Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 26 de mayo de 2002
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Política
Guillermo Almeyra

Entonces los marcianos sí hablaban inglés

Dos días después de los atentados del 11 de septiembre escribí un artículo titulado "¿Los marcianos hablan inglés?". En el mismo sostenía que no había que descartar la complicidad, directa o por omisión, del gobierno estadunidense en ese terrorismo espectacular que le venía como anillo al dedo a Bush para hacer olvidar la ilegitimidad de su elección, para dar dinero al Pentágono para reanimar la economía, para destruir los espacios democráticos en Estados Unidos y someter al mundo a la hegemonía de Washington poniéndolo ante la guerra como un hecho consumado.

No faltaron los que sostuvieron que estaba loco o que, más sobriamente, pensaron que creía en un nuevo complot mongol. Agradezco la eficaz colaboración de la CIA, la FBI, la prensa conservadora estadunidense y la misma Casa Blanca, gracias a los cuales, sólo nueve meses después, nace la verdad: este humilde analista tenía razón al sospechar, apoyándose en la historia y en la lógica, que los marcianos efectivamente hablan inglés.

¿Faltará mucho para que se publiquen las hojas de pago de la CIA a Bin Laden y compañía? Ahora quien sepa leer puede comprobar que tanto en el Pentágono como en la Casa Blanca, o hubo una epidemia de inconciencia y de irresponsabilidad criminales, que va mucho más allá de la normal incapacidad y estupidez de los responsables, comenzando por George W. Bush (ya bastante notables, hay que reconocerlo) o, en cambio, hubo una conspiración mal pergeñada en la que los atentados eran una pieza fundamental, ya que servían para desencadenar el terror en Estados Unidos y lanzar el país a la guerra "patriótica" secundada por los achichincles internacionales, por los yes men que gobiernan los países "amigous".

Ahora el inquilino de la Casa Blanca, y el poder que lo maneja (Cheney y los demás belicistas petroleros), lanzan alaridos anunciando próximos atentados terroristas, que van desde hacer volar la Estatua de la Libertad o grandes edificios de departamentos hasta sembrar carbunco en el Congreso. ¿Tienen preparado algo para antes de las elecciones, debido a que Bush está perdiendo la popularidad ganada por su papel de cruzado, a que la economía sigue sin reanimarse, a que la guerra mundial bushiana no encuentra aliados sino resistencias crecientes, a que el establishment estadunidense está nuevamente dividido, aunque sólo fuere por las diferencias electorales entre demócratas y republicanos y por los tropiezos de Bush? ¿O es algo que trasciende las elecciones y se enlaza con el terrible impulso al proteccionismo -típico de los republicanos- dado por Bush con su discriminación contra el acero importado y con su apoyo de 180 mil millones de dólares al dumping de los agricultores estadunidenses, a costa del resto del mundo? ¿Como en los años 30 del siglo pasado Estados Unidos en recesión encuentra su "salida" en el proteccionismo y la guerra?

¿El pánico al terrorismo, la histeria fomentada oficialmente, la neurosis agravada masivamente desde el poder estadunidense, constituyen armas preventivas contra las protestas en Estados Unidos mismo por el aumento de la desocupación y contra la política del capital financiero internacional que dirige esta mundialización sembradora de guerra, pobreza y hambre? ¿Qué está preparando contra el mundo un régimen que no se caracteriza precisamente por su inteligencia, sus escrúpulos, ni por la fineza de sus maniobras?

Evidentemente no estamos sólo ante la preparación de los prolegómenos de la guerra contra Irak (pues la misma será contra el mundo árabe y aumentará las disputas entre Washington y la Unión Europea), ni enfrentamos sólo un intento de impedir que la industria bélica rusa pueda servir al "eje del mal", incluida China, para defenderse de Estados Unidos. Si algo hay que alabar en la política de la oligarquía que controla el imperio estadunidense es que desde siempre ha tenido una estrategia mundial. Los planes, la logística, la calendarización son la consecuencia lógica del hecho de que, a diferencia de nuestros países, Estados Unidos construye su riqueza con la rapiña internacional y no sólo en su mercado interno, y necesita una política de potencia "musculosa", agresiva, planeada a largo plazo, para poder mantener una hegemonía que enfrenta resistencias.

Los marcianos y los gnomos de Wall Street y de la Casa Blanca trabajan para hacer realidad, en ventaja de Estados Unidos, la vieja frase de mors tua, vita mea (o, en pocas palabras, vivo de tu muerte, como sucede con todos los piratas y depredadores). Seamos, por lo tanto, suspicaces y no nos traguemos las ruedas de molino con que pretenden hacernos comulgar los que utilizan los medios de información como arma de guerra, para mentir e intoxicar a las mayorías, a la Goebbels. Si el 11 de septiembre, a pesar de todos los puntos sospechosos y las contradicciones, consiguieron ocultar que los marcianos hablan inglés, no caigamos dos veces en la misma trampa. Ser ingenuo es perdonable; ser obstinadamente perplejo, no.

galmeyra@jornada.com.mx 

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