayó que uno de los principales problemas del país es la falta de información, a la cual definió como los "nervios de la sociedad", parafraseando el título de la obra Los nervios del gobierno.
El director de la Facultad de Derecho, Fernando Serrano Migallón, subrayó que la UNAM se pone a la vanguardia en este rubro. La carrera tendrá como objetivo general que el alumno conozca la importancia del derecho a la información como requisito indispensable para la rendición de cuentas y fiscalización entre gobernantes y gobernados. Entenderá los antecedentes y orígenes del derecho a la información, sus elementos normativos, sus objetivos, así como sus perspectivas institucionales y jurídicas.
El curso se divide en seis unidades: marco teórico, antecedentes del derecho a la información, la perspectiva del derecho comparado en esta materia, la visión global y federal del derecho a la información, la nueva Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública y las perspectivas normativas del derecho a la información.
En la presentación de la cátedra, Jorge Islas, quien participó junto con otros investigadores y periodistas en la elaboración de la iniciativa del Grupo Oaxaca y encabezó las negociaciones con la contraparte del Ejecutivo federal, destacó los avances de esta ley, la realización del foro internacional sobre el tema en la UNAM y el hecho de que la máxima casa de estudios haya participado en las negociaciones. JENARO VILLAMIL