Hay avance de 90 por ciento en las demandas, según el subsecretario de Gobierno
Suspenden negociaciones GDF y sindicato, por diferencias en cuatro puntos del pliego petitorio
Los tiempos se acortan; difícil, desactivar el paro que comenzaría el día 28, dice José Medel
RICARDO OLAYO GUADARRAMA
Con el tiempo en contra por el paro programado para martes, miércoles y jueves, el gobierno capitalino y el sindicato que agrupa a 110 mil trabajadores interrumpieron sus negociaciones por la dificultad para alcanzar acuerdos en cuatro apartados del pliego petitorio y en el respeto a las condiciones generales de trabajo (CGT).
La autoridad capitalina, mediante el subsecretario de Gobierno, Alejandro Encinas, dijo que hay un avance de 90 por ciento en las demandas, y que están preparados para una eventual afectación de los servicios públicos al utilizar personal de confianza.
El presidente del Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), José Medel, estimó que tomarán parte en las protestas alrededor de 102 mil trabajadores y el resto quedarán en áreas estratégicas para evitar sanciones laborales o de otro tipo.
La protesta que se iniciaría este martes 28 incluye dejar de recolectar la basura, suspender tareas de desazolve, desatender las oficinas administrativas, entre otras instalaciones, pero mantener guardias en los servicios médicos, manejo de válvulas de agua, panteones y en la recepción de pagos en la Tesorería.
Aunque el dirigente Medel dijo que hay unidad en el sindicato que encabeza desde el pasado 28 de octubre por una elección extraordinaria, dos de los cuatro vicepresidentes (Emilio Fernández y Sergio Vázquez) estuvieron ausentes, por no compartir los métodos de lucha, y otros secretarios generales se han disciplinado, aunque no están de acuerdo con los reclamos.
A pesar de las diferencias, en la mesa de negociación los representantes mostraron cohesión y apoyo a Medel, aunque algunos lo rasparon cuando cuestionaron a Victorio Montalvo, director general de Política Laboral, pues dijeron que Medel estaba cerca para impulsarlo a la dirigencia.
Al respecto, Medel, en entrevista posterior, se deslindó de los apoyos y sólo dijo que una cosa es que hayan "simpatizado" y otra que existan componendas.
Agregó que "los tiempos se acortan y desactivarlo (el paro) va a ser más difícil".
Amagos de muerte
Una parte de la sesión fue abierta a los medios por primera vez, y en ella se ventilaron hasta amenazas de muerte que según Juan Ayala, secretario general de la sección 32, recibió del propio Montalvo, a quien le espetó: "no te tengo miedo".
Medel también ha recibido amenazas, aseguró Ayala, al hacer acusaciones de maltrato y sumarse a los fuertes reclamos de otros representantes seccionales porque el gobierno los ha hecho aparecer como charros y que viven como patrones.
Si a esas vamos, dijo Rogelio Reyes, secretario general de la sección 8, "hay que ver quién es más charro" y quien trabaja más o menos entre funcionarios y sindicalizados, lanzó ante Encinas, Montalvo, Octavio Romero y Ricardo Ruiz, todos representantes del gobierno capitalino en la mesa de negociación.
Al preguntarle a Medel si tenía datos concretos de las citadas amenazas, dijo que corresponde a Ayala dar los datos.
En la sesión, los delegados se quejaron de injerencia en la autonomía del SUTGDF (por ello la referencia a Montalvo), maltrato de los jefes, descrédito por presentarlos como "charros sindicales"; indicaron que tienen que hacerse respetar porque tienen enemigos políticos que tratarán de capitalizar sus carencias; expusieron que no se trata de un problema personal, político o partidista, sino laboral.
Establecieron que los funcionarios que han asistido a las ocho audiencias en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje no tienen facultades para llegar a acuerdos en las condiciones generales de trabajo y que el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, estaba mal informado y que además recibía 95 mil pesos de salario, en lugar de casi 70 mil.
Ocatvio Romero salió al paso de la percepción salarial de López Obrador y pidió calma por el ambiente de acusaciones personales. Encinas dijo que el GDF no está en pie de guerra ni tiene por objetivo extinguir al sindicato pero le satisface una organización unida para tener claro al interlocutor.
