Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 26 de mayo de 2002
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El derechista Alvaro Uribe, favorito con entre 48 y 51 por ciento en la intención del voto

Intensifican las FARC los ataques a horas de los comicios presidenciales

Pese a la militarización, rebeldes colombianos dinamitan 11 torres de energía y tres puentes

Alrededor de mil 200 mesas receptoras de votos serán trasladadas de aldeas ante amenazas

REUTERS, AFP Y DPA

Santafe de Bogota, 25 de mayo. En medio de un clima de violencia, amenazas y sabotajes se efectuarán este domingo las elecciones presidenciales de Colombia, en las que el candidato independiente de derecha, Alvaro Uribe, aparece como seguro ganador con entre 48 y 51 por ciento en la intención del voto, seguido por el liberal Horacio Serpa, con entre 26 y 27 por ciento en su favor.

Aunque algunos ven en Uribe, con un discurso de línea dura en contra de las diferentes guerrillas, como la posible "salvación de Colombia", otros temen que por su posición de derecha lleve al país a una guerra total.

Pero Uribe, quien confía en adjudicarse la victoria en la primera vuelta electoral, dijo incluso esperar la colaboración "absoluta" de Venezuela en la lucha antiterrorista y contra la insurgencia.

Mientras tanto, a 24 horas de los comicios y pese a la militarización de gran parte del país ante amenazas de violencia, la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) continuó con su ofensiva armada y de sabotajes al dinamitar al menos 11 torres de energía y tres puentes, además de sostener combates con el ejército con saldo indeterminado de bajas en ambos bandos.

En las últimas horas el saldo parcial era de17 muertos. Cuatro militares y cuatro rebeldes murieron, así como varios más resultaron he-ridos, en combates en una zona rural de Dolores, Tolima.

Además, se atribuyó a las FARC el secuestro y posterior asesinato del alcalde Arnulfo Silva, del pueblo de Montañita, en el sureño de-partamento de Caquetá, donde operan ampliamente las guerrillas.

Tanto las FARC como el Ejército de Liberación Nacional, la segunda guerrilla del país, intensificaron los atentados contra la infraestructura vial y de comunicaciones en Antioquia, Magdalena, César, La Guajira y Arauca, y a raíz de esos ataques se informó que quedaron a oscuras unos 70 municipios.

Llamado entre la violencia

Los rebeldes también dinamitaron puentes en Arauca, César y Putumayo e hicieron estallar un vehículo cargado con explosivos en Ciénega, en Magdalena, y una bomba de bajo poder en Rioacha, en La Guajira; lanzaron explosivos en una oficina electoral de Cocorná, en An-tioquia, y sustrajeron material electoral en Cauca, donde se enfrentaron a fuerzas del ejército.

El presidente Andrés Pastrana, quien fracasó en lograr un acuerdo de paz con las guerrillas, hizo un llamado a los colombianos a votar en forma masiva y en conciencia para elegir al mejor de los candidatos para sucederlo en el mando.

En ese contexto, expresó su re-chazo a los actos de violencia para parar a los "violentos", pues señaló que hay que estar preparados para enfrentar "actos terroristas".

Pastrana, quien dispuso de un dispositivo de seguridad de 212 mil militares y policías para vigilar las elecciones, admitió que en 7 por ciento del territorio nacional no se podrán realizar los comicios ante las acciones de los grupos armados irregulares.

Además, unas mil 200 de las más de 60 mil mesas electorales serán trasladadas de aldeas amenazadas de violencia a pueblos o cabeceras departamentales donde habrá vigilancia militar o policial.

De hecho más de la mitad de los 32 departamentos del país resultan afectados por la violencia, por lo que habrá traslado de puestos de votación en los siguientes: Arauca (fronterizo con Venezuela), César, Bolívar, Córdoba, La Guajira, Su-cre, Norte de Santander, Chocó, Valle, Risaralda, Cauca, Nariño, Casanare, Tolima, Caldas, Cundinamarca, Guaviare, Caquetá y An-tioquia, y en Meta casi la mitad de los 29 municipios no tendrán elecciones en las áreas rurales, incluyendo los cuatro que formaron parte de la antigua zona de despeje.

No obstante, tanto el gobierno de Pastrana como las fuerzas armadas y las autoridades electorales afirmaron que las elecciones están garantizadas en 95 por ciento del país, y que habrá transparencia en la jornada y los escrutinios.

Todo esto, además, pese a varios fraudes que se denunciaron en las elecciones legislativas de marzo último y que aún no se resuelven.

Cerca de 24 millones de colombianos están habilitados para sufragar y escoger presidente de la república entre 11 candidatos, cuyo ga-nador gobernará a partir del 7 de agosto de este año y hasta 2006.

Una de las particularidades de estos comicios, y que constituye un hecho sin precedentes, es que la candidata presidencial Ingrid Be-tancourt, del Partido Verde Oxígeno, se encuentra secuestrada por las FARC desde hace tres meses.

El candidato marcado favorito en los sondeos de opinión es el derechista Alvaro Uribe, un disidente del Partido Liberal que podría ad-judicarse el triunfo en la primera vuelta si obtiene 51 por ciento de los votos, el mínimo para evitar ir a una segunda ronda, y las encuestas le dan aproximadamente esa cifra.

En diversas declaraciones de prensa y televisión, Uribe ha mantenido un discurso de línea dura contra las guerrillas y se le acusa de ser apoyado por los paramilitares de extrema derecha, quienes han hecho proselitismo en su favor.

Sostiene que un eventual gobierno suyo mantendrá irreversible su política de seguridad, que contempla un plan para involucrar a un millón de civiles como colaboradores del ejército en la lucha contra los grupos irregulares.

"No echaremos para atrás nuestra política de seguridad, así se venga el mundo encima", declaró en un debate por televisión cuando periodistas lo interrogaron acerca de declaraciones de la alta comisionada de los derechos humanos de Naciones Unidas, Mary Robinson, quien sugirió que Uribe era tolerante con los paramilitares.

Su respuesta fue que "antes que preocuparme por críticas de algunos organismos, me tengo que preocupar por que cese el derramamiento de sangre en Colombia. La comunidad internacional tiene la garantía de que ésta será una política totalmente transparente en ma-teria de derechos humanos".

Subrayó que su propuesta de seguridad es democrática para proteger a todos los sectores del país, sean amigos o no del gobierno, frente "al agresor".

Gesto de buena voluntad

Uribe también declaró que espera la colaboración del presidente ve-nezolano, Hugo Chávez, en la lu-cha contra el terrorismo y las guerrillas, como un gesto de buena voluntad del país vecino.

A la pregunta de supuestos nexos de Chávez con la insurgencia co-lombiana, respondió que "el gobierno venezolano está comprometido en la lucha contra el terrorismo".

El principal candidato después de Uribe es Horacio Serpa, del Partido Liberal, quien promueve temas sociales como la lucha contra la pobreza y el desempleo, y es más cauteloso en cuanto a eventuales negociaciones con las guerrillas.

Pese a tener entre 26 y 27 por ciento en las encuestas, en ésta su segunda vez que va por la presidencia confía en ganar o al menos pasar a la segunda ronda.

El gobernante Partido Conservador, de Pastrana, por primera vez en los últimos 60 años no inscribió un candidato por divisiones internas, pero está apoyando la candidatura del derechista Uribe.

Así, por primera vez los partidos tradicionales, como son el Liberal y el Conservador, no aparecen con posibilidades de obtener la presidencia de la república.

En tanto que las autoridades confían en un vasto plan de seguridad listo para neutralizar la oleada de violencia este domingo y permitir las elecciones, el gobierno desestimó la posibilidad de desmilitarizar una zona del suroeste para facilitar la liberación por las FARC de 12 di-putados en su poder desde marzo.

A su vez, las FARC rechazaron cualquier contacto con el gobierno de Pastrana para gestionar la liberación de los políticos que retiene.

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