lunes 27 de mayo de 2002 |
Maestros Un secretario excelente n Gustavo Santin Nieto |
Las declaraciones
sobre el incumplimiento de normas de calidad por parte de
escuelas particulares de educación superior que virtiera
Reyes Tames Guerra, secretario de Educación Pública del
gobierno federal el 20 de mayo, con motivo de la firma de
un convenio con los directivos de la Federación de
Instituciones Mexicanas Particulares de Educación
Superior (FIMPES) para obtenerlas, me recuerda, por lo
chusco que resulta, escenas de una película que
protagonizada por David Reynoso y María Rojo en la que
se escenifica las vicisitudes de un maestro rural ante
una secretaría de excelencia, preocupado por realizar el
cobro de sus percepciones atrasadas como era natural en
esos tiempos hasta con un año o dos de antigüedad. En
sus múltiples andanzas a la capital el maestro descubre
la fuerza de la burocracia del sector educativo
representada en esa película por la encargada de recibir
las quejas de los trabajadores de la educación; cansado
de luchar por lograr su pago pronto descubre que mediante
un "convenio" y un acercamiento con la
burócrata todo se resuelve, la enamora y como en los
cuentos de hadas por un encantamiento todo se resuelve. El convenio de acreditación de calidad, varita mágica de un secretario excelente, encubre la mascarada de "compromiso" pactado con un grupo de particulares, representante en su mayoría de órdenes religiosas, entre las que se encuentran los tan cuestionados Opus Dei y los Legionarios de Cristo, con añejos intereses en la formación de cuadros dirigentes afines a sus intereses, a formas de pensar y actuar que nutren las filas de los grupos afines al Partido Acción Nacional. El compromiso pactado se vislumbra en las declaraciones del funcionario de que otorgará a través de la acreditación un status de autonomía administrativa para escuelas particulares que de sí ya actúan conforme a sus criterios sin observar la normatividad vigente. El concepto del secretario excelente, que confunde la forma, "instalaciones de primer nivel", con el fondo, "una planta docente de primera categoría" y "planes y programas actualizados", se aparta sin embargo del anotado por los autores de las Bases para el Programa 20012006 del Sector Educativo, quienes vinculan la calidad con tres referentes: el desarrollo humano del alumno, los requerimientos de la sociedad y el entorno internacional. El primer parámetro "...se entiende como un continuum de crecimiento de su libertad responsable y de sus capacidades como ser humano. La educación se concibe como un proceso gradual que parte del apoyo al niño.... y procede a la formación profesional ya sea a través de la amplia diversidad de opciones...". El segundo parámetro, señala el documento, el de los requerimientos de la sociedad "exigen atender, a todo lo largo del proceso formativo, a tres características: su educación ciudadana basada en valores de responsabilidad, respeto, servicio, convivencia y solidaridad, el compromiso con su país como una comunidad histórica que comparte un destino colectivo y la conformación de actitudes congruentes con los retos de carácter productivo del momento presente. El tercer parámetro el del entorno internacional "obliga a elevar la productividad para ser competitivos., a avanzar en una cultura laboral moderna, al aprendizaje permanente y a actuar con responsabilidad y autoexigencia". El secretario sin duda esta obligado a leer los documentos que constituyen su marco teórico, a proporcionar los estímulos de manera equitativa sin favorecer como hasta ahora a los que más tienen y a tomar en consideración para firmar convenios a todas las instituciones de manera igualitaria. |