Presentan especialistas de la cocina de combate
24 futuros menús para los militares
Soldados de Estados Unidos beberán agua que
extraerán del diesel de sus vehículos
AFP
Washington, 26 de mayo. El Pentágono quiere
mejorar las condiciones del militar estadunidense en combate, pero lo hará
beber agua extraída del diesel de sus vehículos, que, aseguran,
no tiene mal sabor.
Una vez que los platos salen de su empaque isotérmico
y son recalentados en el campo de batalla, la ternera a la parmesana, la
cazuela de mariscos o la hamburguesa vegetariana son platos bien recibidos,
aunque no formen parte de la gran gastronomía.
Atentos al veredicto de un periodista francés,
los corresponsales del Pentágono saborearon estos platos en una
degustación organizada esta semana, en la que se presentaron 24
futuros menús preparados por los especialistas de la cocina de
combate.
Los platos comprimidos podrán ser recalentados
en pequeñas cocinas de cartón -durante 20 minutos,
por combustión de agentes químicos bajo las cajas- o refrigerados
en miniaparatos.
"Tenemos ahora un programa de mejoramiento destinado al
consumidor" y probado por los soldados, declaró Jerry Darsch, del
Pentágono, director del Combat Feeding Program (Programa de Alimentación
para Combate), y reconoció que el menú fue elaborado para
subir la moral de las tropas.
Para alimentar a su millón y medio de soldados,
expuestos a todos los climas del planeta, el Departamento de Defensa enfrenta
serias preocupaciones. Las raciones deben poder ser almacenadas hasta tres
años y deberán ser comestibles bajo temperaturas que vayan
de -50 a +50 grados.
Los alimentos no tendrán conservadores, químicos
ni organismos modificados
Los alimentos no contendrán conservadores, químicos
ni organismos genéticamente modificados. El secreto para la conservación
reside en el empaque al vacío, sin oxígeno, con la menor
cantidad de agua e índice de acidez posibles, precisó Darsch.
El peso y el volumen de las raciones será disminuido
más de 50 por ciento, con el fin de poder ser lanzados en paracaídas
en los lugares mas recónditos.
Pero para reforzar la autonomía de los combatientes,
el Pentágono confronta, sobre todo, "una pesadilla logística":
el problema de transportar agua potable (hasta 10 litros por día
y por hombre en el desierto).
"Extraeremos agua del diesel, del futuro vehículo
de combate; la filtrarán y la podrán beber", declaró
Darsch, quien aseguró que sabe bien.
Por el contrario, no hay cuestionamientos respecto a las
píldoras para alimentación, ya pronosticadas por los autores
de ciencia ficción.
Para tener todos los elementos requeridos -calorías,
grasas, proteínas, vitaminas, sales y minerales-, el soldado debe
absorber entre 65 y 90 píldoras por hora.
Las comidas vegetarianas son populares y están
incluso previstos, a pedido, los platos kosher para los judíos y
halal para los musulmanes.
Los nutricionistas militares calculan que los soldados
en acción necesitan 3 mil 900 calorías por día para
mantener su energía, y cada comida contiene mil 300.