Mañana canonizará a la primera santa brasileña
Cumple hoy el Papa 82 años; hay 7 mil invitados al festejo en el Vaticano
AFP
Ciudad del Vaticano, 17 de mayo. Juan Pablo II festejará el sábado en el Vaticano sus 82 años con 7 mil invitados, los hermanos de las escuelas cristianas, en momentos en que dos cardenales evocan la posibilidad de su renuncia, en caso de que se deteriore aún más la salud del viejo Papa.
Por otro lado, se informó que Juan Pablo II santificará el domingo en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, durante una ceremonia a la que asistirá el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, a la religiosa Paulina de Coracao Agonizante de Jesús, la primera santa brasileña.
A la canonización, anunciada en febrero pasado al término del consistorio, asistirán cientos de creyentes de Brasil y de la ciudad italiana donde nació la nueva santa.
La religiosa brasileña, nacida el 16 de diciembre de 1865 en Trento, norte de Italia, se trasladó a los nueve años de edad a Nova Trento, a 60 kilómetros de Florianspolis, sur de Brasil, colonia de inmigrantes italianos, donde fundó, en 1895, la congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción.
El proceso para la canonización de la primera santa brasileña, cuyo verdadero nombre era Amabile Visintainer, comenzó hace 37 años, a petición de la congregación de la religiosa.
La madre Paulina, como era conocida, dedicó buena parte de su vida al cuidado de enfermos, huérfanos y niños descendientes de esclavos en Sao Paulo.
Beatificada el 18 de octubre de 1991, durante una ceremonia presidida por el Papa en Florianspolis, la religiosa brasileña, que vivió 67 de sus 76 años en Brasil, será elevada a los altares después de que la Iglesia comprobó que intercedió en dos milagros.
Uno es la curación inexplicable, en la ciudad de Río Branco, capital del estado de Acre (norte de Brasil), de un bebé, Iza Bruna Vieira de Souza, quien nació con problemas cerebrales. El caso fue comprobado por una comisión de médicos, teólogos y cardenales, y fue considerado como una milagro por la Iglesia católica en 2000.
En otro orden, un desayuno típicamente canadiense, con miel de arce, le será ofrecido al Papa por el alcalde judío de Toronto, Mel Mastman, quien lo espera en julio próximo para las jornadas mundiales de la juventud.
Durante el muerzo, 82 velas serán encendidas, al menos simbólicamente, sobre el pastel que debió preparar su cocinera.
Se ignora el nombre de los invitados y sólo se sabe que las personas que serán recibidas el sábado en audiencia lo acompañarán durante el almuerzo.
La verdadera fiesta en honor al Papa la protagonizarán los 7 mil jóvenes que intervendrán en Roma durante el tercer centenario de la fundación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en Italia.
El padre Alvaro Rodríguez Echeverría, superior de la orden, deseará en la sala de audiencias del Vaticano un buen cumpleaños al Papa en nombre de los católicos.