EN EL CHOPO
Javier Hernández Chelico
Termitas, chavas roqueras y adioses
LAS LICUADORAS DE Morquecho, Lady Bombón, Pink
Punk y Las Ultrasónicas estrenan disquera y, de puro gusto, se presentan
en Radio Chopo. La talentosa Pati Poonc, además de lucir la figura,
se dejará escuchar con rolas como Aldea Global y Plasta;
la dama bombón tocará Scooby-doo; Las Ultras nos deleitarán
con su tiernísima ¡Qué grosero! y Pink Punk
con la rolita Sin mí. A propósito, el primer disco
en salir a la calle bajo el amparo de discos Termita, será el de
esta última banda, para el mes de junio; mientras tanto, hay que
escuchar a estas agrupaciones en vivo a partir de las 11 horas en Aldama
y Luna, colonia Guerrero, donde también estará el yucateco
sonido de Riquita Banana. Horas antes, por ahí de las 8 de la mañana,
por Orbita Radio se transmitirá el acostumbrado programa El rock
sigue en El Chopo. En esta ocasión el invitado será el
Doc Mendoza, quien dejará escuchar lo más oscuro de su colección
de black metal; el Doc dará santo y seña del origen y desarrollo
de esta corriente metalera que roza lo catastrófico-diabólico-apocalíptico
en la mayoría de sus rolas.
EN
EL MODULO de las ONG (Aldama, entre Sol y Camelia) se preparará
la Ensalada Libertaria compuesta por el colectivo Pro-Zapatista, Los Intrépidos
Punks y Los Audaces Goliardos, quienes compartirán la tarea de recolectar
firmas contra el gravamen fiscal a la creación, además, claro,
de que cada asociación presenta su propia propuesta. Enfrentito
se instalarán unas aulas móviles donde se impartirán
los cursos patrocinados por la Secretaría de Cultura del Distrito
Federal y el Libro Club Jesús Luis Benítez. Los seminarios
se darán de la siguiente manera: introducción al arte y pintura,
por Gabriel Mendoza; Max Roland, el de música; Joel Ortega, el de
grabado, Pablo Cueto, teatro en miniatura; Tania Ruvalcaba es la cuenta
cuentos; Héctor Dávalos, el de teatro, y Alejandro Sánchez
Mejorada, aparte de ser el promotor de estos cursos gratuitos, es el encargado
de la clase de cartonería.
Erotismo epistolar de Iris México
"AMOR, AMOR: MI nombre no es importante, y soy Erótica
Anónima. Pero mis actos llevan mi nombre, te lo he tatuado en el
sexo y las fantasías cachondas. El láser podrá borrarlo
de tus libros dérmicos, pero no de las cuentas en el libro de fuego..."
Así inicia unas de las lúdicas misivas escritas por Iris
México, artista visual que ha transitado por diversas disciplinas
creativas, tales como pintura, dibujo, fotografía y arte postal.
Iris hará este sábado un recorrido por los pasillos del tianguis
del Chopo en busca de voluntarios que deseen participar en la representación
de un espectáculo tierno-erótico-sensual-kitsch-camp que
esta joven mujer montará en terrenos choperos; los participantes
elegidos recibirán de manos de Iris una de sus humedecedoras cartas
autografiadas. Además un besito. Más información en
http://www.geocities.com/artextos/aggeler.html o en el Tianguis
Cultural del Chopo.
Adiós, mi buen
LO CONOCI EN el periódico El Nacional,
era el brazo derecho de César Silva Gamboa, coordinador entonces
de la sección de espectáculos de ese diario; cuando se hizo
cargo del suplemento Las rutas del ocio, donde yo también
chambeaba, hubo más acercamiento. Así, me hice cuate del
joven reportero José Agustín Vázquez. Cuando tronó
El Nacional, él se fue de colaborador al Reforma a
la fuente de Ciencia -su mero fuerte, igual que cultura-. Nos volvimos
a encontrar hace aproximadamente dos años y emprendimos un proyecto
en común: sacar una revista; él editó Cerrajería
Mexicana -publicación técnica, pero con su apartado de
espectáculos- y al poco tiempo, nos ayudó a realizar nuestro
sueño: hacer nuestra revista de rock Primera Nota.
CON EL TRATO, descubrí a un Agustín generoso,
al que le apasionaba la música clásica, la balada italiana
y el rock; además de consumado lector y excelente redactor, Agustín
tenía actividades que no se dan mucho en nosotros, como es el deporte.
Algunas veces, para nuestra sorpresa, llegaba con ropa deportiva a la oficina;
le gustaba el basquet y echarse sus veintíunos de vez en cuando,
pero lo que más le gustaba era darle duro al teclado de su laptop.
Muchas horas de trabajo-chupe (era excelente para ambas cosas ) las pasamos
juntos, y cada vez, nos hicimos más amigos. El sábado 4 de
mayo pasó a saludarme al módulo de La Jornada instalado
en el Tianguis del Chopo.
EN LA MAÑANITA del Día del Maestro -15 de
mayo- recibí un telefonazo de César Silva para comunicarme
que horas antes había fallecido, de un infarto, José Agustín
Vázquez Barrios. Todavía no lo creo.